De la mano de la recuperación del consumo y de la actividad económica en general, la inflación se incrementó (con excepción de Ecuador) en todos los países latinoamericanos en el 2010. Eso lo podemos comprobar mediante los siguientes datos, provenientes de las páginas web de los bancos centrales e institutos de estadística de los países de la región. Únicamente nos faltó la información de Panamá, República Dominicana y Nicaragua, que aún no está disponible.
Como se observa, Venezuela continúa siendo, al igual que en los últimos años, el país más inflacionario de América Latina. Los desequilibrios macroeconómicos, derivados de un nivel excesivo de gasto público, se manifiestan en los crecientes precios. Los tímidos e inconsistentes planes de ajuste llevados a cabo por el gobierno no han tenido mayor éxito.
Argentina se mantiene como el segundo país de la lista. Según su cuestionadísimo Indec, la tasa inflacionaria para todo el año llegaría a 11%, pero según los analistas privados estaría más bien entre el 20% y el 30%.
En el resto de países las tasas son mucho menores, aunque no dejan de ser preocupantes las abruptas subidas registradas en varios de ellos. En Paraguay, por ejemplo, se incrementó de 1.86% a 7.20%, en Bolivia de 0.26% a 7.18%, en Honduras de 2.95% a 6.50%, y en Guatemala de -0.28% a 5.39%.
En Brasil, pasó de 3.65% a 5.91%, generando temor a que alcance un nivel menos manejable, en tanto que en Chile pasó de -1.38% a 3%.
Afortunadamente, en nuestro país la inflación no constituye un real problema, pues, luego de haber registrado el ínfimo nivel de 0.25% en el 2009, en el 2010 apenas alcanzó el 2.08%. Un dato adicional sobre el tema es que la inflación peruana de la última década es la menor de los últimos 70 años.
Sin embargo, pese a todos los buenos resultados, el BCR no quiere dar ningún handicap, y, para efectos de prevención, ya reanudó su política de incrementar la tasa de referencia, entre otras medidas tendentes a mantener bajo control los precios.
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