lunes, 16 de agosto de 2021

Los Disparates Económicos de Cerrón

Demostrando su gran ignorancia en materia de economía e historia y de lo que le conviene al país, Vladimir Cerrón reiteró ayer en televisión los disparates de su autoría consignados en el ideario de Perú Libre.

Este corto vídeo muestra un pequeño fragmento de la entrevista al "ideólogo" de dicho partido, y el hombre que según la mayoría de la población es el que toma las decisiones en el gobierno de Castillo.

Dice que "se ha maltratado al empresario peruano". FALSO. El empresario peruano tiene puertas abiertas para participar en todos los ámbitos de la actividad económica, por su cuenta o asociado con extranjeros. Si no es protagonista en sectores tales como energía, minería, industria y otros no es porque se le hayan cerrado las oportunidades, sino porque aún no posee los recursos ni la capacidad tecnológica suficientes. Pero ambas cosas las va sumando con cada nuevo proyecto en que participa (por ejemplo las líneas del metro).

Dice que "el empresario peruano ha querido crecer y las trasnacionales le han puesto un techo". FALSO. Las trasnacionales no le han puesto techo en ningún sentido, y precisamente por ello el empresario peruano ha crecido en las tres últimas décadas como no lo había hecho nunca antes. La prueba de ello es que no solo ha consolidado su posición en el mercado interno, sino también se ha vuelto trasnacional, al haber acumulado capacidad y recursos suficientes para incursionar exitosamente en el exterior, como lo demuestran Ajegroup, el BCP, Gloria, Alicorp, UNACEM y otras empresas.

Dice "nosotros hubiéramos querido tener una burguesía empresarial nacional fuerte y culta, pero con sentido de patria". La burguesía empresarial nacional ya se está creando, y se está haciendo cada vez más fuerte, de la mano del elevado y sostenido crecimiento que está teniendo nuestra economía, gracias a un modelo que propicia la inversión sana y ofrece oportunidades a todo el que desee incursionar en cualquier negocio. Y es FALSO lo que él insinúa, de que ese empresariado no tiene sentido de patria. Sí lo tiene, y lo demuestra reinvirtiendo en el país la gran mayoría de sus ganancias, y con las cuales amplía sus empresas o incursiona en nuevos rubros y zonas del país, contribuyendo a dar empleo, diversificar la estructura productiva, descentralizar la economía, ampliar la canasta exportadora, etc.

Dice que "al empresariado nacional hay que darle toda la ventaja, y al empresariado extranjero hay que dejarlo trabajar en lo que se considere complementario". FALSO. Al empresariado nacional no se le debe dar ninguna ventaja, sino hacerlo competir en igualdad de condiciones con el extranjero. Eso viene ocurriendo desde hace tres décadas, y en lugar de haberlo debilitado (tal como auguraban los proteccionistas de entonces) lo ha vuelto mucho más competitivo. El empresariado de hoy es mucho más fuerte que el de las desastrosas épocas del proteccionismo que Cerrón añora, que fue aplicado masivamente aquí desde el gobierno de Velasco hasta el primero de García, con resultados catastróficos. El empresariado actual no solo compite contra la producción que viene de fuera, sino también ingresa exitosamente y sin temores ni complejos a los mercados del exterior, como lo demuestran nuestros continuos records de exportaciones).

Dice: "debe revisarse todo contrato que sea lesivo para el Estado". FALSO. Lo que quiere es estatizar todo, al estilo del chavismo y el castrismo. En aras de ese despropósito dirá falsamente que los contratos son un dechado de defectos de todo tipo. Lo cierto es que los contratos suscritos por el Estado con las empresas privadas nacionales y extranjeras han generado al país gran crecimiento de la producción, gran crecimiento del empleo, adecuado abastecimiento de todos los productos, estabilidad de precios y tarifas, mejora de la capacidad exportadora, recaudación record para el Estado, gran cantidad de recursos para las regiones y para el proceso de descentralización, fortalecimiento de nuestra moneda, enorme incremento de la infraestructura, modernización de la tecnología, etc.

En realidad, a Cerrón no le interesa el empresariado nacional. Lo que le interesa es buscar un pretexto para debilitar y echar del país a la gran inversión extranjera en minería, electricidad, gas, petróleo, telecomunicaciones, transporte, comercio, construcción y otros sectores y rubros, pues desea retornar al desastroso régimen que padeció el Perú hasta fines de los años 80, cuando el Estado era dueño de absolutamente todo. Y para ello insiste con la idea que lo obsesiona: el cambio de la Constitución mediante una ilegal Asamblea Constituyente que consagre en nuestro país un modelo político y económico tan catastrófico como los que destrozaron Cuba y Venezuela.

Y dice más disparates cuando insinúa que porque Estados Unidos incurre en proteccionismo, déficit fiscal y subsidios el Perú también podría hacerlo. Parece ignorar que habla de la primera potencia del planeta, que por tal razón puede darse el lujo, por ejemplo, de financiar sus déficits emitiendo todos los dólares que quiera, sabiendo que el mundo (incluyendo Rusia y China) los seguirá demandando. Eso no lo pueden hacer el Perú, Venezuela, Argentina ni ningún otro país, pues de inmediato se ahogan en inflación. También parece ignorar Cerrón que desde el velascato hasta fines de los 80 el Perú cometió todos esos errores y los pagó muy caro, con una de las hiperinflaciones más grandes de la historia mundial y tres décadas perdidas en materia de PBI por habitante. Además, pasa por alto el hecho de que en las tres últimas décadas el Perú no volvió a cometer ninguno de ellos, y por eso logró crecer, reducir la pobreza y ampliar su clase media como no lo había hecho nunca antes.

2 comentarios:

  1. Pero si hay contratos lesivos al Estado como el del Metropolitano, en donde el operador puede modificar precios como se le de la gana o los varios contratos de los peajes, lleos de indicios de corrupción y obras que se han abandonado mientras suben los precios de los peajes sin argumento técnico. Que hacemos con esos contratos?

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    1. No confundir contratos corruptos de algunos alcaldes... El sistema de libre mercado nos ha sacado de la pobreza. Lo que se tiene que hacer es impulsar ese sistema y reducir al Estado a su mínima expresión, para que la gente pueda hacer negocios y salir adelante. La economía es objetiva y no se puede idealizar o politizar algo que es objetivo. Los peruanos no queremos un sistema comunista corrupto, que solo genera hambre y pobreza.

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