Si bien parece que el reportaje se excediera al hablar de tren bala, en realidad no lo hace, pues esa denominación se emplea para aquellos que superan los 200 kilómetros por hora (kph). Y el nuestro lo haría, pues en su versión de pasajeros alcanzaría una velocidad de 200 (o quizá 250) kph. Es decir, si bien no destacaría en absoluto entre los trenes-bala del mundo, sí se posicionaría como el tren más veloz de América Latina.
La inversión en el gran proyecto ascendería a unos US$ 6,500 millones, cuantiosa cifra que se explica por la necesidad de construir una gran cantidad de túneles, puentes y pasos a desnivel.
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