Mientras, tanto, en la misma avenida acaba de haber un accidental flujo, desde el subsuelo hacia la superficie, de lodo o espuma de bentonita (material inocuo empleado en pozos y túneles para dar mayor consistencia y estabilidad a los suelos húmedos, como el del Callao). Eso ha ocurrido unos 180 ó 200 metros al oeste de la estación Insurgentes (número 4 de la línea), aquella donde la tuneladora Micaela inició el 27 de septiembre su labor de perforación rumbo a la de Juan Pablo II (3).
Dado que el material es inyectado desde el disco de corte de la máquina (como se explica en el minuto 1.34 del vídeo referencial adjunto), eso podría indicar que esta se hallaría muy cerca de allí.
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