Como se menciona en este vídeo del diario La República, el problema se debe a que la ATU y el MTC no se ponen de acuerdo con la empresa concesionaria acerca de quién debe solucionar algunos problemas accesorios, como los de un canal de regadío que pasa por el costado de la Carretera Central o reubicar dos grandes postes de alta tensión.
Es decir, una multimillonaria obra no puede funcionar, porque las partes responsables no solucionan con la rapidez requerida asuntos menores. Mientras tanto, decenas de miles de personas siguen padeciendo diariamente con un tránsito restringido o bloqueado y centenares de negocios tienen graves dificultades para que sus clientes los visiten.
Según el especialista Luis Quispe Candia el principal culpable de la situación es el Estado. En realidad, desde hace mucho tiempo este viene incumpliendo su parte del contrato, como lo demostró tardando años en la entrega de los terrenos y la aprobación de los estudios definitivos de ingeniería. Esa es la razón por la cual el consorcio, que inició los trabajos a tiempo, y compró los trenes y las tuneladoras hace ya varios años y se vio obligado a tenerlos almacenados y sin uso, lo ha demandado por cifras millonarias, por haberle alterado con su retraso la programación de los trabajos y llevado a incurrir en enormes costos.
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