Debido a la pandemia del COVID-19, y el grave riesgo de contagio que implica para miles de niños y jóvenes, cada vez se va percibiendo más difícil el reinicio de las clases escolares presenciales.
La fecha tentativa planteada, 6 de mayo, quedó descartada hace varios días, y actualmente no hay ninguna otra en agenda, habiéndose inclusive insinuado que en lo que resta del año se tendría que recurrir por completo a la modalidad de educación a distancia.
Como lo demuestran los videos adjuntos, elaborados por personal especializado del MINEDU y otras entidades, y protagonizados por presentadores que vienen haciendo un magnífico papel en internet, televisión y radio, dicha modalidad de enseñanza ya ha venido haciendo su fundamental aporte desde el día 6 de este mes, en que se le puso en marcha, para suplir de manera temporal y parcial a las clases regulares.
Pero ahora es probable que deba cargar de una manera mucho más intensa el peso de la responsabilidad, pues quizá se convierta en la única forma de que los estudiantes salven el año, aprovechándola lo mejor posible. Lo que hasta ahora solo se había visto como una salida de cortísimo plazo podría pasar a ser la única esperanza para millones de alumnos. De confirmarse tal cosa, el esfuerzo que se tendría que poner en ella tendría que ser aún mayor que el ya visto.
Felizmente, el gobierno se ha comprometido a facilitar las cosas, dotando a los estudiantes más pobres del campo y de la ciudad, y a sus maestros, de casi un millón de tablets, para que con el vital auxilio del internet (que permite la interacción que lamentablemente no es posible con la televisión ni la radio) este titánico esfuerzo de toda la comunidad educativa llegue a buen puerto.
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