Era obvio que no se podía aceptar semejante muestra de ingenuidad, cuando es tan evidente la actitud dolosa del mencionado personaje. A Castillo se le debe comenzar a investigar de inmediato.
Y muy bien, asimismo, la decisión de iniciar las investigaciones por el presunto delito de tráfico de influencias. El Perú necesita esclarecer todos los hechos, para poder tomar lo más rápido posible las medidas que correspondan.
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