Afortunadamente, la situación ha ingresado desde hace ya un buen número de semanas a una etapa de mucho mayor tranquilidad, y eso se está comenzando a reflejar en las expectativas a todo nivel.
Las expectivas macroeconómicas de febrero, por ejemplo, son bastante mejores, prácticamente en todos los aspectos, que las de enero, como lo refleja este cuadro del BCR. Y aquellas a doce meses ya han dejado atrás su pesimismo y se han posicionado en el tramo optimista.
Ese renovado ánimo de la población y del sector productivo se está sumando a la buena evolución de varios indicadores importantes, como el fuerte crecimiento de la producción de electricidad (uno de los indicadores más decidores) y el fuerte avance (a tasas cercanas al 30%) de la inversión del gobierno nacional. Otro factor positivo es la recuperación que comienzan a mostrar las principales economías.
El ciclón Yaku, pese a su destrucción, no influiría demasiado negativamente en la perspectiva, pues sería contrarrestado en gran medida con las obras de reconstrucción y con el programa reactivador Con Punche Perú. Y la crisis por la quiebra de varios bancos en EEUU parece estar comenzando a ser controlada.
Eso ha llevado al MEF a afirmar que la economía, que acaba de tener retroceso en enero, y probablemente lo vuelva a tener en febrero, se recuperaría significativamente a partir de marzo, y por efecto de esa alentadora tendencia en abril podría lograr una tasa cercana al 4%.
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