La electricidad es, qué duda cabe, una de las más importantes fuentes de energía. Sin ella, la actividad productiva moderna sería imposible, y las personas verían seriamente perjudicado su nivel de vida, al quedar privadas de los beneficios que les proporcionan los numerosos artefactos que funcionan gracias a este fundamental insumo.
Por ello, su consumo refleja el grado de avance de la actividad económica y el nivel de bienestar alcanzado por los habitantes de los países. Si es bajo, podría deberse al escaso desarrollo de fuentes de abastecimiento, a una pobre cobertura (que no llega a amplios sectores de la población), a un insuficiente nivel de ingresos (que impide el acceso al equipamiento domiciliario moderno), a un escaso desarrollo de la industria y otros sectores demandantes, a una limitada infraestructura de distribución, etc.
Para averiguar las cifras referidas a la región latinoamericana, hoy haremos una revisión de esta variable, empleando los datos publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su Anuario Estadístico 2014. Específicamente, nos centraremos en el consumo por habitante, expresado en kilowatts-hora (Kwh). El consumo total está dado en Gigawatts-hora (Gwh, equivalentes a un millón de Kwh). Las cifras son del año 2012, pero para efectos comparativos también presentamos las del 2006.
Chile, con sus 3,566 Kwh, se mantiene firme como el país con mayor consumo por habitante, lo que resulta muy meritorio considerando que no dispone de demasiadas fuentes energéticas, y carece casi por completo de petróleo y gas.
Le sigue Venezuela, superpotencia petrolera, que, no obstante ello, padece grandes restricciones, debido a una demanda inflada a base de subsidios gubernamentales y una oferta gravemente afectada por la falta de inversiones, como consecuencia de políticas tarifarias y una inestabilidad jurídica que las desincentivan.
El tercer país es Argentina, cuya demanda también fue estimulada por subsidios estatales. Sin embargo, el país tiene potencial para hacerle frente, gracias a sus enormes yacimientos de shale gas, que le aseguran una gran disponibilidad para la producción de electricidad.
Brasil, pese a ser el mayor consumidor de la región, solo ocupa la quinta posición en la cifra por habitante, debido su enorme población de casi 200 millones de personas, y es antecedido por Uruguay. México, el segundo mayor consumidor, tampoco ocupa un lugar de avanzada en cuanto a consumo por habitante, situándose únicamente en el sexto puesto.
El Perú registró el año 2012 un consumo total de 34,718 Gwh, con lo cual su cifra por habitante se situó en 1,159 Kwh. Si bien ésta aún lo ubica en un lugar sumamente rezagado en la región (apenas en la décimo cuarta posición), y por debajo del promedio de la misma (2,024 Kwh), representa un avance considerable de 33% (uno de los mayores del subcontinente) frente a la del año 2006.
Tal situación ha tenido su origen, sin duda, en el crecimiento productivo y la mejora del nivel de vida de la población.
Paraguay fue el país que más progreso logró en el período aquí tratado, con un crecimiento de nada menos que 44%. Le siguió Bolivia, con uno de 39%, y luego el Perú, con el ya mencionado.
Contrariamente, Costa Rica y Honduras mostraron avances ínfimos, de apenas 5% y 6%, respectivamente, en tanto que Guatemala, increíblemente, consignó una disminución de 2% que, a la luz de lo que implica el indicador, resulta sumamente preocupante.
La tabla la cierra Nicaragua, cuyo consumo por habitante de apenas 508 Kwh refleja, pese a su nada desdeñable crecimiento de 26%, el escaso grado de sofisticación de su sector productivo y la difícil situación económica de su población.
Se ha patentado un innovador sistema de generación de la energía limpia y renovable más económica del mundo a US$ 7 MWh, se llama SIFOELECTRICA http://www.energia-transporte.co/news/patente-sifoelectrica/ CONSULTAR: martinjaramilloperez@gmail.com
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