Es que ese día será la gran final de la Copa Libertadores de América, que se disputará en el Estadio Monumental de Universitario de Deportes, el de mayor tamaño del país y uno de los más grandes del continente.
Y será una final muy especial, no solo porque por primera vez la definición se llevará a cabo en un partido único (y ya no en partidos de ida y vuelta), sino también porque se enfrentarán nada menos que dos de los equipos más populares de las dos principales potencias del fútbol continental: Flamengo de Brasil y River Plate de Argentina.
Todas las finales de la copa, a la cual solo llegaron dos equipos peruanos.
El sábado se sabrá quién ganó la del 2019, a disputarse en nuestra capital.
Eso asegurará una gran sintonía internacional, pues se descuenta que las imágenes del evento llegarán por televisión e internet a todo el planeta.
Y las ochenta mil personas que estarán en el estadio, incluyendo varios miles de hinchas brasileños y argentinos, generarán el ambiente adecuado para que se desarrolle una verdadera fiesta deportiva, que ojalá termine sin incidentes indeseables.
Como se sabe, se había previsto que el partido se jugara en Chile, pero los lamentables hechos de violencia que ocurrieron allí obligaron a dicho país a renunciar a este y otros importantes eventos que había deseado albergar y para los cuales se había preparado afanosamente, entre ellos la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP 25 y la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Así las cosas, la Conmebol eligió a Lima, y el Perú tendrá esta nueva gran vitrina internacional, que se suma a las que ya tuvo anteriormente, hace poco con los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019, y hace algunos años con dos cumbres de la APEC (2008 y 2016), la COP 20 (2014) y la Reunión Anual del FMI y el BM (2015).
Foto: Andina
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