Las tasas obtenidas son muy competitivas, de 3.30% y 3.55% para los nuevos bonos y de 2.734% para el de reapertura.
Estas fueron el reflejo de una sólida demanda, que sobrepasó los US$ 10 mil millones y estuvo conformada por más de 200 inversionistas, provenientes principalmente de Estados Unidos (71%), Europa (21%), Asia (4%) y Latinoamérica (4%).
Esa fuerte demanda ocurrió no obstante que el contexto internacional aún es volátil (con señales de recuperación económica que todavía avanzan lentamente), y se sustenta en la confianza de la que goza el Perú por sus sólidos fundamentos macroeconómicos, el manejo prudencial de su deuda pública y las medidas que ha venido adoptando para contrarrestar el efecto de la pandemia.
Con ello nuestro país asegura sus necesidades de financiamiento para el año fiscal 2021 a un costo competitivo (aprovechando que las tasas globales regresaron a un escenario de cierta estabilidad) y se adelanta a eventos que podrían añadir volatilidad a los mercados. Además, continúa optimizando el perfil de su deuda.
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