Ayer, la agencia Fitch, una de las tres principales calificadoras de crédito del mundo junto con Standard & Poor's y Moody's, ratificó el rating y la perspectiva de nuestro país.
Es decir, le mantuvo la nota de BBB+ que le asignó en octubre del año 2013, e hizo lo propio con su Perspectiva, que continúa en Estable.
Con ello, sigue considerando al Perú el segundo país más destacado en la región en la materia, tres casillas al interior del Grado de Inversión, y sólo detrás de Chile (ubicado dos más adelante con rating A).
El comunicado de la agencia, que se puede ver en detalle aquí, señala, entre otras cosas, que "El rating del Perú refleja sus sólidos balances público y externo, y sus creíbles y consistentes políticas macroeconómicas, que han dado lugar a la estabilidad macroeconómica y financiera."
"Esas fortalezas equilibran las vulnerabilidades derivadas de la alta dependencia de productos básicos, la dolarización financiera y la baja base de ingresos del gobierno, así como de la existencia de indicadores de ingreso per cápita y gobernabilidad (y efectividad del gobierno) más bajos que la media actual de los países con rating BBB."
Es bueno haber superado la grave crisis política registrada entre fines del año 2017 e inicios del 2018 sin haber perdido absolutamente nada de terreno en esta importantísima variable, que determina el costo con el que los países se pueden financiar internacionalmente y constituye una crucial referencia para la inversión extranjera. Ahora, con un panorama futuro bastante más despejado, podemos empezar a confiar en futuras mejoras de la calificación.
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