Vía Libre para Olmos, ya sin Odebrecht

En el gran proyecto de Olmos, situado entre los norteños departamentos de Lambayeque y Cajamarca, la empresa brasileña Odebrecht había tenido a su cargo todo el largo y complejo proceso de construcción.

Odebrecht elaboró este video, pero ya no estará en Olmos.

La gigantesca infraestructura de trasvase (con la represa de Limón y el largo túnel trasandino) había quedado lista hace varios años, y lo propio había ocurrido más recientemente con el sistema de distribución (compuesto por muchos kilómetros de canales y otra infraestructura de riego). Lo primero había sido ejecutado mediante su empresa Trasvase Olmos y lo segundo mediante H2Olmos, también de su propiedad.

Sólo faltaba consolidar la operación, para que todo quedara organizado como un eficiente sistema de abastecimiento hídrico que permitiera la masiva producción prevista.

Lamentablemente, como todos sabemos, Odebrecht ha quedado sumida en graves problemas, derivados de los escandalosos casos de corrupción en que incurrió y que la tienen en los tribunales, mientras sus múltiples empresas subsidiarias se descapitalizan vertiginosamente.

Bajo ese marco de cosas, un fallo judicial en nuestro país había determinado la virtual inmovilización de sus activos en Olmos, para que el Estado pudiera ser resarcido por los daños y perjuicios que esas malas prácticas le habían ocasionado.

Pero dicha situación, que implicaba la prohibición de vender o transferir sus activos, había creado una gran incertidumbre acerca del futuro del megaproyecto, y estaba perjudicando a quienes habían comprado las miles de hectáreas de tierras subastadas y ya habían comenzado a producir. Además, estaba afectando a los proveedores de la empresa, que no podían cobrar sus acreencias debido a la grave iliquidez de esta.

Afortunadamente, hace pocos días el Poder Judicial acaba de emitir un fallo que autoriza la venta. Gracias a ello, el Estado y los proveedores podrán cobrar lo que les corresponde, pero además el proyecto dejará de estar en las problemáticas manos de Odebrecht y pasará a las de nuevos dueños, dispuestos a inyectarle nuevos recursos y hacerlo funcionar óptimamente. Y esto último permitirá lo que a los peruanos más nos interesa: que Olmos siga adelante, como el gran emprendimiento hídrico, agroindustrial y exportador que es.