Argentina es uno de los países que más han retrocedido en los últimos setenta años en los rankings mundiales de nivel de vida y desarrollo.
En efecto, mientras en la primera mitad del siglo XX figuraba entre los más ricos del planeta, con ingresos per cápita similares a los de Canadá y Australia, y muy superiores a los de cualquier país latinoamericano, hoy tiene uno no demasiado alejado del promedio regional.
La explicación de eso está en las políticas aplicadas por casi todos sus gobiernos desde la segunda mitad del siglo pasado. Esas políticas, de fuerte presencia del Estado, controles de precios y otras variables claves, elevados impuestos, rígidas legislaciones laborales, mercados cerrados, tensa relación con el sistema financiero global, rentabilidades artificiales y masivos subsidios, han generado, con las múltiples distorsiones implicadas en ellas, permanentes problemas fiscales, grandes deudas, inflaciones crónicas o hiperinflaciones. Y se han traducido en crisis recurrentes que han empobrecido a su población, no sólo frente a los países desarrollados con los cuales antes se comparaba, sino inclusive con los países latinoamericanos, varios de los cuales ya la superan en ingreso promedio.
Dado que en la elección presidencial de octubre de este año los principales candidatos probablemente serán Cristina Fernández de Kirchner (del partido peronista, abanderado de esa nefasta heterodoxia) y el presidente Macri (cuyo gobierno está decepcionando grandemente, por no haberse alejado de esa línea económica y por ende no haber resuelto la crisis), el futuro luce sombrío para el país.
En ese marco de cosas, está surgiendo una nueva alternativa. Se trata de José Luis Espert, un economista de clara tendencia liberal, cuya propuesta es desechar por completo el actual modelo de desarrollo ("el culpable de la debacle") y adoptar el que han seguido países exitosos en la materia, no sólo los muy alejados Singapur y Taiwán, sino también los muy cercanos Chile y Perú.
En los dos videos aquí presentados, y en distintos medios de prensa, Espert, además de exponer su propuesta, se refiere al Perú, señalándolo como ejemplo de país que ha hecho bien las cosas al haberse abierto al mundo, controlado el tamaño de su Estado y tener otro tipo de sindicalismo. En el primer video lo menciona en el minuto 9:34 y en el segundo en el 4:20. En este último hace notar que mientras hace cincuenta años un argentino tenía un ingreso promedio cuatro veces superior al de un peruano, actualmente tiene uno sólo 40% superior.
Sería realmente muy deseable que Argentina abandonara el camino de declive que ha estado transitando durante tantas décadas y optara por un candidato con una propuesta tan clara y que tan excelentes resultados ha generado en múltiples países.
No hay comentarios:
Publicar un comentario