Se trata de los nanosatélites PUCP Sat-1 y Pocket PUCP. El primero, del tipo conocido como CubeSat, es un cubo de 10 centímetros por lado y 1.24 kilogramos de peso. Se abastece de electricidad mediante baterías de polímero de litio en las que acumula la energía que capta a través de diez células solares. Posee dos antenas (VHF y UHF), y una vida útil estimada de 15 años. Cuenta con sensores de temperatura en 19 lugares de su interior.
El PUCP Sat-1. 1 y 2.Vistas externas 3.Con otros pocketsats que viajaron en el Unisat-5
4.Mostrando sus antenas 5.En pruebas de vibración 6.En pruebas térmicas y en vacío
7.Tarjetas electrónicas 8.Desarrollo de su carga útil 9.Diseño de su procesador
10.Circuito electrónico (con la Marca Perú) 11.Control de desplazamiento de antenas
12.Inserción en microsatélite transportador Unisat-5. (Fotos: INRAS-PUCP)
El Pocket PUCP: 1.Vista externa 2.Circuito electrónico
3.Tapa del Pocket Sat-1 donde viajó el Pocket PUCP
4.Diagrama general del Pocket Sat-1 y ubicación en él del Pocket PUCP
(Imágenes: INRAS-PUCP)
Ambos son de aluminio. Cada 90 minutos completan una vuelta alrededor del planeta, a una órbita baja (a 630 kilómetros de altura) y polar (uniendo los polos sur y norte).
El lanzamiento
El comunicado de Kosmotras
Y el del Grupo Gauss
Como se puede ver en la ilustración de abajo, los satélites comenzaron a ser "sembrados" en la órbita a partir de los 923 segundos del lanzamiento, una vez que el cohete se desprendió de sus dos etapas impulsoras y su ojiva y se ubicó en la posición adecuada.
Los compartimientos lanzadores del Unisat-5, para CubeSats y para PocketQubes
La noticia fue realmente inesperada, porque más bien estaba previsto que la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) fuera la primera en tener en el espacio un aparato de este tipo, teniendo en cuenta que su proyecto, el Chasqui 1, ya estaba muy avanzado y había pasado por una rigurosa etapa de pruebas, con permanente asesoría de técnicos rusos. La PUCP efectuó un trabajo de perfil más bajo y ahora nos dio esta grata sorpresa, por la que sin duda merece los más encendidos elogios.
El Wren, pocketcube alemán, también fue transportado por el microsatélite nodriza Unisat-5
Al margen de cronologías y entidades, es fundamental haber dado este primer paso. Si bien la tecnología acerca de ambos tipos de satélites se halla considerablemente difundida en el mundo, siendo numerosos los países que ya han experimentado con ella, es importante que nuestros centros de estudio se estén esforzando por conocerla mejor y llegar a dominar sus complejos detalles y procedimientos. Aunque la mayor parte de componentes y tecnología son importados, aquí se ha llevado a cabo el delicado ensamblaje de las piezas, su calibración y puesta a punto, las pruebas físicas pertinentes, el trabajo electrónico (construcción de los circuitos según los objetivos planteados), el diseño del procesador y la programación informática requerida para su adecuado funcionamiento. Además, la operación de los artefactos implicará el envío de instrucciones desde tierra y la correcta recepción y procesamiento de información (como las imágenes o los datos de sus sensores de temperatura que enviará el PUCP Sat-1). Todo ello configura un utilísimo proceso de aprendizaje, que justifica sobradamente los esfuerzos de este tipo y abona el camino para nuevos proyectos. Lo mismo se podrá decir del Chasqui Sat, que ojalá sea lanzado pronto.
No hay que olvidar, de otro lado, que en el mismo campo nuestro país está a punto de adquirir, con una inversión de aproximadamente US$ 200 millones, un satélite de observación, que, además de permitir tener una mayor información de lo que acontece en el territorio nacional, contribuirá (gracias a la permanente interacción con el artefacto y a la transferencia tecnológica que muy probablemente la compra supondrá) a que nuestros ingenieros y técnicos dominen más la especialidad. Tampoco hay que olvidar al cohete Paulet, que si bien aún se halla en una fase muy inicial de desarrollo, en el futuro podría mejorar sus prestaciones y su capacidad y quizá convertirse en el lanzador que nuestro país necesita para seguir adelante con proyectos como los aquí reseñados.
Extraordinaria noticia. Aun cuando hablamos de pequenos satelites, es un paso muy importante hacia el espacio.Ojala que nuestros cientificos sigan avanzando en el campo espacial y tecnologico.
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