miércoles, 27 de noviembre de 2013

Dos Pequeños Satélites en Órbita

Gracias al esfuerzo y desarrollo científico del Instituto de Radioastronomía (INRAS) de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), nuestro país tiene en órbita desde hace seis días sus dos primeros satélites "hechos en casa".



Se trata de los nanosatélites PUCP Sat-1 y Pocket PUCP. El primero, del tipo conocido como CubeSat, es un cubo de 10 centímetros por lado y 1.24 kilogramos de peso. Se abastece de electricidad mediante baterías de polímero de litio en las que acumula la energía que capta a través de diez células solares. Posee dos antenas (VHF y UHF), y una vida útil estimada de 15 años. Cuenta con sensores de temperatura en 19 lugares de su interior.

El PUCP Sat-1. 1 y 2.Vistas externas  3.Con otros pocketsats que viajaron en el Unisat-5 
4.Mostrando sus antenas  5.En pruebas de vibración  6.En pruebas térmicas y en vacío
7.Tarjetas electrónicas  8.Desarrollo de su carga útil  9.Diseño de su procesador 
10.Circuito electrónico (con la Marca Perú)  11.Control de desplazamiento de antenas 
12.Inserción en microsatélite transportador Unisat-5. (Fotos: INRAS-PUCP)

El segundo, por su parte, es lo que se denomina un femtosatélite (satélite de hasta 100 gramos de peso). El Pocket PUCP, de diseño propio, mide tan sólo 8.35 x 4.95 x 1.55 cms. y pesa apenas 97 gramos. Viajó al espacio insertado en el PUCP Sat-1, que luego lo desplegó para que operara independientemente. Ello ocurrió en una de las tapas del satélite, que, a modo de puerta de una cassettera, lo albergó durante el viaje, para luego abrirse y eyectarlo al espacio. Posee una antena de UHF, mediante la cual transmite información (en código Morse) acerca de su temperatura en diversos sectores de su interior. Dicha información es retransmitida luego a tierra por el PUCP Sat-1.

El Pocket PUCP: 1.Vista externa  2.Circuito electrónico 
3.Tapa del Pocket Sat-1 donde viajó el Pocket PUCP 
4.Diagrama general del Pocket Sat-1 y ubicación en él del Pocket PUCP 
(Imágenes: INRAS-PUCP)

Ambos son de aluminio. Cada 90 minutos completan una vuelta alrededor del planeta, a una órbita baja (a 630 kilómetros de altura) y polar (uniendo los polos sur y norte).


El lanzamiento

El comunicado de Kosmotras

Su colocación en el espacio fue efectuada por un Dnepr-1, anteriormente denominado SS-18, uno de los temibles ex misiles balísticos intercontinentales (ICBM) que la Unión Soviética poseía en la época de la guerra fría, y que ahora, en lugar de portar cabezas nucleares, tiene un uso mucho más constructivo.

Y el del Grupo Gauss

El poderoso cohete, de 20 metros de altura, despegó desde un silo subterráneo (ubicado en la base de lanzamiento de la empresa rusa Kosmotras en Yasny en la región de Oremburg), transportando nada menos que 32 satélites de varios tipos, por encargo de diversas empresas y países.

Como se puede ver en la ilustración de abajo, los satélites comenzaron a ser "sembrados" en la órbita a partir de los 923 segundos del lanzamiento, una vez que el cohete se desprendió de sus dos etapas impulsoras y su ojiva y se ubicó en la posición adecuada.

El microsatélite italiano Unisat-5, que portaba cuatro CubeSats y cinco PocketCubes (entre ellos los dos peruanos), fue "sembrado" a los 931 segundos del lanzamiento. El artefacto, de 28 kilos de peso, fue desarrollado por el Grupo Gauss (grupo científico de la universidad de Roma). Es el primero de su tipo especializado en servir como plataforma para nanosatélites, lo cual, sin duda, resulta espléndido para tantas entidades, empresas y gobiernos deseosos de incursionar por primera vez en el espacio.

Los compartimientos lanzadores del Unisat-5, para CubeSats y para PocketQubes

La noticia fue realmente inesperada, porque más bien estaba previsto que la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) fuera la primera en tener en el espacio un aparato de este tipo, teniendo en cuenta que su proyecto, el Chasqui 1, ya estaba muy avanzado y había pasado por una rigurosa etapa de pruebas, con permanente asesoría de técnicos rusos. La PUCP efectuó un trabajo de perfil más bajo y ahora nos dio esta grata sorpresa, por la que sin duda merece los más encendidos elogios.


El Wren, pocketcube alemán, también fue transportado por el microsatélite nodriza Unisat-5

Al margen de cronologías y entidades, es fundamental haber dado este primer paso. Si bien la tecnología acerca de ambos tipos de satélites se halla considerablemente difundida en el mundo, siendo numerosos los países que ya han experimentado con ella, es importante que nuestros centros de estudio se estén esforzando por conocerla mejor y llegar a dominar sus complejos detalles y procedimientos. Aunque la mayor parte de componentes y tecnología son importados, aquí se ha llevado a cabo el delicado ensamblaje de las piezas, su calibración y puesta a punto, las pruebas físicas pertinentes, el trabajo electrónico (construcción de los circuitos según los objetivos planteados), el diseño del procesador y la programación informática requerida para su adecuado funcionamiento. Además, la operación de los artefactos implicará el envío de instrucciones desde tierra y la correcta recepción y procesamiento de información (como las imágenes o los datos de sus sensores de temperatura que enviará el PUCP Sat-1). Todo ello configura un utilísimo proceso de aprendizaje, que justifica sobradamente los esfuerzos de este tipo y abona el camino para nuevos proyectos. Lo mismo se podrá decir del Chasqui Sat, que ojalá sea lanzado pronto.

No hay que olvidar, de otro lado, que en el mismo campo nuestro país está a punto de adquirir, con una inversión de aproximadamente US$ 200 millones, un satélite de observación, que, además de permitir tener una mayor información de lo que acontece en el territorio nacional, contribuirá (gracias a la permanente interacción con el artefacto y a la transferencia tecnológica que muy probablemente la compra supondrá) a que nuestros ingenieros y técnicos dominen más la especialidad. Tampoco hay que olvidar al cohete Paulet, que si bien aún se halla en una fase muy inicial de desarrollo, en el futuro podría mejorar sus prestaciones y su capacidad y quizá convertirse en el lanzador que nuestro país necesita para seguir adelante con proyectos como los aquí reseñados.

1 comentario:

  1. Extraordinaria noticia. Aun cuando hablamos de pequenos satelites, es un paso muy importante hacia el espacio.Ojala que nuestros cientificos sigan avanzando en el campo espacial y tecnologico.

    ResponderEliminar