El Callao se Moviliza ante la Absurda Vía Expresa

Como era de esperarse, la colectividad del Callao se está movilizando para evitar que el MTC concrete su necia propuesta de construir, con un enorme y abusivo viaducto elevado, la Vía Expresa Santa Rosa. Muestra de ello son estas imágenes propaladas por la web El Callao le dice No a la Vía Expresa Santa Rosa.

Tienen toda la razón los chalacos, pues la infraestructura les generaría un enorme e irreversible daño urbanístico, ecológico y económico.

Es que la horrenda mole de concreto, que discurriría a lo largo de los cuatro kilómetros de la avenida (con seis carriles y un ancho de más de 30 metros en la mayor parte de ella) se convertiría en un inmenso techo para esta, oscureciéndola irremediablemente y quitándole toda su gracia y todo su potencial de mejora. 

Con ese nefasto viaducto encima, desaparecería la mayor parte de la luz solar que da vida a la zona, y lo mismo pasaría con los árboles actuales y los que podría sembrarse en el futuro. Esa mole y las inmensas columnas necesarias para sostenerla generarían un terrible efecto visual, mucho peor que el que se aprecia en la ruta de la Línea 1 del Metro de Lima o en las zonas vecinas a los pasos a desnivel elevados, pues sería una infraestructura mucho más extensa, ancha y maciza. Por si fuera poco, las numerosas y enormes columnas en toda la longitud de la avenida obstaculizarían la adecuada circulación del aire, afectando su calidad, y generarían la proliferación de delincuencia, drogadicción, suciedad, etc.

Ese afeamiento y esa pérdida de áreas verdes desvalorizarían gravemente la zona, generando un enorme daño económico a quienes tienen propiedades allí. Además, frustraría el potencial de desarrollo de proyectos inmobiliarios, comerciales, educativos y de otra índole. Nadie querría invertir, por ejemplo, en condominios y edificios de viviendas situados junto a una avenida que dejó de ofrecer una gratificante vista de pasto, flores y árboles y ya solo pone ante los ojos una anodina, desagradable e interminable cinta de concreto.

Esa absurda y desconsiderada vía expresa no beneficiará en nada al Callao, y en cambio le generará múltiples perjuicios. Por eso genera tanto rechazo. No le permitirá disfrutar las ventajas de tener al costado un recinto internacional que podría propiciar numerosos negocios, y más bien lo aislará de este y lo repletará de consecuencias desfavorables. El MTC debe anular ese despropósito, que nunca debió haber pasado ni siquiera las evaluaciones preliminares, y debe buscar formas verdaderamente racionales para que el importantísimo proyecto del nuevo aeropuerto Jorge Chávez y el indispensable puente sobre el río Rímac se conviertan en puntales del desarrollo de la provincia constitucional, y no en factores causantes de su degradación.

Sin duda, la avenida Santa Rosa debe ser la principal puerta hacia y desde el aeropuerto. Pero eso debe ocurrir mejorándola como corresponde, y no sacrificándola con un infame techo de cuatro kilómetros. Esa mejora es ahora más posible y pertinente que nunca, gracias a que tendrá, por fin, salidas fluidas en sus dos extremos (hacia el aeropuerto y hacia la Costa Verde), lo que no había ocurrido antes y había limitado gravemente su potencial de desarrollo.

Pero no debe ser la única ruta de interconexión de nuestra principal terminal aérea con la ciudad. Debe ser complementada por todas las otras avenidas capaces de operar en el mismo sentido: Faucett, Colonial, Argentina, Tomás Valle, Morales Duárez, Línea Amarilla, La Marina, Javier Prado, todas ellas adecuadamente mejoradas. Y a todo eso debe añadirse la urgente aceleración de la Línea 2 del Metro y de los numerosos kilómetros pendientes de la Línea 4. Esta última, llamada a discurrir por toda la Faucett, toda La Marina y toda la Javier Prado, inexplicablemente no es priorizada como debería, pues sería una de las principales maneras de descongestionar la ruta del aeropuerto.