Desde tiempos muy remotos, los frutos de la vid, las uvas, han sido, por su delicioso sabor, de los preferidos en el mundo, ya sea para su consumo en forma de vino (aproximadamente dos tercios del total), al natural (uva de mesa, que representa cerca de un tercio) o como fruta seca (pasas, el pequeño porcentaje restante). Debido a ello, su producción, oriunda de Europa mediterránea y Asia central, está muy extendida en todo el globo.
Así lo revelan las siguientes cifras, publicadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por su sigla en inglés). Éstas, correspondientes al año 2012, nos muestran el tonelaje producido por los 90 países más destacados en la materia.
El primero es China, que el año en referencia produjo 9.7 millones de toneladas del fruto. En el siguiente lugar se ubica Estados Unidos, que con sus 6.7 millones de toneladas desplazó a Italia. Luego de ésta se ubican Francia y España (grandes productores de vino) y también Turquía.
Tras ellos destacan, en los puestos séptimo y octavo, dos países latinoamericanos, Chile y Argentina, cuyos importantes volúmenes de producción (de 3.2 y 2.8 millones de toneladas, respectivamente) les han permitido desarrollar una grande y reputada industria vitivinícola. El tercer país de la región más destacado en esta lista, Brasil, si bien produce bastante menos que los nombrados (1.5 millones de toneladas), también ocupa un lugar prominente en ella.
El Perú viene registrando un crecimiento exponencial en su producción, gracias a lo cual viene escalando posiciones muy rápidamente. Así, en el 2012 la tasa de incremento fue de 23%, con lo cual el país pasó del puesto 30 al 25. La producción nacional, de 365 mil toneladas en el 2012, se lleva a cabo en la costa, especialmente en el cálido valle de Ica (al sur de Lima), que ofrece inmejorables condiciones para el cultivo. Piura (que tiene la ventaja de producir dos cosechas al año), Lambayeque, La Libertad y Lima también son importantes productores.
La alta productividad del cultivo en nuestro país (superior a la de varios países que encabezan esta lista) y su alta rentabilidad (gracias a su corto período de recuperación, de aproximadamente un año), han propiciado que las uvas frescas se conviertan en el tercer principal producto de agroexportación del país, sólo por detrás del café y los espárragos. Además, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) viene haciendo esfuerzos para que los productores nacionales mejoren dicho aspecto y así los países socios levanten las restricciones fitosanitarias que aún tienen vigentes. Y se está dando pasos para mejorar la logística: así, en Estados Unidos el producto ya no ingresará por Nueva York y Filadelfia, sino por Miami y Fort Lauderdale, lo que reducirá el tiempo y costo de los envíos y la distribución.
Acorde con lo descrito y con otros pasos que se viene dando, el monto exportado de uvas frescas viene creciendo exponencialmente, habiendo pasado de apenas US$ 6 millones el año 2000 a US$ 362 millones el 2012 y a US$ 444 millones el 2013. Mientras que el año 2000 se exportó menos de 3 mil toneladas, en el 2012 se exportó 147 mil, cifra que ha llegado a 174 mil en el 2013.
Las principales variedades de uva de mesa cultivadas en el país son la Red Globe (que tiene semillas) y Flame, Thompson, Sugraone o Superior y Crimson (todas éstas sin semillas).
La Red Globe (la variedad de mayor productividad, con 30 toneladas por hectárea, versus 16 por parte de la variedad sin semilla) representa aproximadamente el 70% del total exportado. Se destina a cerca de 80 países, siendo su principal mercado China, país que desde que entró en vigencia el TLC con el Perú (el año 2010) viene registrando vertiginosos crecimientos en sus compras (como el del año 2013, superior al 100%), que le han permitido desplazar al segundo lugar en este aspecto a Estados Unidos. Los países europeos, Hong Kong y Rusia también son importantes compradores del producto. Para poder hacer frente adecuadamente a estos crecientes compromisos internacionales, nuestros agricultores emplean riego tecnificado, así como tecnología de punta.
El Perú cuenta con una importante ventaja en cuanto a estacionalidad, ya que, por una parte, como país del hemisferio sur, puede ingresar a los mercados internacionales cuando la mayoría de los principales productores, situados en el hemisferio norte, han disminuido su oferta. Además puede hacerlo antes que sus principales competidores del hemisferio sur (Chile y Sudáfrica) pues mientras que éstos comienzan a producir en enero, nuestro país lo hace tres meses antes, en octubre, lo que le permite obtener altos precios. La parte principal de la campaña se prolonga hasta abril.
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