El debilitamiento de la actividad productiva que viene afrontando la economía peruana, con el PBI decreciendo 0.45% en lo que va del año, se está reflejando en la morosidad bancaria.
En efecto, el referido indicador, equivalente al porcentaje de los créditos directos que se encuentran en situación de vencido o en cobranza judicial, se está incrementando sostenidamente desde hace cuatro meses, y en julio acaba de llegar a 4.24%.
El enfriamiento productivo está dificultando la obtención de ingresos, y por ende llevando a atrasar los pagos. Por eso el dato, que se había logrado reducir a 3.96% en marzo luego de varios meses de superar el 4.00%, ha vuelto a repuntar, y ha pasado a 4.01% en abril, 4.05% en mayo, 4.07% en julio, y ahora, dando un notorio salto, al porcentaje mencionado en el párrafo anterior y también visible en el gráfico.
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