Pero sus afirmaciones no se ajustan a la realidad, pues la gran capacidad prevista de Chancay deja en claro que no solo movilizará carga peruana (la gran mayoría de la cual se moviliza por el puerto del Callao), sino toda aquella que la región sudamericana tenga a bien poner en sus muelles con miras a acercarla rápida y directamente, mediante buques gigantes, a los enormes mercados de China y de toda Asia. Empresarios brasileños ya mostraron su interés por el proyecto, que con la construcción de un ferrocarril permitiría a una parte importante de la producción agraria de ese país llegar mucho más rápidamente a China.
Además, se le olvida que en Chancay esa capacidad se elevará en menos de un año a 1.5 millones de TEU. Eso ocurrirá con la llegada de otras dos grúas pórtico de muelle y varias más de patio, y con la ampliación del muelle de contenedores, para el cual ya se rellenó el espacio respectivo y se está despejando el área circundante, con miras a concretar un tercer amarradero con su correspondiente patio.
También pasa por alto el hecho de que Chancay no demorará mucho tiempo más para hacer realidad su proyecto total, que con una inversión de más de US$ 3 mil millones lo dejará convertido en un verdadero coloso, con quince amarraderos (once para contenedores y cuatro para carga general). Puerto Exterior, en cambio, solo comenzará a operar en el año 2036, y logrará su máximo despliegue en el 2046, momento en el cual Chancay ya estará sobradamente consolidado como el hub regional, bien apuntalado por un Callao que también está ampliando de manera considerable sus capacidades (con la reciente ampliación de su Muelle Sur y la inminente en su Muelle Norte), y que para entonces ya podría haber concretado su imponente proyecto de despliegue exterior, con grandes muelles de contenedores más allá de su rompeolas norte.
(Continuará)
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