No es para menos, considerando que él o los diversos voceros de su gobierno (además de afrontar serias acusaciones de diversa índole), han lanzado graves amenazas contra la gobernabilidad del país (disolver el Congreso, eliminar el Tribunal Constitucional, eliminar la Defensoría del Pueblo, cambiar la Constitución mediante un ilegal mecanismo constituyente como el empleado por varias de las peores dictaduras latinoamericanas), están revelando estrechas vinculaciones con grupos afines al terrorismo y al narcotráfico (tema este en el cual han anunciado la expulsión de la DEA), han lanzado amenazas contra la prensa independiente (a la cual le están impidiendo indagar acerca de las actividades presidenciales), han prometido reimplantar el servicio militar obligatorio, han anunciado "rondas urbanas" (que podrían pasar a ser fuerzas paramilitares como las que reprimen a los opositores en Venezuela y Cuba), etc. Ahora, dejando ver la entraña nada democrática del gobierno, están a punto de sacar al Perú del Grupo de Lima, aquel que se opone férreamente a la dictadura de Maduro.
En materia económica las señales emitidas por su gobierno son igualmente malas, pues la incertidumbre provocada por estas ha disparado el valor del dólar, y con ello encarecido múltiples productos de la canasta familiar, además de haber obligado al BCR a quemar alrededor de US$ 15 mil millones para que nuestra moneda no se desplome más. Por si fuera poco, también se ha amenazado cerrar las importaciones de muchos bienes producidos en el país, estatizar las empresas de energía, cuestionar los contratos firmados, eliminar las AFP, etc. Y para colmo de males se pretende cambiar la Constitución, sin duda para desmantelar el actual régimen económico (ese que le permitió al Perú salir de la anterior pesadilla estatista, controlista y proteccionista) para implantar un modelo socialista, que es fracaso asegurado. La incertidumbre generada por esa sarta de despropósitos está paralizando las inversiones, lo que afectará el crecimiento y el empleo de millones de personas, en un año en que la economía se hallaba en una vertiginosa recuperación.
Considerando hechos tan negativos como los mencionados, a los cuales sin duda les seguirán otros (pues está claro que estamos frente a un gobierno al cual le interesan poco las "pelotudeces democráticas" y las evidentes ventajas de las economías libres y abiertas al mundo), no sorprende nada que Castillo se haya ganado la terrible y vergonzosa cifra mencionada al inicio.
Y eso no es todo, pues la encuesta también muestra otras pésimas cifras: por ejemplo que Castillo piensa más en los ideales de su partido que en el bienestar del país (55% vs 33%), que Cerrón manda, y no Castillo (48% vs 42%), que el gobierno no es transparente (62% vs 29%), que el gobierno restringe la libertad de prensa (67% vs 27%), que el nuevo gabinete no sabrá liderar los diversos ministerios (57% vs 33%), que el nuevo gabinete no debería recibir el voto de confianza (51% vs 42%), que la convocatoria a una Asamblea Constituyente no es prioridad (apenas un 5% la menciona como tal, frente a un 9% el mes anterior), y que la economía apenas se mantendrá igual en el segundo semestre frente al primero (34%, en tanto que el 30% dice que empeorará y solo el 25% que mejorará).
debe irse este gobierno comunista, ya hizo mucho daño
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