Lo cierto es que, con cualquiera de las dos definiciones, es una materia en la cual nuestro país registra severas deficiencias. Así lo señalan los informes anuales del WEF, que nos dicen que el Perú apenas figura en el puesto 72 del mundo, y en el sexto de América Latina.
Eso implica que aún le cuesta mucho, por ejemplo, ingresar a nuevos mercados, o hacer frente a amenazas provenientes del exterior, ya sea que se trate de competidores poderosos o situaciones internacionales difíciles.
Para intentar avanzar en el tema, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha planteado los ocho ejes de trabajo y objetivos siguientes:
1. Infraestructura. Para planificar el cierre de brechas y articular los esfuerzos, formular y ejecutar proyectos eficientemente y fomentar la sostenibilidad de la inversión.
2. Educación. Para articular la educación básica, la salud y la alimentación, generar educación formativa alineada a la demanda laboral y mejorar el acceso y la calidad de la educación superior.
3. Mercado Laboral. Para fomentar un marco normativo que impulse el empleo formal, articular los esfuerzos de fiscalización y generar compatibilidad entre la oferta y la demanda laboral.
4. Instituciones. Para mejorar la administración de justicia y lucha contra la corrupción, una gestión sostenible del territorio y fortalecer gestión descentralizada.
El problema de la corrupción es uno de los principales del país
5. Entorno de Negocios. Para propiciar la simplificación administrativa e interoperabilidad entre los sistemas del Estado, mejorar la política regulatoria e impulsar mecanismos de desarrollo productivo.
6. Comercio Exterior y Logística. Para articular las cadenas globales de valor, reducir los trámites para exportar e importar y mejorar el acceso y la seguridad para exportar.
7. Finanzas. Para mejorar el acceso al financiamiento, principalmente a mypes, la articulación para continuar con la implementación de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) y promover el acceso a mercado de capitales y otros instrumentos alternativos.
9. Innovación. Para impulsar la generación de conocimiento y patentes productivas, transferir conocimiento entre regiones y sectores, e impulsar fuentes de financiamiento para I&D.
La meta es elaborar a partir de estos ejes la Política de Competitividad, fundamental para concretar un nuevo Plan Nacional de Competitividad. Sin duda, se ha tomado en cuenta aspectos centrales, que el WEF suele tomar en cuenta en sus informes anuales.
Ojalá su adecuado análisis, enfocado en la realidad nacional y poniendo énfasis en los asuntos donde claramente urge hacerlo (educación, instituciones e innovación) derive en políticas, estrategias y normas que permitan avances en tan importantísimo tema.
Foto: La Brújula del Azar
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