Estas no vendrán mientras el propio gobierno propicie el temor con su absurda pretensión de cambiar la actual Constitución para desmantelar el vigente modelo económico, ese que en las últimas tres décadas ha generado la confianza que al Perú le ha permitido captar records de inversiones, y crecer más que la mayoría de países latinoamericanos.
Allí están los gobiernistas Cerrón, Bellido, Bermejo y Boluarte, así como la bancada de Perú Libre, haciendo todo el tiempo obsesiva campaña en favor de ese despropósito, en el afán de establecer en el país un modelo económico estatista, tan desastroso como el chavista o el cubano. Además, promueven la absurda iniciativa a sabiendas de que es absolutamente ilegal, con lo cual dejan claro que les interesan un ápice el respeto a la ley y la seguridad jurídica.
Si Castillo realmente aspira a que lleguen las grandes inversiones que el Perú requiere para seguir creciendo como lo ha venido haciendo en las tres últimas décadas, debe descartar totalmente esas nefastas propuestas y entender que el modelo económico actual es claramente beneficioso para el país y sus habitantes. Sin duda se le puede hacer mejoras, por ejemplo para incrementar la productividad y competitividad, y para reducir la informalidad, pero de ninguna manera se debe cometer la extrema torpeza de intentar desecharlo.
NO debe cambiar la constitución porque afirma la unión entre un hombre y una mujer, y que el concebido tiene todos los derechos. A nadie le hace falta ningún derecho fundamental, no hay nada qué cambiar.
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