Pese a que aún está en las etapas iniciales de su proceso de ampliación y modernización, el puerto de Pisco ya viene mostrando frutos.
En cuanto a carga, eso se constata en sus crecientes cifras acerca de volúmenes totales movilizados. Y en cuanto a pasajeros, se comprueba observando el número cada vez mayor de buques de este tipo que arriban al que por ahora es su único muelle operativo.
Según las noticias, desde el año 2016 se ha duplicado la llegada de cruceros de lujo. El último ha sido el gigantesco Royal Princess, que hace pocos días se convirtió, con sus 330 metros de largo, 38 de ancho y 8.60 de calado, en el buque más grande jamás acoderado en el puerto, como lo testimonia la foto de arriba, en que luce su majestuosidad.
Eso ha sido posible gracias a las mejoras que están ocurriendo allí desde su concesión a la empresa Terminal Portuario Paracas en julio del año 2014. Una de las más importantes ha sido, sin duda, el dragado efectuado el año pasado, que al haber aumentado la profundidad desde 10.25 hasta 14.00 metros le ha abierto las puertas a embarcaciones como la mencionada, que llegó con 3,900 pasajeros.
Con esa capacidad, y con los atractivos presentes en sus cercanías (las Líneas de Nasca, la reserva natural de Paracas, las islas Ballestas, etc), Pisco tiene méritos como para insertarse intensamente en las rutas regulares de esos grandes navíos, y convertirse en una de las principales puertas de entrada a nuestro país del turismo internacional. Si lo viene haciendo cuando apenas ha dado los primeros pasos en su proceso de mejoras, cómo no va a poder lograrlo cuando quede completamente ampliado y dotado del equipamiento más moderno.
Foto: Andina
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