Con esta, ya son tres las veces que hemos presentado en las últimas tres semanas un cuadro como el que sigue. Y todas han sido para hacer conocer la posición argentina en cuanto a calificación crediticia en el ámbito latinoamericano. Es que desde que se conoció el resultado preelectoral del día 11 de agosto, que prácticamente aseguró el retorno al gobierno del peronismo, la calificación del referido país se ha desplomado, teniendo en cuenta la profunda inquietud que las políticas económicas desarrolladas por esa corriente ideológica generan en los mercados.
El gráfico adjunto corresponde a la calificación asignada por la agencia Moody's. Como se aprecia allí, Argentina figura en el penúltimo lugar, igualada con Cuba y sólo por delante de la exhausta Venezuela.
Es que anteayer acaba de ver considerablemente degradado su rating, que ha caído tres escalones, desde el nivel B2 al Caa2, correspondiente (como todos los que incluyen una letra C) a países en virtual default. Y Moody's ha dejado claro que tal calificación está en evaluación, con una alta probabilidad de ser degradada aún más.
En el resto de países no ha habido ningún cambio de posiciones desde el último cuadro que publicamos, en marzo. Chile sigue cómodamente adelante, seguido del Perú, que si bien se halla igualado con México en rating, lo supera en perspectiva (estable versus negativa). Los tres poseen, al igual que Panamá, Uruguay y Colombia, el ansiado Grado de Inversión, que los identifica como países con una sólida capacidad de pago de su deuda, y por ende con un responsable manejo económico, razones por las cuales pueden acceder cómodamente y a bajo costo a los mercados internacionales de capital.
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