Con ello, el país pone rumbo a una nueva grave crisis, la enésima de una larga historia que se inició a mediados del siglo XX y que lo está llevando a un indetenible deterioro del nivel de vida de su población.
Así, de la mano de malos gobernantes que nunca entendieron las reglas de la economía, y que en cambio siempre fueron pródigos en demagogia y populismo, no ha dejado de estar inmerso en una crisis tras otra. Por efecto de ello pasó de ser el más rico de América Latina y uno de los más ricos del mundo en la primera mitad del siglo XX a ser apenas el quinto en la región, con una alta probabilidad de seguir perdiendo terreno, superado por otros que avanzan mucho más sostenidamente.
Si bien resulta difícil entender que el electorado haya encumbrado nuevamente a personajes tan nefastos como los peronistas, cuyas políticas estatistas, proteccionistas, mercantilistas, controlistas, distorsionadoras e industrialistas a ultranza fueron precisamente las que desbarrancaron al país en el largo plazo, sí se puede entender que haya decidido darle la espalda al presidente actual, Mauricio Macri.
Es que este desaprovechó la brillante oportunidad que tuvo hace cuatro años de sacar al país de ese mal rumbo para llevarlo por el de una economía sana y abierta. Lejos de enfrentar de manera radical los problemas del gasto y el desequilibrio fiscal, requisito fundamental para lograr una economía sana y con buen potencial de crecimiento, decidió aplicar, "para que la población no se viera tan afectada" el infame gradualismo, ese que ya fracasó mil veces allí y en todas partes.
Así las cosas, la inflación jamás retrocedió y más bien se acrecentó. Mal concebidos, los ajustes fiscal y monetario no sólo no resolvieron ese grave problema, sino lo agravaron, a la vez que condujeron a la economía a una grave recesión. De esa manera, se llegó al momento electoral con el peor escenario imaginable, propiciando el caldo de cultivo perfecto para que el peronismo retornara al poder.
Las excusas de Macri en su intento de explicar lo que pasó suenan absurdas, deleznables y además falsas, pues el principal culpable de lo ocurrido el domingo, y de la grave crisis que sin duda afectará al país, es él. Los peronistas, con todo lo nefastos que ya fueron antes y probablemente volverán a ser en su nuevo gobierno, simplemente se sirvieron de la bandeja de plata que Macri les puso al frente.
Lamentablemente, en Argentina las ideas de la libertad económica y apertura al mundo, esas que tan buenos resultados le vienen dando a países como Chile, el Perú y muchos otros del mundo, no gozan de las simpatías del grueso del electorado, que suele decantarse casi siempre (en una actitud difícil de entender) por las políticas populistas y heterodoxas. Por eso el país está ad portas de un nuevo desastre.
Macri es un desastre, se va dejando a la argentina con mas pobres de los que habia dejado la controladora de la kishner.
ResponderEliminarAhora le vas a hechar la culpa y decir que el desastre de Macri lo crea Cristina, como cuando le hechas la culpa a Velasco cuando Toledo, Alan 2 , Humala o PPK la fregaron..
Y cualquier cosa buena que pueda hacer la nueva administracion diras al toque que eso lo hizo macri jajaja
Macri tenia que hacer paquetazo fujimorista y no lo hizo. Alli su debacle.
El otro legado de Macri es endeudar a la Argentina con 52 mil millones de dolares del FMI, que ya se los habian sacado de encima.
El unico legado positivo de Macri es haberle ganado al peronismo, eso no se da desde el hace mas de 80 años....
En octubre el peronismo arrasa, y esta vez hay China con billetera pa sortearse al FMI y BM.. la argentina entra a la ruta de la seda en una.
Macri es el único culpable del desastre de los últimos cuatro años, como lo hemos dejado bien claro en el artículo. A su vez, Cristina es culpable del desastre de su propio gobierno, en el que, al igual que en el de Macri, Argentina no sólo no creció, sino también debilitó su moneda e incrementó la inflación (que tuvo que ser delincuencialmente maquillada por un Indec manipulado para hacer creer que era menor) y la pobreza. Todo ello ocurría en el contexto de gigantescos y demagógicos subsidios, que mientras por un lado "ayudaban" a la población, por el otro destrozaban las finanzas públicas y sumían a la economía en un mar de distorsiones y desequilibrios que retroalimentaban el alza de precios, debilitaban la moneda y evaporaban las reservas.
EliminarEl pecado de Macri fue haber sido cobarde, al no haber dado un giro de 180 grados para salir de ese nefasto modelo heterodoxo y encaminarse hacia un modelo liberal. Si bien llevó a cabo algunas reformas importantes (como liberar el mercado cambiario, devolverle autonomía al banco central, devolverle credibilidad al Indec, mejorar las relaciones con el sistema financiero internacional, comenzar a abrir la economía y desmontar subsidios), no puso el énfasis suficiente en el problema principal: el fiscal, sino prefirió patear el problema, transformándolo en deuda futura. Por eso terminó naufragando en inflación, y por eso el nefasto peronismo ahora regresa, dispuesto a seguir perpetrando las mismas torpezas de siempre.
En cuanto al Perú, está clarísimo que el desastre económico fue incubado a partir de las insensatas reformas estatistas, controlistas, proteccionistas y demagógicas del sátrapa Velasco. Insensatas reformas que distorsionaron y desequilibraron por completo la economía y espantaron la inversión, y que los pusilánimes gobernantes que le sucedieron entre 1975 y 1990 no se atrevieron a desmantelar, razón por la cual sufrieron las previsibles consecuencias de monstruosos déficits fiscales, hiperinflación, pulverización de la moneda, incremento de la deuda (que se volvió impagable) y empobrecimiento generalizado, con cientos de miles de peruanos huyendo del país. La prueba más clara y contundente de que las cosas fueron así es que en 1990, al dejarse de lado una a una las nefastas y torpes medidas velasquistas, la economía se estabilizó y se reactivó como por arte de magia, y el Perú se encaminó a su más largo y sostenido período de progreso contínuo, que ya lleva casi 30 años.
Tu con plena libertad hablas mal de la argentina y te olvidas que el peronismo con sus altas y bajas le dio a la argentina el estatus mas alto de desarrollo que ningun pais asi de grande alcanzo en America Castellana.
ResponderEliminarEl Peru no se acerca pero ni de lejos del PBI percapita argentino, y menos del desarrollo humano que tiene Argentina, pero ni de lejos, asi con todo y problemas Peru no parece ni Jujui ni Salta. EL ciudadano promedio Argentino vive años luz de un Peruano promedio. Eso es una realidad, su sistema tan malo no es, y el nuestro tampoco es tan bueno.
Aquí no hablamos mal de Argentina ni de ningún otro país, sino de las malas políticas de sus gobernantes.
EliminarY es falso lo que usted dice. Argentina fue uno de los países más ricos y desarrollados del mundo precisamente cuando aún no existía el peronismo y su gran avance se basaba en su economía libre, el aprovechamiento de sus ventajas comparativas (con su fantástico sector agropecuario) y su orientación al mundo.
Hasta que en la década de 1940 llegó al poder el nefasto peronismo y alteró por completo el enfoque, llevándolo por el del industrialismo compulsivo y el del "estado del bienestar", en el marco del cual por un lado se repletó de distorsiones y desequilibrios la economía y se cerró el mercado para proteger a la industria, mientras por el otro se le dio un poder inmenso al Estado, que desde entonces se convirtió en el gran protagonista de la economía, como propietario de numerosas empresas públicas, como controlador de todos los precios de la economía, como gran empleador de centenares de miles de burócratas y como el gran repartidor de subsidios y demás prebendas. Las terribles hiperinflaciones, recesiones, devaluaciones y endeudamientos padecidos por el país a partir de entonces no salieron de la nada: fueron las lógicas consecuencias de esa sarta de insensateces.
Como resultado de todo ese lamentable legado peronista, que aún no termina y más bien se repite sin fin, Argentina cada vez mantiene menos de las abismales distancias que hace cien años les llevaba en los diferentes indicadores socioeconómicos a todos los países de la región, y hoy ya es sobrepasada por varios de ellos, en una secuencia que sin duda continuará, pues otros también están cerca de hacerlo. El Perú aún está lejos de eso, pero igual va acortando distancia. Por ejemplo, en 1980 el PBI per capita en dólares argentino era 6.8 veces mayor al peruano, en tanto que hoy es sólo 66% mayor. En PPA la diferencia se ha reducido del doble a sólo 44%. En lo que va de este siglo Argentina ha crecido 2.18% al año, mientras el Perú lo ha hecho más del doble, a una tasa de 5.0%. Está claro que Argentina sí está perdiendo terreno, y que su sistema heterodoxo es nefasto, pues la tiene padeciendo una crisis tras otra.
Osea Peron Nazi, con la idea de capital nativo y conversion industrial a ultranza es el destructor de la Argentina? 70 años despues...el mismo rollo de Velasco el cuco, como si el resto no tuviera responsabilidad.
EliminarVolviendo al tema, dices bien seguro de ti mismo FALSO... aver has un paralelo de desarrollo humano, y economico entre 1 peruano promedio y 1 argentino promedio, simple, uno al lado de otro, alli esta tu respuesta al FALSO< no vas a poder responder eso por que sabes que casi en todo estan muchisimo mas desarrollados que nosotros, primero cuantos Argentinos viven en Peru y viceversa, seguro de salud, motandad infantil, vacunacion, compulsion educativa, universidades(ni una peruana rankea, las argentinas si, y son estatales), desnutricion infantil, cobertura de agua, luz, desague, consumo percapita energetico, infraestructura, nutricion acceso a calorias, etc etc etc/// nos llevan anios luz....imposible de comparar.
te pones macroeconomico y??? en que se beneficia el ciudadano comun de que se la lleve el roque? y el % de clase media de finta que hay en Peru, que apenas se resfria bajan a pobres?
que macri haya sido cobarde pa aplicar paquetazo no quita ni pone una realidad de gran desarrollo que ese pais tiene, y que nosootros no tenemos.
Así es. La obtusa idea de Perón está destruyendo a Argentina, como lo demuestra su declive de largo plazo, de la mano de ese necio industrialismo a ultranza que no la deja aprovechar al máximo sus ventajas comparativas y le impide abrirse al mundo. El cuco de Perón sigue allí. En el Perú, el cuco velasquista ya no existe en la realidad, gracias a que sus nefastas y catastróficas políticas fueron desmanteladas en los años 90. Pero siempre es necesario tenerlo en cuenta en el análisis, para precisar las cosas y así el país no termine reincidiendo en el error, como no deja de hacerlo, con una crisis tras otra, la agobiada Argentina.
EliminarEn cuanto a la comparación de indicadores, la larga enumeración que usted hace sólo indica que no lee o interpreta antojadizamente lo que escribimos (acabamos de decir que "el Perú aún está lejos de eso"). Está clarísimo que Argentina aún nos lleva mucha ventaja en la gran mayoría de indicadores socioeconómicos (ergo, usted no dice absolutamente nada nuevo) y que por tal razón los peruanos más pobres aún tienen incentivos para emigrar hacia allá, tal como también lo vienen haciendo los venezolanos que huyen del chavismo, los paraguayos, los bolivianos y los haitianos. Pero nada de eso desmiente el hecho de que mientras el Perú no deja de avanzar, Argentina está estancada o retrocede, por lo que las diferencias entre ambos países se acortan año tras año. Por eso la abismal diferencia de PBI per cápita y de todos los demás indicadores se ha reducido enormemente en comparación con la que había hace cuarenta años, y mucho más en comparación con la existente antes del nefasto peronismo. Y si el país austral reincide en el error, en algún momento del largo plazo será superado por el nuestro, como ya ocurrió con varios otros de la región, que en la primera mitad del siglo XX jamás habrían imaginado poder superar al coloso latinoamericano de entonces.
Si Argentina no deja de lado la nefasta heterodoxia izquierdista que le inoculó Perón a mediados del siglo XX, y emprende el camino de la sensatez, como el que hoy siguen Chile, el Perú y otros países, seguirá decayendo sin remedio.
Argentina es mal que bien como una Francia SurAmericana, haces una super bola por que no te gusta la Kishner, te olvidas el desarrollo tecnologico de Argentina, ellos hacen avionica, hacen satelites, sus universidades publicas rankean mundialmente, no solo los peruanos pobres van a buscar chamba a la argentina, tambien llos peruanos de cllase media y clase media alta, por que van a estudiar alla, si el peronismo fuera una tonteria ya seria un pais como europa despues de la 2da guerra y no lo es, la maquina agroindustrial que tienen nosotros no la podemos igualar, nadie puede en america del sur, ni brasil.
EliminarTu como que ninguneas a ese pais y sin embargo los chilenos siguen llendo a buscar chambas alla , y durante la kishner mas aun era el flujo de chilenos a argentina que viceversa.
EL movimiento nazi era un movimiento de derecha populista, y peron era nazi, recuerda que argentina iba a invadir brasil, es mas por un poco y no se meten bomba nuclear al uno al otro, la zona libre de nucleares las creamos los vecinos pa parar la insania de ambos, brasil y argentina, como te dije antes ese pais es unico en America del Sur, es mas grande que el sonso de Macri y la Kishner, el dia que mi pais este a es enivel de desarrollo recien pensare en decir que es nefasto, tu hablas como si vivieras en korea, japon noruega o suiza...y vives en Peru, ojo Argentina esta mas desarrollado que varios paises de la union europea que son de europa del este.
Argentina es un país que a inicios del siglo XX y hasta la década de 1930 estaba, gracias a sus políticas de libertad económica, apertura al mundo y aprovechamiento de las ventajas comparativas derivadas de su riquísimo sector agropecuario (que era la locomotora de una economía sana y en constante crecimiento), entre los ricos y más desarrollados del mundo. Por eso tenía un PBI que equivalía a la mitad del de toda América Latina, un per cápita abismalmente superior que atraía inmigrantes europeos, un desarrollo tremendo en Buenos Aires (que construyó un metro subterráneo ya en 1913, sesenta años antes que la segunda ciudad latinoamericana), una inmensa red ferroviaria y un gran avance en todos los campos, incluyendo el de la ciencia (con un premio Nobel de medicina en 1947), las artes, la música, el cine, la educación, la industria editorial y muchos más. Todo ese gran progreso se sustentó en una economía sana y dinámica, con una inflación entre baja y moderada. Así, el país llegó a mediados del siglo XX muy por encima de todos los demás de América Latina.
EliminarLamentablemente, en ese momento llegó el peronismo, y con políticas intervencionistas, estatistas, controlistas y proteccionistas repletas de distorsiones y desequilibrios, le cambió por completo el rumbo al país, sacándolo de la ortodoxia que tantos éxitos le había deparado y enrumbándolo por la heterodoxia, que lo sumió en monstruosos déficits fiscales, inflaciones crónicas e hiperinflaciones, gigantescas deudas externas, recesiones y décadas perdidas y defaults y permanentes crisis, que setenta años después lo siguen abrumando.
El "desarrollo tecnológico" al que usted alude no sirve de nada si paralelamente existe un ambiente de imparable declive. Ni los aviones ni los satélites aportan un ápice cuando se tiene una economía que en el largo plazo no deja de ir para atrás, con una crisis sobre otra.
Argentina requiere dar un giro de 180 grados sobre el pésimo camino que está recorriendo actualmente, y volver a hacer lo que había estado haciendo hasta las primeras décadas del siglo XX, con una economía libre y abierta y basada en su fortísimo sector agropecuario y otros realmente competitivos, tal como hoy también lo hacen países como Chile y el Perú con su minería, sus agroexportaciones, su pesca o su turismo (sin que eso les impida ir desarrollando otros sectores, como la propia industria). La Argentina basada en un industrialismo a ultranza, timorato y nulamente competitivo (que además obliga a distorsionar toda la economía para protegerlo) no tiene el menor futuro.
Por otro lado, el hecho de ser peruano o chileno no impide que alguien de esas nacionalidades critique con toda razón el nefasto esquema que está siguiendo Argentina. Ese país aún puede estar teniendo un nivel de desarrollo más elevado, pero eso no será así eternamente si no deja de retroceder, mientras los demás avanzan.
Macri fue Belaúde II, cuando debió ser Fujimori I. Y la debacle argentina empezó con Perón.
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