Desde que hace un mes y medio publicamos este gráfico referido a las calificaciones crediticias que la agencia Standard and Poor´s (S&P) asigna a los países latinoamericanos, se han producido dos cambios.
El primero corresponde a Venezuela, cuyo rating fue degradado el 13 de noviembre, desde la calificación CCC- en que se hallaba a la de SD, correspondiente al Default Selectivo, por haber incumplido el pago de unos bonos que vencieron por esos días. Como hemos conocido por las noticias, luego de eso el país ha vuelto a incumplir otro pago, lo que ratifica que su situación crediticia es absolutamente calamitosa.
El segundo cambio es el de Colombia, cuya nota acaba de ser reducida anteayer desde BBB a BBB-, con lo cual el país ha quedado cerca de perder el grado de inversión. La agencia considera que nuestro vecino norteño no está siendo todo lo riguroso que debería en materia fiscal.
En el resto de países no hay cambios. Chile lidera holgadamente la tabla, y el Perú y México lo secundan tres escalones más atrás. Brasil aún se mantiene dos niveles por debajo del grado de inversión y Argentina, que viene esforzándose por mejorar su reputación crediticia, lo está a cuatro de dicha meta.
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