El año 2014 siguió siendo complicado para la economía global, con algunas de las grandes potencias recién intentando recuperarse de la crisis, y con otras teniendo serios problemas para hacerlo.
La demanda mundial continuó siendo débil, y eso afectó la situación de las empresas de todo el orbe, reflejándose en las cotizaciones de sus acciones en las diversas bolsas de valores.
América Latina, ciertamente, no fue ajena a tal situación, pues, salvo contadas excepciones, sus mercados reflejaron estancamiento o caída. Así lo podemos ver en el siguiente cuadro, elaborado a partir de la más reciente información proporcionada por la Bolsa de Valores de Lima, y referida a las principales plazas bursátiles de la región.
Se puede ver que la bolsa de Buenos Aires tuvo el mejor desempeño, con una rentabilidad en moneda nacional de 59.14%, explicable básicamente por el entusiasmo derivado de ciertas decisiones del gobierno (como la de reducir subsidios), la paulatina normalización de las relaciones con los acreedores internacionales y las alentadoras perspectivas que se insinuaban alrededor del gran proyecto energético de Vaca Muerta. Sin embargo, la drástica reducción del precio del petróleo, y el consiguiente riesgo de que el megaproyecto sea postergado, ha tenido efecto muy negativo en los últimos meses, en los cuales se han sucedido las caídas, haciendo que la rentabilidad acumulada, que había sobrepasado el 150%, terminara en el nivel mencionado al inicio de este párrafo. Y la rentabilidad en dólares fue notoriamente inferior, por efecto de la fuerte y sostenida devaluación del peso frente a la divisa norteamericana.
Las restantes bolsas, mucho más conectadas a los mercados internacionales de capital que la argentina, tuvieron resultados mucho más parecidos a los de éstos, con débiles ganancias o pérdidas. En todos los casos, la devaluación de las monedas nacionales frente al dólar afectó la rentabilidad en esta última moneda.
De estas plazas, las de Santiago y México fueron las únicas que obtuvieron ganancias, de 4.10% y 0.98%, respectivamente, Sin embargo, en dólares eso implicó pérdidas de 9.92% y 10.67%, respectivamente.
La bolsa de Sao Paulo, la más importante de la región, cayó 2.91% en reales (13.71% en dólares), y la de Colombia 5.81% en pesos (23.87% en dólares).
La de Lima registró una pérdida de 6.09% en su Indice General, originada especialmente por la considerable reducción de los precios de nuestros metales, afectando los resultados de las empresas mineras, grandes protagonistas del mercado. Y gracias a la fortaleza de nuestra moneda, la pérdida en dólares no se distanció demasiado de aquélla en soles, habiendo llegado a 12.16%.
El Índice Selectivo, donde se considera a las "blue chips" o acciones de mayor negociación, retrocedió algo más (11.42% en soles y 17.14% en dólares), debido a la fuerte presencia en él de las acciones mineras.
Por su parte el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), en el que participan las bolsas de los países conformantes de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Chile y el Perú), y que se halla en una fase de consolidación tras su relativamente reciente creación, tuvo un retroceso de 15.71%.
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