En dicha publicación sobresale un índice que mide el grado en que las políticas e instituciones de los países hacen posible la libertad económica, considerándose como pilares de esta la elección personal, el intercambio voluntario, la libertad para ingresar a los mercados y competir, la seguridad personal y la propiedad privada. Dicho índice se construye a partir de 42 datos, pertenecientes a cinco grandes áreas:
1. Tamaño del gobierno. A medida que aumentan el gasto público, los impuestos y el tamaño de las empresas controladas por el gobierno, la toma de decisiones de este sustituye a la elección individual, y por ende la libertad económica se reduce.
2. Sistema legal y derechos de propiedad. La protección de las personas y de sus bienes adquiridos legítimamente es un elemento central, tanto de la libertad económica como de la sociedad civil, y una función fundamental del gobierno.
3. Dinero sólido. Teniendo en cuenta que la inflación erosiona el valor de los salarios y ahorros legítimamente ganados, mantener la solidez del dinero es esencial para proteger los derechos de propiedad. Cuando la inflación no solo es alta sino también volátil, se hace difícil para las personas planificar el futuro y, por lo tanto, se reduce su libertad económica efectiva.
4. Libertad de comercio internacional. La libertad de intercambio, en su sentido más amplio (comprar, vender, hacer contratos, etc) es esencial para la libertad económica, y se reduce cuando no incluye a empresas e individuos de otras naciones.
5. Regulación. Los gobiernos no solo usan una serie de herramientas para limitar el derecho de intercambio internacional, sino también pueden desarrollar regulaciones onerosas que limitan el derecho de intercambio, de obtener créditos, o de contratar o trabajar para quien se desee, u operar libremente el negocio.
De acuerdo con su desempeño en esos importantes criterios, se ubica a los países en uno de cuatro cuartiles, el primero de ellos correspondiente a los países Más Libres y el último a los Menos Libres.
Considerando la información del año 2018, el líder en la materia es Hong Kong, que luce una puntuación de 8.94. Le siguen Singapur (8.65), Nueva Zelanda (8.53), Suiza (8.43) y Australia (8.23).
En el Segundo Cuartil figuran Noruega (43), República Dominicana y Suecia (46), Italia (51), El Salvador (56), Francia (58), Honduras (63), Uruguay (66), Paraguay (67), México (68) y Nicaragua (74).
Rusia sólo logra posicionarse en el tercer cuartil (puesto 89), donde también se hallan Colombia (92), Brasil y la India (ambos en el 105), Ecuador (110) y Bolivia (116).
Por su parte, en el cuartil de los Menos Libres se sitúan China (124), Pakistán (129), Argentina (144) y varios países africanos y del medio oriente, entre ellos Irán (158). Lamentablemente, en el último lugar (162) figura la destruida Venezuela, con apenas 3.34 puntos, que son el reflejo de una política con la cual el gobierno, en su obsesión estatista y controlista, aplastó por completo la libertad económica.
De nada sirve tener una mayor libertad económica si el Peru tiene tanta corrupción y mal Estado, solo servirá para que los grupos económicos y de poder hagan lo que les plazca...
ResponderEliminarMelmoth, Si un publico pide coima, un privado se la paga, la corrupcion no es un asunto estatal, es de todos, de nosotros los ciudadanos provados que terminamos siendo parte del juego, tolerando.
EliminarJusto eso se está tratando de cambiar, se parte de la solución y denuncia si ves un acto ilegal, creo Que la JNJ es algo acertado que cambiara las reglas del juego en los años venideros
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