Abril fue en nuestro país el mes de peor desempeño en los últimos diez años en materia de producción, a tal punto que se podría haber cortado la racha de crecimiento incesante que se mantenía desde el 2009.
En efecto, el INEI nos dice en su último Informe Técnico que en dicho mes la economía avanzó un ínfimo 0.02%, número que en una revisión posterior podría tornarse negativo. Con ello, la expansión en lo que va del año llega a 1.68% y la de los últimos doce meses a 3.12%.
En ese muy decepcionante resultado influyó especialmente la demanda interna, pues la externa, dada por las exportaciones, logró crecer 0.3% en términos reales (las tradicionales cayeron 2.6%, pero las no tradicionales aumentaron 7.8%).
Conspiró especialmente la Pesca, con un desplome de 63.02% que al afectar sobremanera a la Manufactura (que cayó 13.20%), fue determinante en el resultado global. Como se sabe, el subsector Fabril Primario, que produce harina y aceite de pescado, sufre notoriamente el impacto cuando carece de su insumo, y arrastra a todo el sector.
También conspiró Minería e Hidrocarburos, un sector de casi tanta ponderación como la Manufactura, y que se vio afectado por la disminución de actividades de varias importantes minas.
Fueron los tres únicos sectores que retrocedieron, pues todos los demás tuvieron avance, destacando entre ellos la Construcción (8.73%) y Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información (6.18%). El muy importante Comercio se expandió 2.98% y el sector Agropecuario 3.04%.
El efecto de Semana Santa también influyó en el mal resultado, pues en abril de este año hubo menos días laborados que en su par del 2018.
De acuerdo a lo señalado y también a lo visto en meses anteriores, los sectores con mayor aporte en lo que va del año son Otros Servicios (con 0.44 de los 1.68 puntos conseguidos por el PBI), Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información (0.31) y Comercio (0.29).
Contrariamente, los que más están frenando el dinamismo son Manufactura, Pesca y Minería e Hidrocarburos, con 0.55, 0.20 y 0.15 puntos en contra, respectivamente.
A la luz de este pésimo dato mensual, todo hace prever un reajuste a la baja de las estimaciones para el presente año, dado que la reactivación fuerte recién ocurriría en el segundo semestre, con la mejora de la inversión, que en estos primeros meses flaqueó grandemente. Así lo ha dejado entrever el MEF, que dejaría de lado su tasa de 4%.
Esperemos que en mayo y junio se recupere la economía.
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