Además, el peligro que representan los vehículos puede ser bastante bien contrarrestado con la construcción de puentes peatonales, que permitan a la gente pasar sin riesgo a la zona de la arena y el mar.
Ya hay un buen número de ellos a lo largo de los más de diez kilómetros de la vía. Y hace dos días la Municipalidad de Lima puso en operación uno más, que tal como el inaugurado hace algún tiempo es inclusivo, dotado de ascensores panorámicos para personas en sillas de ruedas.
Pero se requiere muchos más. Con un número considerable de ellos, y con el mejoramiento de sus características, condiciones y prestaciones, el enorme y bello espacio junto al mar puede cumplir muy adecuadamente las dos importantes funciones mencionadas al inicio.
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