De la mano de las importantes inversiones privadas que se registra en ellos, nuestro país viene mejorando notablemente sus puertos.
Así viene ocurriendo con Matarani, con el Callao, con Paita y con Yurimaguas, que desde el momento de su concesión han tenido una total transformación en cuanto a infraestructura y equipamiento.
Ahora le llegó el turno al iqueño puerto General San Martín, de Pisco, que si bien aún se halla en la fase inicial de los trabajos que conducirán a su ampliación y modernización, ya está mostrando resultados muy importantes y alentadores en su operatividad.
Ello está siendo posible gracias a las inversiones de su concesionario Terminal Portuario Paracas (que se adjudicó la administración en abril del año 2013 e inició operaciones en agosto del 2014).
Como se aprecia en el primer video, esa mejora se viene dando a través de los nuevos equipos y las nuevas disposiciones y estrategias empresariales puestas en funcionamiento, que están permitiendo agilizar las operaciones y facilitarles las tareas a los numerosos productores de la zona, que anhelaban un puerto cercano para poder exportar más rápida y económicamente sus productos.
Tal anhelo es totalmente pertinente en uno de los departamentos del país que más destacan en materia de producción agraria y pesquera, y al cual le viene de maravillas un puerto cercano, que ponga fin a su actual dependencia del Callao. A manera de prueba, se ha comenzado con la cebolla, por ser un producto menos sensible que otros a las condiciones de mantenimiento en frío. A medida que se concluya con la fase de equipamiento, y se consolide la logística y los contactos, se proseguirá con otros productos en los cuales la región es pródiga (espárragos, uvas, mangos, pimientos, cítricos, etc).
Ese avance en cuanto a la capacidad de atención permitió que el año pasado 24 buques inicialmente programados para recalar en el Callao lo hicieran en Pisco, alentadora situación que continúa este año.
Y lo realmente bueno recién se aproxima, con las nuevas y grandes inversiones previstas, que tan sólo con las contempladas en su etapa inicial permitirán dar un salto cualitativo al puerto.
Dicha etapa, iniciada el año pasado, deberá quedar completada aproximadamente a fines del 2018.
Como parte de ella se viene efectuando la reconstrucción de los amarraderos 3 y 4, para convertirlos en un solo gran amarradero multipropósito de 350 metros de largo por 35 de ancho, capaz de soportar grúas pórtico. Para ello se está reemplazando los pilotes actuales por unos nuevos, luego de lo cual se desplegará una nueva y más resistente losa de concreto.
Asimismo, se viene llevando a cabo la rehabilitación de uno de los dos grandes almacenes allí existentes, y la demolición del otro. Con esa liberación de espacio, y con el debido rellenado y reforzado de las áreas adyacentes, se tendrá un patio de almacenamiento de cuatro hectáreas (tanto para graneles como para mercadería en general, incluyendo contenedores).
La etapa también considera el dragado a 14 metros de profundidad (en el amarradero multipropósito, el área de maniobras y el canal de acceso) y la construcción de un antepuerto (para el adecuado ingreso y salida de los camiones). Además, incluye la mejora de las instalaciones de suministro de electricidad y agua, y la remodelación del edificio administrativo y las oficinas de aduanas.
En lo que atañe a equipamiento, contempla la incorporación de dos grúas móviles sobre llantas de 50 toneladas métricas y una de 40, un equipo absorbente móvil para granos, vehículos diversos para el transporte interno de la carga y balanzas para camiones.
Las obras posteriores se llevarán a cabo a mediano plazo, en función de la demanda. Estarán centradas principalmente en reconstruir los amarraderos 1 y 2 (los más externos, que suman 350 metros de largo), para que sean capaces de albergar dos grúas pórtico, dado que por allí se atenderá el movimiento de contenedores. Por eso, los trabajos también supondrán construir un amplio patio de contenedores contiguo, que estará dotado de varias grúas RTG.
El contrato establece una inversión total de US$ 230 millones. Cuando haya sido completamente desembolsada, Pisco habrá ganado un puerto de excelentes capacidades y prestaciones.
El proyecto está muy bien, pero se necesita pensar en un Ante puerto para mitigar el gran aumento de trafico de camiones que ya están ocasionando problemas de congestión y contaminación por basura en la zona de la Reserva. El ante puerto debe estar FUERA DE LA ZONA PORTUARIA.
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