En el último mes del año de la terrible pandemia que afectó enormemente a toda la humanidad, las siete más grandes economías de América Latina siguieron mostrando claras señales de recuperación de su actividad productiva, luego de la grave caída que sufrieron debido a la paralización a que se vieron obligadas para frenar los contagios.
Pero solo tres lograron crecer frente al mismo mes del año 2019. Por fortuna, una de ellas fue la peruana, que avanzó un modesto pero esperanzador 0.51%, su primera cifra en azul de los últimos aciagos nueve meses. Las otras fueron la ecuatoriana (la de mayor expansión) y la brasileña.
Las demás cayeron, habiendo sido la mexicana y colombiana las de cifras más negativas. La chilena, de leve crecimiento en noviembre, no pudo sostenerse y volvió a caer, aunque también levemente.
Esa es la situación según los indicadores referenciales de actividad económica (aproximación muy cercana al PBI) de los citados países.
Con ello, a lo largo del año Brasil resultó ser el de mejor desempeño, con un retroceso bastante moderado considerando lo durísima que fue (y aún continúa siéndolo) la situación sanitaria mundial.
El segundo mejor posicionado fue Chile y el tercero Colombia. Luego se situaron México y Ecuador con caídas superiores al 8% y tras ellos Argentina, que se libró por poco de caer dos dígitos (aunque falta ver lo que dice el dato oficial del PBI, que se conocerá posteriormente).
Cierra la tabla el Perú, con su fortísimo retroceso de 11.12%, que sin embargo no se explicó por debilidades de su economía, sino por la decisión del gobierno de establecer una restricción productiva demasiado rígida y extendida, que al desplomar la actividad en el segundo trimestre la condenó a ser la de mayor caída en el año, pese a que desde hace varios meses ya viene teniendo mejor desempeño que la mayoría de las aquí consideradas. Esta última situación será muy visible a partir de marzo, cuando nuevamente pasará a ser una de las más dinámicas, primero en el cómputo mensual y paulatinamente en el anual, acorde con las previsiones de los analistas nacionales y extranjeros. Salvo, claro, que una mala elección en abril desbarate los planes de mejora previsibles gracias a los sólidos fundamentos de su muy buen modelo económico.
Graciss Comunista Vizcarra.
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