Como se comprueba en el cuadro adjunto, todos ellos han tenido una evolución espectacular en los últimos diez años, por lo cual hoy se ubican entre los quince principales productos nacionales, por delante de otros tan importantes como el molibdeno, el café y el gas natural.
El caso más extraordinario es el de los arándanos, producto que en el 2009 ni siquiera existía en nuestra canasta exportadora (su auge recién se inició en el 2012) y hoy ya registra un contundente monto de US$ 825 millones, siendo el principal candidato (por su vertiginoso crecimiento anual) a llegar a los US$ 1,000 millones.
Algo parecido ocurre con las uvas, que diez años atrás solo eran exportadas por US$ 136 millones y hoy ya lo son por una cifra 6.4 veces mayor. Con las paltas, el ascenso ha sido de nada menos que diez veces.
En la lista también destacan los espárragos, que descollaron mucho antes que los mencionados y luego padecieron un largo estancamiento. Pero ahora están volviendo a tener un crecimiento sostenido, por efecto del cual han mejorado casi 60% su monto de hace una década.
En el ámbito pesquero no tradicional también hay un producto que está dando que hablar con su vertiginoso crecimiento exportador. Es la pota (calamar gigante) congelada, que en el período en mención ha multiplicado por seis su monto de ventas al mundo.
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