Comenzó el proceso para mejorar radicalmente la infraestructura, la capacidad y las prestaciones del liberteño puerto de Salaverry, el tercero más importante del país por su movimiento de carga.
Con la presencia del presidente Vizcarra, del ministro de Transportes y Comunicaciones y funcionarios de la concesionaria Salaverry Terminal Internacional (STI), anteayer se puso la primera piedra de tal proceso.
Los trabajos comprenden la ampliación del frente de atraque del muelle 1 (visible al lado izquierdo de la primera foto y al centro de la segunda) de 225 a 285 metros, y de su ensanchamiento de 25 a 43 metros.
Eso permitirá que en dicho muelle, que hoy es el más delgado de los dos (pues tiene 25 metros frente a 30 del otro) operen grúas móviles multipropósito, tales como las que hay en Matarani, Paita y Pisco, y que pueden movilizar todo tipo de carga, incluyendo contenedores.
El muelle 2 será modernizado, para convertirse, gracias a su cercanía a los silos y depósitos que se construirá, en el principal punto de embarque y desembarque de graneles.
También está contemplado un dragado a 14 metros. Cabe precisar que el puerto efectuó recientemente uno a 10.5 metros, que ya le permitió recibir buques más grandes y (gracias a su nuevo sistema de amarre hidráulico) permanecer abierto muchos más días al año.
Además, se construirá un antepuerto para 115 camiones, lo que permitirá a estos vehículos ingresar de manera ordenada al puerto.
Asimismo, habrá nuevos almacenes de soya, fertilizantes y concentrados de minerales, para 20 mil, 30 mil y 50 mil toneladas, respectivamente.
Igualmente, una losa de 8,400 metros cuadrados para almacenar cereales bajo manta, y otra de 4,800 para carbón. Los edificios de administración, de talleres y de seguridad serán remodelados.
Lo mencionado forma parte de las etapas 1, 2, 3 y 4 del proyecto. Según el contrato, por ahora solo correspondía llevar a cabo la primera y la segunda, pues la tercera estaba prevista para cuando el movimiento de granel limpio (trigo, maíz y otros productos) llegara a 1.2 millones de toneladas en dos periodos de doce meses consecutivos. Afortunadamente, el concesionario ha preferido adelantar el cronograma y ejecutar simultáneamente las cuatro.
Las obras, que se llevarán a cabo en poco más de dos años (26 meses) y demandarán una inversión de US$ 270.1 millones, serán efectuadas sin necesidad de paralizar las operaciones del puerto, por lo que este prevé cerrar el año con un movimiento de tres millones de toneladas (6.4% más que los 2.82 millones del año pasado).
Cabe recordar que luego de estos trabajos y los correspondientes a una quinta etapa, el puerto acometerá, una vez cumplida alguna de las tres condiciones señaladas en el contrato, la construcción de una amplia dársena en su zona sur, a ser excavada donde hoy es tierra firme. El amarradero de esta se ubicará siguiendo el frente de atraque del muelle 1, conformando un gran muelle de unos 600 metros de largo dedicado a atender especialmente buques portacontenedores.
Fotos: Presidencia y MTC
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