Las heladas que cada año ocurren en la sierra no solo son terribles por el daño a la salud que producen en los pobladores de la zona.
También lo son por el grave daño económico que les generan, al matar a buena parte de su contingente de animales de campo que constituyen, junto con sus tierras, uno de sus recursos más importantes.
Felizmente, los sucesivos gobiernos han tenido el acierto de construir numerosos cobertizos, que al proteger del inclemente frío a esos indefensos animales les salvan la vida, y permiten a sus dueños sobrellevar mucho mejor la dura época. Los testimonios del vídeo adjunto demuestran la enorme importancia de esas construcciones, que no deben faltar en ningún lugar afectado por un clima tan extremo.
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