En el trujillano puerto de Salaverry, el futuro luce bastante promisorio, de la mano de la inversión privada que está ingresando en él tras el proceso de concesión exitosamente culminado el año pasado.
Por lo pronto, y gracias a las gestiones y al dragado que su flamante operador, Salaverry Terminal Internacional, acaba de llevar a cabo, un buque portacontenedores de la empresa Maersk ya está arribando cada quince días al terminal, en virtud de la nueva ruta regular y exclusiva que le ha sido asignada, entre Salaverry y el panameño Balboa, uno de los grandes puertos latinoamericanos y hub de la región.
Con el nuevo servicio, Trujillo y las ciudades aledañas reducirán notablemente su dependencia de Lima y Paita a la hora de exportar e importar. Eso hará posible atender mucho más eficientemente los embarques de los productos de agroexportación de la zona (generados en los grandes proyectos de Chavimochic, Chinecas y otros visibles en el gráfico adjunto) y adquirir los diversos bienes extranjeros requeridos (de capital, de consumo e intermedios) a un costo menor.
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