En la última se observa cómo, tras haberse construido una gran franja por el lado exterior del muelle (la que está cumpliendo el rol del demolido rompeolas sur del puerto), se está avanzando en el rellenado del amplio espacio interior, destinado a ser el patio de respaldo del muelle, donde se depositará temporalmente los contenedores.
Cuando se culmine ese trabajo (o quizá a la vez, según lo decidido) se acometerá la construcción del muelle en sí, es decir la recia plataforma de atraque de concreto apoyada en pilotes por la que correrán las tres inmensas grúas pórtico contempladas para la operación.
Gracias a esos trabajos, el gran espacio, que ya lucía enorme frente a todos los otros, se agigantará aún más, pues con los 400 metros adicionales que ganará llegará a 1,050, y será capaz de atender simultáneamente a tres buques del tamaño de los más grandes que han llegado hasta la fecha a puertos sudamericanos.
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