El último Informe Técnico publicado por el INEI permite apreciar que el dato acumulado del PBI ya llegó al punto más hondo de su caída.
En efecto, hasta junio la caída acumulada se ha situado en 17.37%, que es (y con toda seguridad será) la máxima en todo el año.
Ese empeoramiento del dato acumulado se debió a que cada uno de los meses desde marzo tuvo un resultado mensual más negativo que el acumulado hasta el mes anterior, acentuando el desplome.
Así, marzo tuvo un resultado mensual de -16.66%, sin comparación con el dato acumulado hasta febrero (positivo en 3.55%), abril uno mucho peor (-39.93%) que el acumulado hasta marzo (-3.49%), mayo uno mucho peor (-32.72%) que el registrado hasta abril (-13.02%) y ahora junio uno peor (-18.06%) que el acumulado hasta mayo (-17.22%).
Pero la situación cambiará en julio, mes en el que (debido a la reapertura económica que dio luz verde a la mayoría de actividades) se prevé un retroceso de alrededor de 10%, mucho menos desalentador que el acumulado hasta junio (17.37%). Eso hará que el dato acumulado de julio sea mejor que el de junio, con lo que se iniciará una secuencia de cifras acumuladas cada vez menos negativas, hasta arribar a fin de año a una tasa de caída que ojalá solo sea (o esté cerca) de un dígito, para que pueda ser revertida de manera importante con las cifras totalmente positivas previstas para el 2021.
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