Eso ha incluido el dragado, la construcción de 24 silos de concreto (para maíz y trigo), grandes almacenes (para minerales, azúcar, soya y fertilizantes) y patios (para carbón y otros productos).
Asimismo, la mejora de sus dos muelles, que como muestra del dinamismo del terminal lucen plenamente ocupados. El principal, el número 1 (visible en primer plano), acaba de ser alargado de 225 a 285 metros, y ensanchado de 25 a 43. Por ser multipropósito, allí operan las dos grúas móviles Liebherr 420 adquiridas hace poco. El otro, el número 2, fue totalmente reconstruido (desde sus pilotes) el año pasado.
El siguiente paso (y sin duda el más espectacular) en el proceso de transformación de Salaverry será la construcción de la dársena para la recepción de buques portacontenedores, a ser atendidos por grandes grúas pórtico. Eso se hará siguiendo la línea del muelle 1 (ver lado derecho de la foto), horadando la costa para abrirle espacio al mar, constituyendo un largo frente de atraque, apto para recibir grandes buques. Pero no se llevará a cabo pronto, sino dentro de algunos años, cuando la demanda así lo amerite.
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