En las últimas semanas la SUNAT logró efectuar dos importantes cobros tributarios a empresas de gran envergadura. Estos fueron posibles luego de muy dilatados procesos y largos tiempos de espera.
El primero tuvo como protagonista a la empresa Telefónica, por una deuda tributaria pendiente desde hace una década. El fallo favorable de la Corte Suprema permitió que el Estado recaudara S/ 225 millones (US$ 66.5 millones)
El segundo estuvo referido al grupo empresarial Odebrecht, al que se le cobró más de S/ 65 millones (US$ 19.2 millones), 7 de deuda exigible y 58 de tributos adelantados. Con ello, lo cancelado por este en sucesivos pagos en lo que va del año supera los S/ 568 millones (US$ 167.7 millones).
El cobro se efectuó en el marco de lo establecido en marzo del año 2018 por la Ley 30737, que busca garantizar el pago de las deudas a favor del Estado peruano en casos de corrupción y delitos conexos.
La norma creó el denominado Fideicomiso de Retención y Reparación (FIRR), que sirve para el pago de la reparación civil y las deudas tributarias exigibles coactivamente, así como de las deudas tributarias que se originen por la venta de proyectos o empresas.
Es bueno que el país se esté esforzando en recuperar los dineros que con todo derecho le corresponden y que por una u otra razón parecían en riesgo de perderse. Hay demasiadas necesidades por atender como para renunciar a recursos tan valiosos.
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