El Señor Merino en el Gobierno

Al margen de la posición que se tenga acerca del cuestionable procedimiento de vacancia llevado a cabo ayer por el Congreso, y del pésimo estado de ánimo que ha generado en la mayoría de la población, lo cierto es que el señor Manuel Merino está hoy a cargo del gobierno.

Así las cosas, y suponiendo que continúen discurriendo en el mismo sentido (pues a raíz de esto se ha generado un ambiente de confusión tan grande que es difícil saber cuál será el desenlace final), es pertinente plantear al referido político que durante los nueve meses que estará en el gobierno (dado que está obligado a dejarlo el 28 de julio del próximo año) se ciña a parámetros como los siguientes:

Respete escrupulosamente el cronograma electoral, que señala elecciones generales el 11 de abril, sin afectar la imparcialidad del proceso ni interferir en la labor de los organismos encargados.

No afecte la buena línea económica que mantiene desde hace tres décadas el país, la misma que le ha permitido crecer sostenidamente, con libertad para los negocios, buen desempeño fiscal, baja inflación, reducida carga de la deuda, exportaciones en alza, abundantes reservas internacionales, creciente captación de inversión privada nacional y extranjera, bajo riesgo país, excelente calificación crediticia, notoria reducción de la pobreza y tangible crecimiento de la clase media. La vacancia ya generó gran inquietud, haciendo caer la bolsa, debilitando al sol y elevando el riesgo país. No se debe hacer nada que agrave esa situación, y sí nombrar de inmediato un ministro de Economía afín a los lineamientos que se ha venido aplicando hasta hoy. 

No dé pasos, por presión de su partido o de los demás existentes en el Congreso, hacia el desmantelamiento de importantes reformas llevadas a cabo por el gobierno de Vizcarra, por ejemplo la judicial, la política y la universitaria. Acerca de esta última, el justificado cierre de "universidades" de pésimo nivel que constituían un gran negocio para sus dueños y una estafa para sus miles de estudiantes no debe ser revertido de ninguna manera, como tampoco se debe permitir la creación de nuevas universidades, tal como ya se estaría tramando. En el ámbito de la educación escolar, se debe rechazar cualquier intento de desvirtuar o desmantelar el excelente esquema de la meritocracia docente.

No intente cambios drásticos de las políticas ni de los funcionarios del sistema de salud, en momentos que este, después de notorios errores iniciales, ha logrado tomarle el pulso a la pandemia y reducir de manera significativa los contagios y las muertes. 

No interfiera ni busque presionar en las investigaciones que la justicia está y seguirá llevando a cabo acerca de Martín Vizcarra. El país necesita conocer la verdad de su proceder, para tener la total certeza de si el argumento esgrimido para vacarlo fue válido o no.