Es muy cierto e interesante lo señalado en este video recién publicado por la Cámara de Comercio peruano-estadounidense, acerca de que desde la entrada en vigencia del tratado de libre comercio con Estados Unidos el año 2009, el Perú se ha beneficiado en diversos aspectos.
Por ejemplo, con un gran crecimiento de las exportaciones, especialmente las no tradicionales, que son las que tienen como principal destino al gran país del norte. Allí están como prueba las uvas, los arándanos, los espárragos, las paltas y las alcachofas.
Asimismo, con el incremento de la competencia, que se ha traducido en la mejora del empleo, de la eficiencia productiva y de las remuneraciones. El ingreso prácticamente libre (y por ende la amplia disponibilidad) de múltiples productos, tanto bienes de consumo como intermedios y de capital, nos dan el acceso a una tecnología moderna, alta calidad, elevado grado de innovación y precios atractivos.
Pero el TLC con la primera potencia mundial también ha quedado constituido como referente para negociar una gran cantidad de ellos con otros países, lo cual nos ha permitido convertirnos en uno de los que más han avanzado en esta modalidad de apertura de su comercio exterior y de mejor vinculación a todo nivel con el mundo.
Y dado que su contenido conlleva compromisos muy serios y estrictos (por ejemplo la prohibición de que nuestras exportaciones provengan de la explotación laboral o el daño medioambiental), nos ha ayudado a crecer en materia legal, de conciencia social e institucionalidad.
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