Así lo ha hecho saber el BCR en su Programa Monetario de noviembre.
Como muestra de ello, la entidad emisora dio a conocer los dos gráficos adjuntos. El primero permite ver que las tasas de rendimiento que ofrecen los bonos soberanos peruanos (aquellos emitidos por el Estado) se hallan en su nivel más bajo de los últimos seis años.
En efecto, la de los bonos a diez años se ubica en apenas 4.20%, mientras que la de aquellos a 30 años lo hace a un nivel de 5.09%. Eso refleja que el Perú se puede financiar en los mercados internacionales de capital casi al costo más bajo de toda la década, en uno de los menores niveles vigentes para cualquier país latinoamericano.
Y eso se traduce en tasas de interés igualmente diminutas para los créditos de largo plazo en el mercado interno, como las que se cobra en los créditos hipotecarios en moneda nacional, que al 7 de noviembre promediaban el 7.09%, nivel sin parangón en el decenio.
Es una de las ventajas de poseer una buena reputación crediticia, expresada en un bajo riesgo país y derivada de una política económica que, al tener en orden las cuentas fiscales, hace posible una adecuada capacidad de honrar sin problemas los pasivos externos. Y si el sistema financiero internacional percibe eso, otorga nuevos recursos sin problemas y en las mejores condiciones, tanto de tasa como de plazo.
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