Ahora la TBM, con su cabezal cortador de 10.27 metros de diámetro inactivo, avanzará con sus imponentes 120 metros de largo por la losa de fondo de la estación a la que acaba de llegar, hasta ubicarse frente a su muro del lado oeste. Y allí comenzará la segunda etapa de su recio trabajo, que la llevará, recorriendo 736 metros, hasta la estación Nicolás Ayllón, número 17 de la línea.
Sin duda, se trata de un importante logro dentro de una de las obras de infraestructura más grandes emprendidas por nuestro país. Y es muy bueno que haya estado allí Castillo, para que compruebe que es con grandes obras como esta, de gran envergadura y basadas en la masiva inversión privada, y con más democracia, y no con Asambleas Constituyentes que pretenden instaurar extremismos y modelos económicos fracasados, que se construye el progreso del país.
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