En su mensaje al Congreso por Fiestas Patrias, el presidente Vizcarra acaba de proponer que las elecciones generales, contempladas para llevarse a cabo el año 2021, tengan lugar un año antes, en el 2020.
Ha hecho eso con la intención de poner fin a la mezquina, sectaria e intransigente oposición ejercida por la mayoría congresal desde que tomó el control de ese poder del Estado, el 28 de julio del año 2016.
Con tal actitud, esa mayoría no sólo ha saboteado muchas de las iniciativas y propuestas del gobierno, sino también ha blindado a funcionarios claramente vinculados a hechos de corrupción.
Dos ejemplos recientes de ello han sido la defensa a ultranza del cuestionado ex fiscal de la nación y la forma en que ha desnaturalizado la reforma política, precisamente en sus aspectos más claramente diseñados para mejorar la gobernabilidad y la institucionalidad y combatir delitos. En ese marco de cosas, ha rechazado sin ningún sustento la propuesta para que sea otra instancia la que determine si un congresista debe ser detenido o juzgado, y se ha opuesto a que se levante la inmunidad de varios de ellos acusados de hechos graves.
Así las cosas, y ante la reiterada constatación de que no se puede esperar colaboración de ese poder del estado en el afán de luchar contra esos problemas que aquejan al país, el presidente ha optado por la dramática salida de propiciar que se vayan todos, aunque eso le cueste el cargo a él mismo. A su criterio, esa es la única forma de que el país se libre de esa tóxica mayoría.
La propuesta de reforma constitucional deberá ser aprobada en el Congreso, cosa muy difícil, considerando que la mayoría se opone de manera tajante. Y luego tendría que ser sometida a referéndum, para quedar definitivamente consagrada en la carta magna.
Habrá que ver cómo se desarrollan los hechos en los siguientes días, semanas y meses, teniendo en cuenta que se trata de una propuesta verdaderamente dramática, que puede tener implicancias muy serias para el futuro del país. Ojalá todo termine de la mejor manera, reemplazando a congresistas tan cuestionables como los que han desempeñado funciones en estos últimos tres años, pero sin alterar el ambiente democrático que vive el país ni afectar su rumbo en materia económica, que sin duda es el adecuado y sólo requiere, para funcionar mejor, medidas de afinamiento, y que quede de lado el intenso ruido político que una mayoría intransigente ha generado.
El fujimorismo es un cáncer que hay que extirpar.
ResponderEliminarUn termocefalo de presidente.
ResponderEliminarNo necesariamente se debe hablar de termocefalia presidencial cuando al frente se tiene a una oposición que sin duda califica entre las peores que ha tenido la historia política peruana. Una oposición de ínfimo nivel, mezquina, sectaria, intransigente, y, para colmo de males, encubridora (por obvias razones) de sujetos impresentables. La reacción de Vizcarra, con todo lo inquietante que pueda parecer, es entendible frente a esa nefasta fuerza política que desde el año 2016 ha tenido al país sumido en una permanente turbulencia política.
EliminarEs un gobernante INCAPAZ, que va a tener que rendir cuenta a la justicia.
ResponderEliminarLo de gobernante incapaz es algo subjetivo, mucho más si se tiene en cuenta por lo menos dos aspectos. Uno de ellos está dado por las consecuencias derivadas de los escándalos de corrupción, que paralizaron varios de los proyectos más importantes en los que se tenía previsto sostener el avance económico. El otro está dado por la saboteadora oposición perpetrada por el fujimorismo y su aliado el aprismo, perturbando permanentemente la gestión del ejecutivo.
EliminarEn cuanto a la rendición de cuentas, se verá en su momento, si la justicia determina que efectivamente eso procede. Mientras no suceda eso, Vizcarra no tendrá el menor impedimento para seguir ejerciendo el cargo que constitucionalmente le corresponde o, en ese marco de cosas, plantear las iniciativas legales que considere convenientes. Y la justicia deberá seguir poniendo la máxima atención a los casos que tiene en investigación, como el del mafioso fiscal Chávarry y las siniestras fuerzas que lo blindan.
Adelante Vizcarra, sin miedo, no titubees, has cumplir tu palabra y todo saldra bien.
ResponderEliminarAprismo y Fujimorismo estan de salida, por cierto varios se van a reciclar, pero ya no tendran la misma capacidad de mordida, eso no quiere decir que lo que venga no va a morder $$$, pero ya permite articular mejor el debate.
Saludos y no te dejes amilanar, y menos dejes que la sra Araoz agarre el poder, fueron ellos los PPKuyes que buscaban un "provinciano" pa no parecer tan weros, fueron ellos los que con sus lobis rateros terminaron enfrascando al Peru con los roberios de los brasileros.
Fuerza que el pueblo esta con los lideres que lideran, no con los blandengues rateros de quinta.
PPK llegó como un gobierno de lujo y se van como el peor de este siglo, peor incluso que el de Humala y encima nos dejan un millón de venezolanos que no impactan en el 20-25% de la PEA más preparada pero que están haciendo estragos en el resto de peruanos. El 2020 auqnue nos lamentemos podriamos tener a alguien co o Verónica Mendoza o peor aún
ResponderEliminarLos venezolanos no figuran entre las principales causas del débil desempeño económico actual. Esas causas hay que buscarlas en primer término en los escándalos de corrupción que paralizaron grandes proyectos, y en la recalcitrante oposición parlamentaria, que ha mantenido un inacabable y tremendamente perturbador ruido político.
EliminarEn cuanto a lo que pueda ocurrir en las próximas elecciones, dependerá de la actitud que asuma el electorado, ojalá cerrando filas para impedir que llegue al poder alguien tan desastroso como Verónica Mendoza o algún otro exponente de la nefasta izquierda radical, y encumbrando a algún político sensato, que preserve el sistema democrático y el buen modelo económico actual, de libre mercado y apertura al mundo.