Línea 3 del Metro: de SJM a Puente Piedra

Hace tres días, Lima recibió la grata noticia de la aprobación, por parte del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, del estudio de factibilidad para la construcción de la Línea 3 de su Metro.

Éste, efectuado por la consultora francesa Ingérop, determinó que la ruta partirá del puente de Atocongo, al sur de la ciudad, y finalizará en el distrito de Puente Piedra, 30 kilómetros al norte de ésta.

Es decir, deja de lado o modifica gran parte del recorrido que se había venido considerando hasta la fecha, que comenzaba (ver imagen que sigue) en la avenida Benavides y continuaba por las avenidas Larco, Arequipa, Garcilaso de la Vega, Tacna, Pizarro y Rosa de América, para finalizar en la avenida Universitaria. Con pequeñas variantes previstas en determinadas zonas, ése era el trazo que se había venido tomando como base para el proyecto.

Sin embargo, como veremos ahora, se ha hecho cambios importantes, no sólo en el trazo, sino también en su destino del norte.

Según se ha informado preliminarmente, la ruta partirá del puente Atocongo (donde la Línea 1 tiene una de sus estaciones) y discurrirá por las avenidas Benavides y Arequipa, llegando al centro de Lima, donde, a la altura del Paseo Colón, pasará debajo de la Línea 2 (cuya construcción se inició hace algunos meses). Desde allí se internará en el centro histórico, y luego de atravesarlo, enrumbará hacia la Panamericana Norte, finalizando su recorrido en Puente Piedra.

En el gráfico adjunto, que sólo es referencial, hemos supuesto que antes de ingresar a la avenida Benavides habrá un pequeño recorrido previo por la carretera Panamericana Sur, y que el ingreso desde Benavides a la avenida Arequipa será por Larco. De otro lado, no hemos precisado el recorrido que tendrá lugar en el centro de la ciudad, pues aún no hay información oficial al respecto.

A diferencia de la Línea 1, y al igual que la 2, esta línea será totalmente subterránea. Y dado que atravesará zonas de alta densidad poblacional, se prevé que sea la de mayor movimiento de pasajeros, con aproximadamente dos millones en horas punta.

Con este importante documento a la mano, y con las múltiples definiciones que contiene en los campos técnico, económico y financiero, ahora el megaproyecto pasará a Proinversión, para que se encargue del proceso de convocatoria internacional, que culminará a fines del próximo año, cuando se designe, luego de un riguroso concurso, al consorcio internacional que lo tomará en concesión.

Éste, además de llevar a cabo los estudios definitivos de ingeniería (diseño), cofinanciará el proyecto, lo construirá, lo dotará de todo el equipamiento electromecánico requerido, adquirirá el material rodante, y lo operará y le dará mantenimiento durante toda la vigencia del contrato. Por ello, tal como ocurre con la Línea 2, deberá estar conformado por un grupo de empresas de gran envergadura y experiencia, capaces de satisfacer todos esos considerables y exigentes requerimientos.