Felizmente, ayer acaba de ser reabierta, al haber prácticamente culminado los trabajos más grandes y pesados en el recinto bajo tierra, que está ingresando a su fase de acabados y equipamiento.
Como una vía a nivel (y no como el terrible y abusivo callejón oscuro en que el MTC pretende convertirla al techarla de punta a punta con un monstruoso viaducto elevado), mejorada en su transitabilidad y en su fisonomía, y extendiendo a lo largo de sus cuatro kilómetros (con un intenso programa de arborización) la bella alameda que ya tiene en el distrito de Bellavista, la avenida será una ágil, adecuada y digna ruta entre la ciudad y el aeropuerto, y la mejor puerta para que el Callao se comunique y se beneficie, como merece y como corresponde, de una fluida interconexión con ambos importantísimos puntos de la metrópoli.
Con tan solo una ínfima parte del inmenso recurso que se pretende dilapidar en el absurdo viaducto se podría ayudar a financiar un programa de tarrajeo y pintado de todas las casas de la avenida. Realzar esta sería una forma de mejorar lo que ya existe, en lugar de destruirlo. Con otro monto se podría mejorar, comenzando por la Faucett, todas las rutas que pueden contribuir en la conexión urbe-nueva terminal. Y sobraría dinero para otras obras importantes.
De otro lado, también se reabrió el tránsito peatonal en cuatro carriles de la cuadra 49 de la avenida Colonial, allí donde se construye la estación Óscar Benavides (6), en el sentido este-oeste y en el contrario.
Ojalá pronto se tenga noticias del mismo tipo acerca de las estaciones Buenos Aires (2) y Puerto del Callao (1), que han avanzado bien.
Me gusta esa idea de tarrajear todas las paredes de ladrillo de los propietarios aledaños a la av santa Rosa
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