El Perú no sólo es un país destacado a nivel mundial en la producción minera o pesquera. También lo es en diversos rubros del ámbito agrícola. Su producto más importante en este sector es el café, cultivo en el cual se ubica nada menos que en el puesto nueve del planeta. Así lo certifican las cifras correspondientes al año 2009 de la International Coffee Organization (ICO), que publicamos a continuación. Según la entidad, nuestro país produjo el año pasado 3.3 millones de sacos de 60 kilogramos, volumen que representa el 2.7% de la producción mundial.
Brasil, con una producción diez veces mayor a la nuestra (39.5 millones de sacos), es, sin duda alguna, el líder en la producción de esta especie vegetal propia de las zonas tropicales. Le siguen, a gran distancia, Vietnam, Indonesia y Colombia.
La producción cafetalera sintió en el año en referencia los rigores de la crisis internacional, que, al contraer la demanda internacional de la famosa bebida, redujo la producción del grano. En el caso peruano, ello implicó una disminución de 15% frente a los 3.9 millones de sacos del año 2008, y mucho más aún frente al nivel record de 4.3 millones, alcanzado en el 2006. El monto máximo de exportaciones fue logrado en el año 2008, cuando, de la mano de elevados precios, se vendió US$ 644 millones.
Existen dos especies principales de café: Arábiga (la más cultivada en nuestro continente) y Robusta (cultivada en África y Asia). Nuestro país produce la primera, en las variedades Típica, Caturra, Catimores y Borbón. Los principales lugares de cultivo son las zonas entre 1,000 y 1,800 metros de altitud, tanto en las laderas oriental como occidental de la cordillera. Los principales departamentos productores son Junín, Cajamarca, Cusco y Amazonas.
lunes, 30 de agosto de 2010
domingo, 29 de agosto de 2010
El Perú en el Ranking Latinoamericano: Salario Mínimo (a Agosto del 2010)
La fijación de los salarios mínimos siempre constituye un asunto espinoso, en el cual tanto los trabajadores como los empresarios se suelen trabar en un intenso tira y afloja que algunas veces conduce a resultados mutuamente satisfactorios, y otras, lamentablemente, a indeseables situaciones de enfrentamiento.
Lo cierto es que, dentro de un marco de cosas que permitan mantener la estabilidad económica de las empresas, éstas deberían procurar adoptar siempre una actitud de receptividad frente a las mejoras salariales, especialmente cuando la economía, y la actividad productiva, atraviesan por buen momento.
Hecho este pequeño preámbulo, revisemos, a continuación, el nivel de los salarios mínimos en la mayor parte de los países de América Latina. Los datos están presentados tanto en moneda nacional como en dólares, al tipo de cambio vigente al cierre del mes de agosto.
Como se observa, Argentina es el país con el mayor monto de salario mínimo. Allí, los trabajadores ganan mensualmente por lo menos el equivalente a US$ 441. Por si fuera poco, en enero del próximo año percibirán, gracias al aumento que ya tiene previsto el gobierno, nada menos que US$ 470. Este país, al igual que la mayoría de sus pares latinoamericanos, reajusta regularmente sus niveles salariales.
Costa Rica y Chile son otros países con elevados niveles remunerativos. La gran sorpresa en esta relación es Paraguay, que exhibe uno de los salarios mínimos más altos de la región, no obstante que su producto interno bruto por habitante es de los más bajos. Brasil, Venezuela y Colombia también registran salarios por encima del promedio regional.
El Perú se ubica, lamentablemente, entre los países con un más exiguo salario mínimo. Si bien es sabido que, por su bajo PBI per capita, que refleja una también baja productividad, nuestro país aún no está en condiciones de elevar drásticamente sus niveles remunerativos, no es menos cierto que, dada la elevada tasa de crecimiento que se viene alcanzando en los últimos años, que se refleja en considerables utilidades en la mayoría de empresas, se hace necesario brindar a los trabajadores una señal de que la actual etapa de prosperidad que vive el país también los incluye a ellos. Entre el año 2007 y enero del 2008, el salario mínimo fue elevado de manera relativamente importante, hasta llegar a 550 nuevos soles, lo que representó, en su momento, una sustantiva mejora para los trabajadores. Pero, por efecto de la inflación, especialmente la del año 2008, que superó el 6%, se perdió una parte de lo avanzado, por lo que se hace necesaria una puesta al día, pues, además, en una etapa de auge como la actual, no sólo se debe procurar mantener la capacidad adquisitiva, sino también mejorarla, por lo menos gradualmente.
La otra gran sorpresa en esta relación la ofrece México, uno de los países de la región con mayor ingreso por habitante, pero que sin embargo registra uno de los salarios mínimos más reducidos. No obstante, ello no nos debe llevar a conclusiones erradas, pues se debe tener en cuenta que la gran mayoría de sus trabajadores gana mucho más que el monto señalado.
La lista la cierra Bolivia, uno de los países de menor desarrollo económico, y cuyo nivel salarial es aún bastante insuficiente.
Lo cierto es que, dentro de un marco de cosas que permitan mantener la estabilidad económica de las empresas, éstas deberían procurar adoptar siempre una actitud de receptividad frente a las mejoras salariales, especialmente cuando la economía, y la actividad productiva, atraviesan por buen momento.
Hecho este pequeño preámbulo, revisemos, a continuación, el nivel de los salarios mínimos en la mayor parte de los países de América Latina. Los datos están presentados tanto en moneda nacional como en dólares, al tipo de cambio vigente al cierre del mes de agosto.
Como se observa, Argentina es el país con el mayor monto de salario mínimo. Allí, los trabajadores ganan mensualmente por lo menos el equivalente a US$ 441. Por si fuera poco, en enero del próximo año percibirán, gracias al aumento que ya tiene previsto el gobierno, nada menos que US$ 470. Este país, al igual que la mayoría de sus pares latinoamericanos, reajusta regularmente sus niveles salariales.
Costa Rica y Chile son otros países con elevados niveles remunerativos. La gran sorpresa en esta relación es Paraguay, que exhibe uno de los salarios mínimos más altos de la región, no obstante que su producto interno bruto por habitante es de los más bajos. Brasil, Venezuela y Colombia también registran salarios por encima del promedio regional.
El Perú se ubica, lamentablemente, entre los países con un más exiguo salario mínimo. Si bien es sabido que, por su bajo PBI per capita, que refleja una también baja productividad, nuestro país aún no está en condiciones de elevar drásticamente sus niveles remunerativos, no es menos cierto que, dada la elevada tasa de crecimiento que se viene alcanzando en los últimos años, que se refleja en considerables utilidades en la mayoría de empresas, se hace necesario brindar a los trabajadores una señal de que la actual etapa de prosperidad que vive el país también los incluye a ellos. Entre el año 2007 y enero del 2008, el salario mínimo fue elevado de manera relativamente importante, hasta llegar a 550 nuevos soles, lo que representó, en su momento, una sustantiva mejora para los trabajadores. Pero, por efecto de la inflación, especialmente la del año 2008, que superó el 6%, se perdió una parte de lo avanzado, por lo que se hace necesaria una puesta al día, pues, además, en una etapa de auge como la actual, no sólo se debe procurar mantener la capacidad adquisitiva, sino también mejorarla, por lo menos gradualmente.
La otra gran sorpresa en esta relación la ofrece México, uno de los países de la región con mayor ingreso por habitante, pero que sin embargo registra uno de los salarios mínimos más reducidos. No obstante, ello no nos debe llevar a conclusiones erradas, pues se debe tener en cuenta que la gran mayoría de sus trabajadores gana mucho más que el monto señalado.
La lista la cierra Bolivia, uno de los países de menor desarrollo económico, y cuyo nivel salarial es aún bastante insuficiente.
sábado, 28 de agosto de 2010
Eliminando Elefantes Blancos: la Torre Trecca Vuelve a la Vida
Afortunadamente, Lima está viendo desaparecer elefantes blancos, esas vergonzantes infraestructuras comenzadas a construir pomposamente hace un gran número de años y que, increíblemente, nunca entraron en servicio.
Hace un tiempo le tocó el turno al gigantesco estadio de San Marcos, construido en los años 60 con capacidad para más de 50 mil personas y que, tras décadas de permanecer casi sin uso, ha comenzado a volver a la vida, primero con algunos partidos de fútbol del campeonato profesional, y, más recientemente, con algunos grandes conciertos de rock, en algunos de los cuales ha llegado a repletarse.
Algo parecido se puede decir del Centro Cívico, construido en los años 70, que si bien no fue un elefante blanco en todo el sentido de la palabra, subutilizó durante décadas muchas de sus instalaciones. Ahora, convertido en un gran centro comercial de la cadena Real Plaza, ha vuelto a la vida, con mucho más dinamismo y brillo.
Pero el más emblemático, gigantesco y costoso elefante, es, sin duda, el Tren Eléctrico, que, pese a haber demandado, en los años 80, una inversión de varios cientos de millones de dólares, permaneció practicamente sin operar hasta hoy. Felizmente, esa triste historia, imperdonable en un país en el que existen tantas necesidades sin atención por falta de recursos, está llegando a su fin, pues el extinto paquidermo, convertido en un moderno Metro, comenzará a circular desde julio del próximo año.
El último ejemplar de esta manada para el olvido es la Torre Trecca, ese gran edificio de 23 pisos (y tres sótanos) situado en la cuadra 15 de la avenida Arenales y cuyo estado de abandono seguramente usted, al igual que nosotros, nunca pudo entender. Comenzado a construir en los años 70, es uno de los edificios más altos de Lima, pese a lo cual ha permanecido en casco durante casi cuatro décadas, sin haber sido aprovechado nunca.
Afortunadamente, ahora las cosas cambiarán, pues su dueño, Essalud, acaba de informar que lo convertirá, por fin, y merced a un contrato de asociación pública-privada con el Consorcio Trecca (integrado por el grupo Salud del Perú SAC y American Hospital Management Co.), en la más grande y moderna sede de consultorios externos del país.
La torre, situada inmejorablemente, junto a la sede principal de Essalud, y a pocos pasos del gigantesco Hospital Rebagliati, permitirá, gracias a sus 160 consultorios, descongestionar enormemente la atención de las numerosísimas personas que requieren de estos servicios. En esos consultorios (cien de los cuales serán médicos, cuarenta de procedimientos ambulatorios y veinte tópicos para urgencias) se efectuará 1.4 millones de atenciones al año, lo que equivale a mejorar en 28% el volumen que actualmente se brinda en la capital.
El consorcio, que invertirá en la obra 150 millones de nuevos soles (unos US$ 53 millones) deberá tenerla lista en un año y medio, momento en el cual, para beneplácito de los miles de asegurados, comenzará a atender.
Además de convertirse (con todos sus consultorios, laboratorios, centros de diagnóstico y restantes elementos de apoyo) en una verdadera ciudad médica, la torre también pasará a ser, gracias a la imponencia de sus 23 pisos y el muy interesante diseño arquitectónico que se le ha previsto (ver imagen adjunta), una de las estructuras más representativas de Lima. Es decir, no sólo ganará la salud, sino también la arquitectura.
Es bueno, pues, saber que la actual cacería de elefantes está rindiendo frutos. Ojalá que prosiga hasta exterminarlos totalmente. Y ojalá, también, que el inefable Estado, el que dio vida a estas detestables criaturas, no vuelva a cometer en el futuro, con sus irresponsables políticas de gasto, errores tan costosos e imperdonables como éstos.
La torre, abandonada por décadas (Foto: Faustino Ríos)
Hace un tiempo le tocó el turno al gigantesco estadio de San Marcos, construido en los años 60 con capacidad para más de 50 mil personas y que, tras décadas de permanecer casi sin uso, ha comenzado a volver a la vida, primero con algunos partidos de fútbol del campeonato profesional, y, más recientemente, con algunos grandes conciertos de rock, en algunos de los cuales ha llegado a repletarse.
Algo parecido se puede decir del Centro Cívico, construido en los años 70, que si bien no fue un elefante blanco en todo el sentido de la palabra, subutilizó durante décadas muchas de sus instalaciones. Ahora, convertido en un gran centro comercial de la cadena Real Plaza, ha vuelto a la vida, con mucho más dinamismo y brillo.
Pero el más emblemático, gigantesco y costoso elefante, es, sin duda, el Tren Eléctrico, que, pese a haber demandado, en los años 80, una inversión de varios cientos de millones de dólares, permaneció practicamente sin operar hasta hoy. Felizmente, esa triste historia, imperdonable en un país en el que existen tantas necesidades sin atención por falta de recursos, está llegando a su fin, pues el extinto paquidermo, convertido en un moderno Metro, comenzará a circular desde julio del próximo año.
Inocultable presencia en el centro de Jesús María (Foto: Skyscrapercity)
El último ejemplar de esta manada para el olvido es la Torre Trecca, ese gran edificio de 23 pisos (y tres sótanos) situado en la cuadra 15 de la avenida Arenales y cuyo estado de abandono seguramente usted, al igual que nosotros, nunca pudo entender. Comenzado a construir en los años 70, es uno de los edificios más altos de Lima, pese a lo cual ha permanecido en casco durante casi cuatro décadas, sin haber sido aprovechado nunca.
Afortunadamente, ahora las cosas cambiarán, pues su dueño, Essalud, acaba de informar que lo convertirá, por fin, y merced a un contrato de asociación pública-privada con el Consorcio Trecca (integrado por el grupo Salud del Perú SAC y American Hospital Management Co.), en la más grande y moderna sede de consultorios externos del país.
La torre, situada inmejorablemente, junto a la sede principal de Essalud, y a pocos pasos del gigantesco Hospital Rebagliati, permitirá, gracias a sus 160 consultorios, descongestionar enormemente la atención de las numerosísimas personas que requieren de estos servicios. En esos consultorios (cien de los cuales serán médicos, cuarenta de procedimientos ambulatorios y veinte tópicos para urgencias) se efectuará 1.4 millones de atenciones al año, lo que equivale a mejorar en 28% el volumen que actualmente se brinda en la capital.
El consorcio, que invertirá en la obra 150 millones de nuevos soles (unos US$ 53 millones) deberá tenerla lista en un año y medio, momento en el cual, para beneplácito de los miles de asegurados, comenzará a atender.
La nueva Torre Trecca (Imagen: PMS Desarrollo Inmobiliario)
Además de convertirse (con todos sus consultorios, laboratorios, centros de diagnóstico y restantes elementos de apoyo) en una verdadera ciudad médica, la torre también pasará a ser, gracias a la imponencia de sus 23 pisos y el muy interesante diseño arquitectónico que se le ha previsto (ver imagen adjunta), una de las estructuras más representativas de Lima. Es decir, no sólo ganará la salud, sino también la arquitectura.
Es bueno, pues, saber que la actual cacería de elefantes está rindiendo frutos. Ojalá que prosiga hasta exterminarlos totalmente. Y ojalá, también, que el inefable Estado, el que dio vida a estas detestables criaturas, no vuelva a cometer en el futuro, con sus irresponsables políticas de gasto, errores tan costosos e imperdonables como éstos.
viernes, 27 de agosto de 2010
PBI Ya Supera los US$ 140 Mil Millones
Según la información publicada hoy por el Banco Central de Reserva (BCR), el producto bruto interno (PBI) peruano del segundo trimestre, medido en dólares corrientes, llegó a US$ 38,880 millones. La variación fue de 21.8% frente a similar período del 2009.
En el período en mención, si bien el PBI real creció 10.1%, el nominal lo hizo en 14.4%. La diferencia se explica por la variación de los precios que inciden en el producto (los nacionales prácticamente no crecieron, pero los internacionales, reflejados en los términos de intercambio, subieron un apreciable 22%).
Considerando, además, que el tipo de cambio cayó 6%, al hacerse la conversión del PBI nominal en soles a dólares se llega a la tasa de crecimiento señalada en el primer párrafo.
Si a los US$ 38,880 millones del segundo trimestre se suma las cifras correspondientes a los tres anteriores se obtiene para todo el año que termina en junio una de US$ 141,414 millones, tal como se observa en la tabla de arriba. Ése es, a dicho mes, el valor total en dólares del producto bruto interno peruano.
Como ya dijimos, en el segundo trimestre la variación del PBI nominal en dólares fue de 21.8%. En el primero había sido de 26.2%. De registrarse en los dos siguientes trimestres un crecimiento de tan sólo 15% en dicha variable, al cierre del año sobrepasaría los US$ 150 mil millones. Si ocurriera así (lo que parece muy probable), el dato por habitante rebasaría los US$ 5 mil, bastante más que los actuales US$ 4,370.
En el período en mención, si bien el PBI real creció 10.1%, el nominal lo hizo en 14.4%. La diferencia se explica por la variación de los precios que inciden en el producto (los nacionales prácticamente no crecieron, pero los internacionales, reflejados en los términos de intercambio, subieron un apreciable 22%).
Considerando, además, que el tipo de cambio cayó 6%, al hacerse la conversión del PBI nominal en soles a dólares se llega a la tasa de crecimiento señalada en el primer párrafo.
Si a los US$ 38,880 millones del segundo trimestre se suma las cifras correspondientes a los tres anteriores se obtiene para todo el año que termina en junio una de US$ 141,414 millones, tal como se observa en la tabla de arriba. Ése es, a dicho mes, el valor total en dólares del producto bruto interno peruano.
Como ya dijimos, en el segundo trimestre la variación del PBI nominal en dólares fue de 21.8%. En el primero había sido de 26.2%. De registrarse en los dos siguientes trimestres un crecimiento de tan sólo 15% en dicha variable, al cierre del año sobrepasaría los US$ 150 mil millones. Si ocurriera así (lo que parece muy probable), el dato por habitante rebasaría los US$ 5 mil, bastante más que los actuales US$ 4,370.
Aceros Arequipa Amplía su Primera Planta
Una importante inversión en un sector clave. Aceros Arequipa, una de las dos empresas siderúrgicas peruanas (la otra es Sider Perú), inauguró hoy la ampliación de su Planta Número 1, ubicada en el parque industrial de la Ciudad Blanca.
Si bien esta antigua, fundacional y emblemática planta laminadora mistiana no produce acero, sí produce elementos tan importantes como barras de construcción, ángulos, platinas, barras cuadradas, tees y canales U, empleando como insumo las palanquillas producidas en la Planta Número 2 (la acería de Pisco). A partir de ahora podrá más que duplicar su producción, que pasará de 100 mil a 250 mil toneladas.
Como se sabe, la planta principal de la empresa se halla en Pisco. Allí, además de producirse acero líquido (en su horno eléctrico), se hace laminado, siendo su capacidad total de producción de 700 mil toneladas anuales.
Con la ampliación de la planta arequipeña, que demandó una inversión de US$ 31 millones, la capacidad total de la empresa se incrementa de 700 mil a más de 800 mil toneladas.
El hecho se produce en el mejor momento, pues la actividad constructora, gran demandante de acero, se halla en un formidable auge, creciendo a una tasa anual aproximada de 20%. Además, la competencia, Sider Perú, por desacuerdos con su abastecedor de hierro, mantiene apagado su alto horno, situación, que, sin duda, aprovechará Aceros Arequipa.
Fotos: SEPRES
Si bien esta antigua, fundacional y emblemática planta laminadora mistiana no produce acero, sí produce elementos tan importantes como barras de construcción, ángulos, platinas, barras cuadradas, tees y canales U, empleando como insumo las palanquillas producidas en la Planta Número 2 (la acería de Pisco). A partir de ahora podrá más que duplicar su producción, que pasará de 100 mil a 250 mil toneladas.
Como se sabe, la planta principal de la empresa se halla en Pisco. Allí, además de producirse acero líquido (en su horno eléctrico), se hace laminado, siendo su capacidad total de producción de 700 mil toneladas anuales.
Con la ampliación de la planta arequipeña, que demandó una inversión de US$ 31 millones, la capacidad total de la empresa se incrementa de 700 mil a más de 800 mil toneladas.
El hecho se produce en el mejor momento, pues la actividad constructora, gran demandante de acero, se halla en un formidable auge, creciendo a una tasa anual aproximada de 20%. Además, la competencia, Sider Perú, por desacuerdos con su abastecedor de hierro, mantiene apagado su alto horno, situación, que, sin duda, aprovechará Aceros Arequipa.
Fotos: SEPRES
jueves, 26 de agosto de 2010
El Perú sigue Primero en la Mira de Inversiones Chilenas
Tal como en años anteriores, en el primer semestre del presente las inversiones chilenas han seguido prefiriendo al Perú. Así lo confirman los datos de su Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON), que revelan que nuestro país captó en este período nada menos que el 62% de las inversiones de su vecino del sur: US$ 1,196 millones de un total de US$ 1,924 millones.
Como se puede ver en el gráfico adjunto, dicha cifra es muy superior a la lograda por Brasil, Colombia y Argentina, los otros destinos importantes para los capitales chilenos en América Latina, y revela dónde se halla su punto de máximo interés en la actualidad.
Con el dato del primer semestre, el Perú totaliza una inversión chilena de US$ 9,402 millones en el período 1990-2010, lo que representa el 17.3% del total (US$ 54,226 millones), y se acerca cada vez más a la cifra brasileña (US$ 10,614 millones).
Si bien Argentina aún se mantiene, lejos, como el país de la región con el mayor stock de inversiones chilenas, de mantenerse la tendencia actual (de considerable expansión de los capitales destinados al Perú y virtual estancamiento de los destinados al país gaucho), en unos cinco años nuestro país podría convertirse en el nuevo líder en este campo.
El siguiente gráfico permite ver la evolución, en los últimos veinte años, de las inversiones chilenas hacia nuestro país. Se observa que a partir del año 1994 levantaron vuelo, de la mano del proceso de privatización, llegaron a un nivel record en 1998 (no superado hasta hoy), decayeron en los primeros años de esta década, y han vuelto a tomar impulso en los tres últimos años. La tendencia de largo plazo, dada por la línea negra, es claramente creciente, y sin duda se hará mucho más pronunciada, a la luz de la cada vez más intensa relación que ambas economías están constituyendo.
Las principales inversiones chilenas, como a todos nos consta, se destinan al negocio del retail (supermercados, centros comerciales), actividad que, luego de un temporal repliegue a causa de la crisis, está volviendo a involucrar montos considerables. Por otro lado, al ser intensiva en la captación de trabajadores, y bastante descentralizada (como lo prueban los cada vez más numerosos establecimientos en provincias), está contribuyendo fuertemente a incrementar la receptividad y la simpatía hacia esos recursos.
Las inversiones sureñas también son importantes en el campo de la energía, y vienen cobrando creciente relevancia las destinadas al sector industrial.
La buena noticia dada por las inversiones chilenas se inscribe, sin duda, en la cada vez más favorable imagen que nuestro país viene presentando ante los ojos del mundo.
Ello se confirma en una reciente encuesta realizada por la prestigiosa firma de consultoría Price Waterhouse Coopers entre 166 gerentes generales de las principales empresas latinoamericanas, que lo sitúa, con el 18% de los votos, como el segundo más atractivo de la región en tal aspecto, sólo por detrás de Brasil, sin duda alguna, el preferido para las inversiones, con un porcentaje de 41%.
Nuestro país superó a países de gran prestigio en este aspecto, como Colombia (14%) y Chile (13%). Bastante más atrás figuraron Argentina (8%), México (2%), Uruguay (2%) y Paraguay (1%).
Según la encuesta, las mayores fortalezas peruanas son sus elevadas perspectivas de crecimiento, su estabilidad económica, el tamaño de su mercado (nada desdeñable, mucho menos ahora que se halla en expansión), un adecuado y amigable ambiente de negocios, y un atractivo precio de los activos. Si bien en otros aspectos (como los de ofrecer estabilidad en materia regulatoria y jurídica, o constituir un paso clave en la estrategia de internacionalización de las empresas), no se le considera el más destacado, tampoco es mal evaluado.
Ojalá, pues, que esa buena percepción siga in crescendo, y que muy pronto inversionistas de todos los países muestren por el nuestro, no sólo mediante encuestas, sino de modo tangible, un entusiasmo tan grande como el que vienen mostrando los chilenos.
Como se puede ver en el gráfico adjunto, dicha cifra es muy superior a la lograda por Brasil, Colombia y Argentina, los otros destinos importantes para los capitales chilenos en América Latina, y revela dónde se halla su punto de máximo interés en la actualidad.
Con el dato del primer semestre, el Perú totaliza una inversión chilena de US$ 9,402 millones en el período 1990-2010, lo que representa el 17.3% del total (US$ 54,226 millones), y se acerca cada vez más a la cifra brasileña (US$ 10,614 millones).
Si bien Argentina aún se mantiene, lejos, como el país de la región con el mayor stock de inversiones chilenas, de mantenerse la tendencia actual (de considerable expansión de los capitales destinados al Perú y virtual estancamiento de los destinados al país gaucho), en unos cinco años nuestro país podría convertirse en el nuevo líder en este campo.
El siguiente gráfico permite ver la evolución, en los últimos veinte años, de las inversiones chilenas hacia nuestro país. Se observa que a partir del año 1994 levantaron vuelo, de la mano del proceso de privatización, llegaron a un nivel record en 1998 (no superado hasta hoy), decayeron en los primeros años de esta década, y han vuelto a tomar impulso en los tres últimos años. La tendencia de largo plazo, dada por la línea negra, es claramente creciente, y sin duda se hará mucho más pronunciada, a la luz de la cada vez más intensa relación que ambas economías están constituyendo.
Las principales inversiones chilenas, como a todos nos consta, se destinan al negocio del retail (supermercados, centros comerciales), actividad que, luego de un temporal repliegue a causa de la crisis, está volviendo a involucrar montos considerables. Por otro lado, al ser intensiva en la captación de trabajadores, y bastante descentralizada (como lo prueban los cada vez más numerosos establecimientos en provincias), está contribuyendo fuertemente a incrementar la receptividad y la simpatía hacia esos recursos.
Las inversiones sureñas también son importantes en el campo de la energía, y vienen cobrando creciente relevancia las destinadas al sector industrial.
La buena noticia dada por las inversiones chilenas se inscribe, sin duda, en la cada vez más favorable imagen que nuestro país viene presentando ante los ojos del mundo.
Ello se confirma en una reciente encuesta realizada por la prestigiosa firma de consultoría Price Waterhouse Coopers entre 166 gerentes generales de las principales empresas latinoamericanas, que lo sitúa, con el 18% de los votos, como el segundo más atractivo de la región en tal aspecto, sólo por detrás de Brasil, sin duda alguna, el preferido para las inversiones, con un porcentaje de 41%.
Nuestro país superó a países de gran prestigio en este aspecto, como Colombia (14%) y Chile (13%). Bastante más atrás figuraron Argentina (8%), México (2%), Uruguay (2%) y Paraguay (1%).
Según la encuesta, las mayores fortalezas peruanas son sus elevadas perspectivas de crecimiento, su estabilidad económica, el tamaño de su mercado (nada desdeñable, mucho menos ahora que se halla en expansión), un adecuado y amigable ambiente de negocios, y un atractivo precio de los activos. Si bien en otros aspectos (como los de ofrecer estabilidad en materia regulatoria y jurídica, o constituir un paso clave en la estrategia de internacionalización de las empresas), no se le considera el más destacado, tampoco es mal evaluado.
Ojalá, pues, que esa buena percepción siga in crescendo, y que muy pronto inversionistas de todos los países muestren por el nuestro, no sólo mediante encuestas, sino de modo tangible, un entusiasmo tan grande como el que vienen mostrando los chilenos.
Contra los Capitales Golondrina, fuerte Alza del Encaje
Con el fin de restringir el excesivo ingreso de capital especulativo de corto plazo, conocido en el argot económico como "capital golondrina", el Banco Central de Reserva (BCR) elevó hoy, de 65% a 120%, la tasa de encaje marginal para los recursos con estas características que sean depositados en moneda nacional en el sistema financiero. Es decir, se duplica el porcentaje que las entidades financieras deberán encajar (depositar en el BCR) por los depósitos a corto plazo (menos de dos años) que correspondan a recursos provenientes del exterior. Así, con la mayor inmovilización de liquidez que ello implica, éstas ya no verán con tan buenos ojos la captación de dichos fondos.
Ocurre que, atraídos por las tasas de interés que perciben los depósitos en moneda nacional, y por la evolución del tipo de cambio, inversionistas extranjeros vienen introduciendo al país importantes cantidades de dólares, que, luego de convertir en soles, depositan en las entidades del sistema financiero. Así, luego de plazos bastante breves, se marchan, tras haber obtenido una atractiva rentabilidad por su depósito y otra por el tipo de cambio, pues, debido a la caída del dólar, pueden comprar (y sacar del país) más de los que ingresaron.
Si bien el capital extranjero de largo plazo es bienvenido, dado que se dirige a crear riqueza a través de inversiones productivas, el de corto plazo no lo es tanto, ya que, por su alta volatilidad (puede emigrar de un momento a otro) propicia demasiada inestabilidad y nerviosismo en los mercados financiero y cambiario, perturbando la política monetaria que desarrolla el BCR. Un ingreso masivo en el corto plazo por las razones citadas genera distorsión, pues debilita al dólar más de lo que le correspondería por las condiciones propias del mercado.
La medida (que no es nueva, pues en mayo del 2008 se aplicó una similar) regirá a partir de setiembre, es decir, dentro de una semana. En tanto que con ella no se intente restringir en exceso la dinámica del mercado (pues los movimientos financieros de corto plazo son parte de ésta), parece pertinente, dada la coyuntura actual.
Ocurre que, atraídos por las tasas de interés que perciben los depósitos en moneda nacional, y por la evolución del tipo de cambio, inversionistas extranjeros vienen introduciendo al país importantes cantidades de dólares, que, luego de convertir en soles, depositan en las entidades del sistema financiero. Así, luego de plazos bastante breves, se marchan, tras haber obtenido una atractiva rentabilidad por su depósito y otra por el tipo de cambio, pues, debido a la caída del dólar, pueden comprar (y sacar del país) más de los que ingresaron.
Si bien el capital extranjero de largo plazo es bienvenido, dado que se dirige a crear riqueza a través de inversiones productivas, el de corto plazo no lo es tanto, ya que, por su alta volatilidad (puede emigrar de un momento a otro) propicia demasiada inestabilidad y nerviosismo en los mercados financiero y cambiario, perturbando la política monetaria que desarrolla el BCR. Un ingreso masivo en el corto plazo por las razones citadas genera distorsión, pues debilita al dólar más de lo que le correspondería por las condiciones propias del mercado.
La medida (que no es nueva, pues en mayo del 2008 se aplicó una similar) regirá a partir de setiembre, es decir, dentro de una semana. En tanto que con ella no se intente restringir en exceso la dinámica del mercado (pues los movimientos financieros de corto plazo son parte de ésta), parece pertinente, dada la coyuntura actual.
martes, 24 de agosto de 2010
El Crecimiento de Julio viene Bien
Según los analistas, el producto bruto interno de julio registraría, al igual que el de junio, un crecimiento de dos dígitos. Aunque no llegaría a ser tan alto como el del mes previo (11.92%), no estaría demasiado lejos. Así lo dejan entrever los diversos datos referidos a la actividad productiva que ya se tiene a la mano.
Por ejemplo, las capturas en la pesca han crecido nada menos que 106.8%, en tanto que la producción de hidrocarburos (sin duda empujada por la extracción de gas, que se expandió 111%) lo ha hecho en 30.6%. Además, apuntalados por grandes obras en marcha, como el Metro de Lima, los despachos locales de cemento se han incrementado a la apreciable tasa de 12.8%. Favorecidas por los mejores precios y la recuperación de los volúmenes vendidos, las exportaciones también están aumentando considerablemente.
Sabemos, de otro lado, que sectores como la Construcción, el Comercio y la Manufactura se hallan en una fase muy dinámica. Este último, el más importante en la composición del PBI, creció espectacularmente en junio, por lo que se espera que en julio lo siga haciendo a una tasa significativa. Dos indicios al respecto nos lo dan el crecimiento, en 12.9%, de la producción de electricidad (fuertemente vinculada al desempeño industrial), y en más de 30% de las importaciones de bienes de capital y materiales de construcción.
Por último, el factor estadístico también favorecerá el dato de julio, en razón de que el mismo mes del año anterior reportó una caída de casi 1% en el PBI.
¿Recalentamiento?
Es tan buena la marcha productiva que todas las estimaciones, tanto públicas como privadas, se siguen ajustando hacia arriba, cada vez más optimistas. Varios analistas ya hablan de tasas entre 7% y 8%. El Ministerio de Economía, bastante más conservador, recién acaba de elevar su proyección a 6% o un poco más, aunque lo más probable es que requiera seguir subiéndola.
Como no podía ser de otra forma, de la mano de este optimismo también han comenzado a aparecer temores acerca de un eventual recalentamiento, capaz de producir inflación. Sin embargo, al menos durante este año no se puede hablar de tal situación, porque, por muy fuertes que sean las tasas mensuales de crecimiento, en gran medida simplemente constituyen el restablecimiento de la tendencia de mediano plazo que el país ya tenía. Tras el bajísimo crecimiento, casi nulo, del año anterior, uno de 11% o 12% en la actualidad prácticamente equivale a haber crecido 5 ó 6% en el 2009 y en el 2010. Nada fuera de lo común, sino simplemente un realineamiento con el potencial de crecimiento. Claro, la preocupación se justificaría si la economía siguiera expandiéndose a dos dígitos también en el 2011, caso en el cual, sin ninguna duda, se tendría que hablar de un peligroso recalentamiento, con perspectivas inflacionarias.
Aunque la idea de crecer a tasas chinas resulta muy atractiva, eso no será posible en tanto que el país no invierta tanto como lo hace ese país (aproximadamente 40% de su PBI). Con nuestro 24% de inversión, aún debemos conformarnos con crecimientos máximos de 8 ó 9%, que, de todas maneras, no están nada mal, pues permiten avanzar considerablemente en la lucha contra la pobreza.
Lo cierto es que, por ahora, no hay problema. Además, como bien ha explicado el jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), las inversiones están muy dinámicas, contribuyendo a ampliar la capacidad instalada del sector productivo, y alejando la posibilidad de que la creciente demanda interna desborde a la oferta y genere elevación de precios. Dicha mayor capacidad se viene generando a partir de la inversión en importantes obras de infraestructura (carreteras, puertos, aeropuertos, centrales y líneas de transmisión eléctricas, plantas industriales, instalaciones de abastecimiento de gas, sistemas de telecomunicaciones, etc) y del fuerte crecimiento de las importaciones de bienes de capital.
También, se debe tener en cuenta que el factor estadístico está jugando a nuestro favor en estos meses, pues la baja base de comparación de los nueve primeros meses del 2009 está sobredimensionando los datos del presente año. En el último trimestre, ese efecto comenzará a perder fuerza (pues la comparación ya no se hará contra números tan malos), lo cual llevará a que el PBI del año cierre con una tasa de crecimiento que difícilmente superará el 8%, y que no implicará mayor peligro en términos de recalentamiento.
Por último, no hay que olvidar que el plan de estímulo fiscal, que contribuyó a dinamizar la economía de cara a la crisis internacional, ya está prácticamente agotado. A eso se añade el hecho de que el Banco Central viene elevando sostenidamente su tasa de referencia.
Todos esos factores llevarán a la economía a tasas de crecimiento menos explosivas y bastante más normales que las de los últimos meses. No existe, pues, un real riesgo de recalentamiento.
Por ejemplo, las capturas en la pesca han crecido nada menos que 106.8%, en tanto que la producción de hidrocarburos (sin duda empujada por la extracción de gas, que se expandió 111%) lo ha hecho en 30.6%. Además, apuntalados por grandes obras en marcha, como el Metro de Lima, los despachos locales de cemento se han incrementado a la apreciable tasa de 12.8%. Favorecidas por los mejores precios y la recuperación de los volúmenes vendidos, las exportaciones también están aumentando considerablemente.
Sabemos, de otro lado, que sectores como la Construcción, el Comercio y la Manufactura se hallan en una fase muy dinámica. Este último, el más importante en la composición del PBI, creció espectacularmente en junio, por lo que se espera que en julio lo siga haciendo a una tasa significativa. Dos indicios al respecto nos lo dan el crecimiento, en 12.9%, de la producción de electricidad (fuertemente vinculada al desempeño industrial), y en más de 30% de las importaciones de bienes de capital y materiales de construcción.
Por último, el factor estadístico también favorecerá el dato de julio, en razón de que el mismo mes del año anterior reportó una caída de casi 1% en el PBI.
¿Recalentamiento?
Es tan buena la marcha productiva que todas las estimaciones, tanto públicas como privadas, se siguen ajustando hacia arriba, cada vez más optimistas. Varios analistas ya hablan de tasas entre 7% y 8%. El Ministerio de Economía, bastante más conservador, recién acaba de elevar su proyección a 6% o un poco más, aunque lo más probable es que requiera seguir subiéndola.
Como no podía ser de otra forma, de la mano de este optimismo también han comenzado a aparecer temores acerca de un eventual recalentamiento, capaz de producir inflación. Sin embargo, al menos durante este año no se puede hablar de tal situación, porque, por muy fuertes que sean las tasas mensuales de crecimiento, en gran medida simplemente constituyen el restablecimiento de la tendencia de mediano plazo que el país ya tenía. Tras el bajísimo crecimiento, casi nulo, del año anterior, uno de 11% o 12% en la actualidad prácticamente equivale a haber crecido 5 ó 6% en el 2009 y en el 2010. Nada fuera de lo común, sino simplemente un realineamiento con el potencial de crecimiento. Claro, la preocupación se justificaría si la economía siguiera expandiéndose a dos dígitos también en el 2011, caso en el cual, sin ninguna duda, se tendría que hablar de un peligroso recalentamiento, con perspectivas inflacionarias.
Aunque la idea de crecer a tasas chinas resulta muy atractiva, eso no será posible en tanto que el país no invierta tanto como lo hace ese país (aproximadamente 40% de su PBI). Con nuestro 24% de inversión, aún debemos conformarnos con crecimientos máximos de 8 ó 9%, que, de todas maneras, no están nada mal, pues permiten avanzar considerablemente en la lucha contra la pobreza.
Lo cierto es que, por ahora, no hay problema. Además, como bien ha explicado el jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), las inversiones están muy dinámicas, contribuyendo a ampliar la capacidad instalada del sector productivo, y alejando la posibilidad de que la creciente demanda interna desborde a la oferta y genere elevación de precios. Dicha mayor capacidad se viene generando a partir de la inversión en importantes obras de infraestructura (carreteras, puertos, aeropuertos, centrales y líneas de transmisión eléctricas, plantas industriales, instalaciones de abastecimiento de gas, sistemas de telecomunicaciones, etc) y del fuerte crecimiento de las importaciones de bienes de capital.
Las inversiones incrementan la capacidad productiva del país (Foto: Andina)
También, se debe tener en cuenta que el factor estadístico está jugando a nuestro favor en estos meses, pues la baja base de comparación de los nueve primeros meses del 2009 está sobredimensionando los datos del presente año. En el último trimestre, ese efecto comenzará a perder fuerza (pues la comparación ya no se hará contra números tan malos), lo cual llevará a que el PBI del año cierre con una tasa de crecimiento que difícilmente superará el 8%, y que no implicará mayor peligro en términos de recalentamiento.
Por último, no hay que olvidar que el plan de estímulo fiscal, que contribuyó a dinamizar la economía de cara a la crisis internacional, ya está prácticamente agotado. A eso se añade el hecho de que el Banco Central viene elevando sostenidamente su tasa de referencia.
Todos esos factores llevarán a la economía a tasas de crecimiento menos explosivas y bastante más normales que las de los últimos meses. No existe, pues, un real riesgo de recalentamiento.
lunes, 23 de agosto de 2010
El Metro Ya No Tendrá su Gran Puente
Lamentablemente, el proyecto para construir, como parte del viaducto del Metro de Lima, un gran puente atirantado sobre la avenida Javier Prado, fue dejado de lado.
Según informó hace dos días el diario El Comercio, simplemente habrá un puente de diseño común conformado por vigas prefabricadas del mismo tipo de las que se aprecia en el recorrido del viaducto. Eso sí, éstas no tendrán los clásicos 20 metros de largo, sino 35, y estarán apoyadas sobre columnas situadas exactamente a ambos costados de la vía expresa, lo que les pemitirá cruzarla limpiamente, sin ningún punto de apoyo intermedio que perturbe la circulación por ésta.
Debido a la escasa información que brinda el consorcio constructor (cuya página web ya no es tan ágil e informativa como en los primeros días), no está clara la razón que llevó a desechar la opción del puente atirantado. Probablemente haya sido el mayor costo, el problema de llevar a cabo una obra de esa envergadura en una avenida tan congestionada (que no puede ser cerrada durante demasiados días), la premura del tiempo (pues, como se sabe, al gobierno le urge que toda la obra quede lista en junio del próximo año, para poder inaugurarla en julio) o simplemente una cuestión de diseño (por considerarse que la obra hubiera recargado demasiado una zona donde ya se lucen edificios arquitectónicamente importantes, como el Museo de la Nación, la Biblioteca Nacional, y próximamente el Teatro Nacional, y donde también estará una de las grandes y coloridas estaciones del Metro).
Al margen de las razones que hayan llevado a la mencionada determinación, lo cierto es que la zona ya no tendrá una vista como la que se observa en la primera de las imágenes aquí mostradas, sino una mucho más sencilla, como las que se aprecia en las restantes.
Aunque no nos agrada el cambio, pues al puente no sólo lo considerábamos espectacular, sino también bello, no queda más que aceptarlo. A fin de cuentas, lo que verdaderamente nos llenará de gusto y satisfacción será ver corriendo sobre esta importantísima avenida el famoso tren, el anhelado Metro de Lima.
Según informó hace dos días el diario El Comercio, simplemente habrá un puente de diseño común conformado por vigas prefabricadas del mismo tipo de las que se aprecia en el recorrido del viaducto. Eso sí, éstas no tendrán los clásicos 20 metros de largo, sino 35, y estarán apoyadas sobre columnas situadas exactamente a ambos costados de la vía expresa, lo que les pemitirá cruzarla limpiamente, sin ningún punto de apoyo intermedio que perturbe la circulación por ésta.
Debido a la escasa información que brinda el consorcio constructor (cuya página web ya no es tan ágil e informativa como en los primeros días), no está clara la razón que llevó a desechar la opción del puente atirantado. Probablemente haya sido el mayor costo, el problema de llevar a cabo una obra de esa envergadura en una avenida tan congestionada (que no puede ser cerrada durante demasiados días), la premura del tiempo (pues, como se sabe, al gobierno le urge que toda la obra quede lista en junio del próximo año, para poder inaugurarla en julio) o simplemente una cuestión de diseño (por considerarse que la obra hubiera recargado demasiado una zona donde ya se lucen edificios arquitectónicamente importantes, como el Museo de la Nación, la Biblioteca Nacional, y próximamente el Teatro Nacional, y donde también estará una de las grandes y coloridas estaciones del Metro).
Al margen de las razones que hayan llevado a la mencionada determinación, lo cierto es que la zona ya no tendrá una vista como la que se observa en la primera de las imágenes aquí mostradas, sino una mucho más sencilla, como las que se aprecia en las restantes.
Aunque no nos agrada el cambio, pues al puente no sólo lo considerábamos espectacular, sino también bello, no queda más que aceptarlo. A fin de cuentas, lo que verdaderamente nos llenará de gusto y satisfacción será ver corriendo sobre esta importantísima avenida el famoso tren, el anhelado Metro de Lima.
La Encuesta de la Semana: Lima se Acerca Rápidamente
En nuestra más reciente encuesta, primó el optimismo entre los lectores de este blog acerca del futuro de Lima.
Un contundente 57% de ellos piensa que la capital del país se acerca rápidamente, en cuanto a su nivel de desarrollo, a las principales metrópolis latinoamericanas. Inclusive, un aún más optimista 10% considera que ya está en un nivel comparable.
Sin embargo, un importante 30% opina que aún está muy lejos de esa meta. Y algunos pocos creen que no logrará igualarse.
Dejando de lado a Lima, la encuesta de esta semana se centra en la ciudad de provincias que podría estar posicionada en el año 2030, como la segunda urbe peruana. Si usted desea, puede contestarla.
Un contundente 57% de ellos piensa que la capital del país se acerca rápidamente, en cuanto a su nivel de desarrollo, a las principales metrópolis latinoamericanas. Inclusive, un aún más optimista 10% considera que ya está en un nivel comparable.
Sin embargo, un importante 30% opina que aún está muy lejos de esa meta. Y algunos pocos creen que no logrará igualarse.
Dejando de lado a Lima, la encuesta de esta semana se centra en la ciudad de provincias que podría estar posicionada en el año 2030, como la segunda urbe peruana. Si usted desea, puede contestarla.
domingo, 22 de agosto de 2010
El Perú en el Ranking Latinoamericano: Ahorro e Inversión 2009
La inversión, como componente del producto bruto interno (PBI), es uno de los elementos fundamentales en el crecimiento de los países. Cuanto más invierten éstos, más expanden su capacidad productiva, y, por lo tanto, en mejores condiciones se sitúan para crecer económicamente. Así lo hacen, por ejemplo, los países asiáticos, gracias a lo cual se hallan entre los más dinámicos del mundo.
Pero para tener capacidad de invertir, los países requieren ahorrar. El ahorro puede ser interno o externo. El interno es el que efectúan las personas naturales, las empresas o el Estado. El ahorro de este último se expresa a través de los superavits fiscales.
Cuanto el ahorro interno no es suficiente para cubrir las necesidades de inversión, se produce la denominada brecha ahorro-inversión. Ésta equivale al saldo en cuenta corriente, o sea, al saldo conjunto de las balanzas comercial, de servicios, de renta de factores y de transferencias corrientes. Para cubrirla, se recurre al ahorro externo, es decir, al financiamiento internacional.
Efectuada esta breve explicación, veamos ahora, gracias a los datos del Estudio Económico 2009-2010 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), cómo van los países de la región en cuanto a dichos indicadores. Demos, a tal efecto, una mirada, a la Inversión Bruta Interna (IBI), el Ahorro Interno y el Ahorro Externo, todos ellos expresados como porcentaje del PBI.
Si bien los actuales niveles latinoamericanos de ahorro e inversión son bajos comparados con los de los países asiáticos (donde el ahorro puede llegar a cerca del 40% del PBI), son bastante mejores que los de décadas anteriores, debido al mejor manejo fiscal, en el cual, a diferencia de esas épocas, ya no abundan los deficits (que obligaban a recurrir a un masivo endeudamiento extranjero), sino más bien los equilibrios presupuestales. Además, las nuevas políticas económicas, mucho más responsables que sus antecesoras, resultan mucho más atractivas para la inversión privada, tanto nacional como extranjera.
Como se puede ver, Venezuela fue en el 2009 el país latinoamericano con el mayor porcentaje de IBI, pues éste llegó a casi 25% de su producto. Sin embargo, ello no le bastó para impedir una fuerte caída productiva en el 2009. Es que las exportaciones (otro componente importante del PBI, sobre todo en una economía tan fuertemente dependiente de las ventas de petróleo) le jugaron una mala pasada, al caer violentamente, debido al desplome del precio del crudo. Cabe precisar que entre los años 2005 y 2008, apuntalado por los crecientes precios del petróleo, el ahorro venezolano se había mantenido en un promedio de 40% del PBI, permitiéndole gigantescos superavits en cuenta corriente. Sin embargo, en el 2009, de la mano del desplome del crudo, la situación cambió dramáticamente, diluyendo significativamente el referido superavit y obligando a devaluar la moneda.
El Perú, con una IBI de 22.5%, se ubicó como otro de los países con un nivel adecuado de ahorro interno, lo cual le permitió registrar, al igual que en la mayoría de los años desde el 2004, un leve superavit en cuenta corriente. Sin embargo, cabe precisar que el nivel de inversión del 2009 fue sustantivamente menor que el del 2008, año en el cual se llegó al porcentaje record de 27.2%.
Argentina, Chile y Bolivia, exhibieron, al igual que Venezuela, significativos superavits en cuenta corriente, resultantes de mayores niveles de ahorro interno que de inversión. En el primer país la IBI llegó a 21.2% del PBI, en el segundo a 19%, y en el tercero a 17%. Tanto en Argentina como en Chile ello implicó una fuerte reducción frente a su nivel del año previo. Cabe señalar que estos tres países mantienen a lo largo de la mayor parte de esta década importantes superavits en cuenta corriente, especialmente Bolivia, donde dicho indicador superó el 10% del PBI entre el 2005 y el 2008. Sin embargo, no parece justificable, en este último país, un nivel de inversión tan bajo frente a tan apreciable monto de ahorro interno.
En cuanto a las principales economías, Brasil invirtió en el 2009 un 16.5% de su PBI y México un 22.4%, con leves deficits en cuenta corriente en ambos casos.
Los países con menos IBI fueron República Dominicana, Costa Rica, El Salvador y Cuba, todos ellos con niveles por debajo del 15% de sus respectivos PBI. Por su parte, los países con la mayor insuficiencia de ahorro interno frente a sus requerimientos de inversión, y, por ende, con mayor deficit en cuenta corriente, fueron Nicaragua y República Dominicana. En el primero de los nombrados, mientras que la IBI fue de 23.4% del PBI, el ahorro interno sólo alcanzó el 10.5%, con una brecha de nada menos que 12.9%. En el segundo, los datos fueron de 14.8%, 9.8% y 5.0%, respectivamente.
Pero para tener capacidad de invertir, los países requieren ahorrar. El ahorro puede ser interno o externo. El interno es el que efectúan las personas naturales, las empresas o el Estado. El ahorro de este último se expresa a través de los superavits fiscales.
Cuanto el ahorro interno no es suficiente para cubrir las necesidades de inversión, se produce la denominada brecha ahorro-inversión. Ésta equivale al saldo en cuenta corriente, o sea, al saldo conjunto de las balanzas comercial, de servicios, de renta de factores y de transferencias corrientes. Para cubrirla, se recurre al ahorro externo, es decir, al financiamiento internacional.
Efectuada esta breve explicación, veamos ahora, gracias a los datos del Estudio Económico 2009-2010 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), cómo van los países de la región en cuanto a dichos indicadores. Demos, a tal efecto, una mirada, a la Inversión Bruta Interna (IBI), el Ahorro Interno y el Ahorro Externo, todos ellos expresados como porcentaje del PBI.
Si bien los actuales niveles latinoamericanos de ahorro e inversión son bajos comparados con los de los países asiáticos (donde el ahorro puede llegar a cerca del 40% del PBI), son bastante mejores que los de décadas anteriores, debido al mejor manejo fiscal, en el cual, a diferencia de esas épocas, ya no abundan los deficits (que obligaban a recurrir a un masivo endeudamiento extranjero), sino más bien los equilibrios presupuestales. Además, las nuevas políticas económicas, mucho más responsables que sus antecesoras, resultan mucho más atractivas para la inversión privada, tanto nacional como extranjera.
Como se puede ver, Venezuela fue en el 2009 el país latinoamericano con el mayor porcentaje de IBI, pues éste llegó a casi 25% de su producto. Sin embargo, ello no le bastó para impedir una fuerte caída productiva en el 2009. Es que las exportaciones (otro componente importante del PBI, sobre todo en una economía tan fuertemente dependiente de las ventas de petróleo) le jugaron una mala pasada, al caer violentamente, debido al desplome del precio del crudo. Cabe precisar que entre los años 2005 y 2008, apuntalado por los crecientes precios del petróleo, el ahorro venezolano se había mantenido en un promedio de 40% del PBI, permitiéndole gigantescos superavits en cuenta corriente. Sin embargo, en el 2009, de la mano del desplome del crudo, la situación cambió dramáticamente, diluyendo significativamente el referido superavit y obligando a devaluar la moneda.
El Perú, con una IBI de 22.5%, se ubicó como otro de los países con un nivel adecuado de ahorro interno, lo cual le permitió registrar, al igual que en la mayoría de los años desde el 2004, un leve superavit en cuenta corriente. Sin embargo, cabe precisar que el nivel de inversión del 2009 fue sustantivamente menor que el del 2008, año en el cual se llegó al porcentaje record de 27.2%.
Argentina, Chile y Bolivia, exhibieron, al igual que Venezuela, significativos superavits en cuenta corriente, resultantes de mayores niveles de ahorro interno que de inversión. En el primer país la IBI llegó a 21.2% del PBI, en el segundo a 19%, y en el tercero a 17%. Tanto en Argentina como en Chile ello implicó una fuerte reducción frente a su nivel del año previo. Cabe señalar que estos tres países mantienen a lo largo de la mayor parte de esta década importantes superavits en cuenta corriente, especialmente Bolivia, donde dicho indicador superó el 10% del PBI entre el 2005 y el 2008. Sin embargo, no parece justificable, en este último país, un nivel de inversión tan bajo frente a tan apreciable monto de ahorro interno.
En cuanto a las principales economías, Brasil invirtió en el 2009 un 16.5% de su PBI y México un 22.4%, con leves deficits en cuenta corriente en ambos casos.
Los países con menos IBI fueron República Dominicana, Costa Rica, El Salvador y Cuba, todos ellos con niveles por debajo del 15% de sus respectivos PBI. Por su parte, los países con la mayor insuficiencia de ahorro interno frente a sus requerimientos de inversión, y, por ende, con mayor deficit en cuenta corriente, fueron Nicaragua y República Dominicana. En el primero de los nombrados, mientras que la IBI fue de 23.4% del PBI, el ahorro interno sólo alcanzó el 10.5%, con una brecha de nada menos que 12.9%. En el segundo, los datos fueron de 14.8%, 9.8% y 5.0%, respectivamente.
sábado, 21 de agosto de 2010
Metro de Lima: ya Casi a Medio Camino
En tanto que se define diversos temas acerca de su futuro inmediato (compra de trenes nuevos o usados, construcción de una probable segunda línea, elección de su operador, etc.), el Metro de Lima continúa extendiendo aceleradamente su viaducto, con la mira puesta en dejarlo completamente terminado en junio del 2011, para que los trenes puedan comenzar a operar un mes después.
A la fecha, las obras alcanzan aproximadamente el 45% del total. Desde hace un mes ya se trabaja a lo largo de todo el tramo, inclusive en las inmediaciones de la avenida Grau. En su parte estructural (es decir, en lo que concierne a columnas, vigas y losas), el viaducto ya tiene continuidad desde Villa El Salvador hasta la avenida Angamos, a lo largo de 15 de sus 21.9 kilómetros. Y en los restantes 6.9 kilómetros no falta demasiado.
Lógicamente, hay diferentes grados de avance en un sector y otro. Así, en la zona de la avenida Surco ya se viene instalando, en forma acelerada, tal como se aprecia en los videos adjuntos, las diversas capas que conforman la base para la ferrovía, incluyendo el material aglomerado (piedra chancada), y, sobre ellas, los durmientes de concreto y los rieles.
En las restantes zonas de las avenidas Tomás Marsano y Aviación se construye las estaciones, en tanto que, pasando Javier Prado, la armazón de concreto ya transpone el óvalo Arriola y llega hasta la avenida México. A partir de dicho punto, ya hay sembradas numerosas columnas, que se acercan rápidamente a Grau.
En la parte antigua del viaducto, por su parte, ya se viene efectuando los trabajos iniciales que conducirán a la total modernización de la infraestructura existente, desde el reemplazo (en Villa el Salvador) del cerco metálico por otro de concreto, hasta la integral remodelación de sus antiguas y escasamente empleadas estaciones.
En la avenida Javier Prado, con el viaducto casi listo en sus dos costados, todo va quedando preparado para la construcción del gran puente de aproximadamente 70 metros de largo que deberá cruzar, sin un punto de apoyo intermedio (pues no hay espacio para ello), sobre la vía expresa de la referida avenida. La gran duda es si se construirá el espectacular puente atirantado (con una enorme columna inclinada de la cual se desprenderían gruesos cables de acero) que el consorcio constructor sigue mostrando en su página web o habrá un nuevo diseño. Creemos que ocurrirá lo primero.
En cuanto a los cinco trenes que se necesita comprar, si bien todo había quedado listo para incorporar (previa repotenciación) los de segunda mano ofrecidos por el Metro de Roma, luego surgió una interesantísima propuesta de una empresa coreana, no sólo para entregarlos en el tiempo preciso, sino totalmente nuevos, y dotados de la más moderna tecnología. Habrá que ver qué resuelve el Ministerio de Transportes.
Por último, en lo que respecta al operador, que, como sabemos, tendrá en sus manos el manejo de toda la línea 1 (es decir, el tramo que se viene construyendo, más el que se construirá desde Grau hasta San Juan de Lurigancho), será elegido en los últimos meses del año.
Todo apunta, pues, a que no haya sobresaltos en los plazos: las obras civiles avanzan a excelente ritmo, aparentemente se tendrá la flota mínima de diez trenes (ojalá que con cinco de ellos nuevos) en el momento adecuado, y la empresa que se encargará de su funcionamiento será conocida dentro de escasos meses. El proceso, como vemos, marcha bien y, así las cosas, dentro de poco tiempo el Metro de Lima habrá ingresado en su fase de cuenta regresiva.
Impresionante serpentín: la ruta del Metro de Lima. (Foto: HCastgu-Skyscrapercity)
A la fecha, las obras alcanzan aproximadamente el 45% del total. Desde hace un mes ya se trabaja a lo largo de todo el tramo, inclusive en las inmediaciones de la avenida Grau. En su parte estructural (es decir, en lo que concierne a columnas, vigas y losas), el viaducto ya tiene continuidad desde Villa El Salvador hasta la avenida Angamos, a lo largo de 15 de sus 21.9 kilómetros. Y en los restantes 6.9 kilómetros no falta demasiado.
Lógicamente, hay diferentes grados de avance en un sector y otro. Así, en la zona de la avenida Surco ya se viene instalando, en forma acelerada, tal como se aprecia en los videos adjuntos, las diversas capas que conforman la base para la ferrovía, incluyendo el material aglomerado (piedra chancada), y, sobre ellas, los durmientes de concreto y los rieles.
En las restantes zonas de las avenidas Tomás Marsano y Aviación se construye las estaciones, en tanto que, pasando Javier Prado, la armazón de concreto ya transpone el óvalo Arriola y llega hasta la avenida México. A partir de dicho punto, ya hay sembradas numerosas columnas, que se acercan rápidamente a Grau.
En la parte antigua del viaducto, por su parte, ya se viene efectuando los trabajos iniciales que conducirán a la total modernización de la infraestructura existente, desde el reemplazo (en Villa el Salvador) del cerco metálico por otro de concreto, hasta la integral remodelación de sus antiguas y escasamente empleadas estaciones.
En la avenida Javier Prado, con el viaducto casi listo en sus dos costados, todo va quedando preparado para la construcción del gran puente de aproximadamente 70 metros de largo que deberá cruzar, sin un punto de apoyo intermedio (pues no hay espacio para ello), sobre la vía expresa de la referida avenida. La gran duda es si se construirá el espectacular puente atirantado (con una enorme columna inclinada de la cual se desprenderían gruesos cables de acero) que el consorcio constructor sigue mostrando en su página web o habrá un nuevo diseño. Creemos que ocurrirá lo primero.
En sólo once meses, el Metro recorrerá estas curvas. (Fotos: Skyscrapercity)
En cuanto a los cinco trenes que se necesita comprar, si bien todo había quedado listo para incorporar (previa repotenciación) los de segunda mano ofrecidos por el Metro de Roma, luego surgió una interesantísima propuesta de una empresa coreana, no sólo para entregarlos en el tiempo preciso, sino totalmente nuevos, y dotados de la más moderna tecnología. Habrá que ver qué resuelve el Ministerio de Transportes.
Por último, en lo que respecta al operador, que, como sabemos, tendrá en sus manos el manejo de toda la línea 1 (es decir, el tramo que se viene construyendo, más el que se construirá desde Grau hasta San Juan de Lurigancho), será elegido en los últimos meses del año.
Todo apunta, pues, a que no haya sobresaltos en los plazos: las obras civiles avanzan a excelente ritmo, aparentemente se tendrá la flota mínima de diez trenes (ojalá que con cinco de ellos nuevos) en el momento adecuado, y la empresa que se encargará de su funcionamiento será conocida dentro de escasos meses. El proceso, como vemos, marcha bien y, así las cosas, dentro de poco tiempo el Metro de Lima habrá ingresado en su fase de cuenta regresiva.
viernes, 20 de agosto de 2010
Reservas Internacionales: ya hay Más de US$ 40 Mil Millones
Tal como se esperaba, teniendo en cuenta las abundantes compras de dólares efectuadas en los últimos días por el Banco Central de Reserva (BCR) con el fin de sostener dicha moneda, las reservas internacionales netas (RIN) del Perú superaron, por primera vez en su historia, el monto señalado en el título de esta nota y llegaron a US$ 40,634 millones.
Según el BCR, este nivel equivale a 20 meses de importaciones y a 4.3 veces la emisión primaria. Nosotros añadiríamos que también equivale aproximadamente al 30% del producto bruto interno y al 110% de la deuda externa total peruana.
Con tan grande colchón financiero, que asegura la fluidez de nuestras operaciones externas y la estabilidad del nuevo sol, el Perú se ubica, además, como uno de los países latinoamericanos mejor respaldados en cuanto a recursos internacionales de corto plazo.
Según el BCR, este nivel equivale a 20 meses de importaciones y a 4.3 veces la emisión primaria. Nosotros añadiríamos que también equivale aproximadamente al 30% del producto bruto interno y al 110% de la deuda externa total peruana.
Con tan grande colchón financiero, que asegura la fluidez de nuestras operaciones externas y la estabilidad del nuevo sol, el Perú se ubica, además, como uno de los países latinoamericanos mejor respaldados en cuanto a recursos internacionales de corto plazo.
jueves, 19 de agosto de 2010
Según Newsweek, así Ranquea el Perú en el Mundo
En los últimos días, la economía peruana, y, en general, el ambiente socioeconómico y político existente en nuestro país, han sido muy bien calificados por dos medios de prestigio internacional. Uno de ellos ha sido la revista Newsweek y el otro la fundación Getulio Vargas. En esta nota nos referiremos a la evaluación llevada a cabo por la publicación norteamericana.
En efecto, la muy conocida revista de política y economía, ha catalogado muy favorablemente al Perú en su ranking denominado The World's Best Countries (Los Mejores Países del Mundo). En dicha relación, encabezada por Finlandia, nuestro país figura, con un puntaje de 67 sobre 100, en el puesto 42 del mundo y cuarto en América Latina. En la región sólo lo superan Chile (puesto 30), Costa Rica (35) y Panamá (41).
Como se observa en el recuadro siguiente, la mejor calificación peruana se da en el ámbito educativo, donde se ubica en el puesto 38, con un puntaje de 85.26 puntos, merced a su tasa de alfabetismo de 93% y sus 15.2 años de escolaridad promedio. El primer lugar en esta materia lo tiene Finlandia, con 100 puntos.
En el campo de la salud, el Perú figura en el puesto 34, con 78.27 puntos, gracias a una expectativa de vida plenamente saludable de 67 años. La lista la encabeza Japón con 100 puntos.
En cuanto a calidad de vida, le corresponde la ubicación 64, con 63.72 puntos. Aquí, califica con 0.496 en el Índice de Gini (que llega a 1 cuando existe total desigualdad en la distribución del ingreso y a cero cuando hay perfecta igualdad); con 0.702 en desigualdad de género (que mide la desigualdad educativa, económica, en salud y política entre los sexos y que debe tender a 1); con 17.84% de la población teniendo en el año 2005 un ingreso menor a US$ 2 diarios; con un consumo por habitante de US$ 3,309; con una tasa de homicidios de 3.3 por cada 100 mil personas; con un índice de salud ambiental de 61.3; y con una tasa de desempleo de 9%. El país más destacado es Noruega, con una puntuación de 98.45.
En materia de dinamismo económico, sorpresivamente, el Perú no figura tan bien como se esperaría. Es que el ranking no se centra en el crecimiento del PBI, sino en otros factores relevantes. Nuestro país se ubica en el puesto 50, con 46.05 puntos. Los factores que llevan a esa calificación son un PBI per capita en términos de paridad de poder adquisitivo de US$ 8,600; los pesos de los sectores Servicios y Manufactura en el PBI (56.57% y 15.59%, respectivamente); un índice de innovación (del Foro Económico Mundial) de 2.71; el puesto 56 en el ranking Doing Business del Banco Mundial; los 3.1 años que toma resolver judicialmente un problema de insolvencia empresarial; y los 41 días de constituir un negocio. El país mejor calificado en este rubro es Singapur, con 83.06 puntos.
Por último, en lo que atañe al ambiente político, el Perú ranquea en el puesto 50, con 62.43 puntos. Aquí figura con 2.5 puntos en materia de libertades políticas y civiles (la puntuación va desde 1 para los países más libres, hasta 7 para los menos libres); 5.56 en participación política (siendo 10 el nivel máximo); y 62% en cuanto a estabilidad política.
¿Le convence la forma en que nos califica y considera Newsweek? Probablemente sí, probablemente no. Hay que tener en cuenta que en este tema, como en tantos otros, pese a números y cifras concretas, también está presente la subjetividad. Sin embargo, siempre resulta importante e interesante conocer una opinión externa. Y si proviene de una publicación tan importante como ésta, mucho mejor.
En efecto, la muy conocida revista de política y economía, ha catalogado muy favorablemente al Perú en su ranking denominado The World's Best Countries (Los Mejores Países del Mundo). En dicha relación, encabezada por Finlandia, nuestro país figura, con un puntaje de 67 sobre 100, en el puesto 42 del mundo y cuarto en América Latina. En la región sólo lo superan Chile (puesto 30), Costa Rica (35) y Panamá (41).
Como se observa en el recuadro siguiente, la mejor calificación peruana se da en el ámbito educativo, donde se ubica en el puesto 38, con un puntaje de 85.26 puntos, merced a su tasa de alfabetismo de 93% y sus 15.2 años de escolaridad promedio. El primer lugar en esta materia lo tiene Finlandia, con 100 puntos.
En el campo de la salud, el Perú figura en el puesto 34, con 78.27 puntos, gracias a una expectativa de vida plenamente saludable de 67 años. La lista la encabeza Japón con 100 puntos.
En cuanto a calidad de vida, le corresponde la ubicación 64, con 63.72 puntos. Aquí, califica con 0.496 en el Índice de Gini (que llega a 1 cuando existe total desigualdad en la distribución del ingreso y a cero cuando hay perfecta igualdad); con 0.702 en desigualdad de género (que mide la desigualdad educativa, económica, en salud y política entre los sexos y que debe tender a 1); con 17.84% de la población teniendo en el año 2005 un ingreso menor a US$ 2 diarios; con un consumo por habitante de US$ 3,309; con una tasa de homicidios de 3.3 por cada 100 mil personas; con un índice de salud ambiental de 61.3; y con una tasa de desempleo de 9%. El país más destacado es Noruega, con una puntuación de 98.45.
En materia de dinamismo económico, sorpresivamente, el Perú no figura tan bien como se esperaría. Es que el ranking no se centra en el crecimiento del PBI, sino en otros factores relevantes. Nuestro país se ubica en el puesto 50, con 46.05 puntos. Los factores que llevan a esa calificación son un PBI per capita en términos de paridad de poder adquisitivo de US$ 8,600; los pesos de los sectores Servicios y Manufactura en el PBI (56.57% y 15.59%, respectivamente); un índice de innovación (del Foro Económico Mundial) de 2.71; el puesto 56 en el ranking Doing Business del Banco Mundial; los 3.1 años que toma resolver judicialmente un problema de insolvencia empresarial; y los 41 días de constituir un negocio. El país mejor calificado en este rubro es Singapur, con 83.06 puntos.
Por último, en lo que atañe al ambiente político, el Perú ranquea en el puesto 50, con 62.43 puntos. Aquí figura con 2.5 puntos en materia de libertades políticas y civiles (la puntuación va desde 1 para los países más libres, hasta 7 para los menos libres); 5.56 en participación política (siendo 10 el nivel máximo); y 62% en cuanto a estabilidad política.
¿Le convence la forma en que nos califica y considera Newsweek? Probablemente sí, probablemente no. Hay que tener en cuenta que en este tema, como en tantos otros, pese a números y cifras concretas, también está presente la subjetividad. Sin embargo, siempre resulta importante e interesante conocer una opinión externa. Y si proviene de una publicación tan importante como ésta, mucho mejor.
Un Millón de Gracias
El día de hoy, nuestro pequeño blog acumuló un millón de visitas.
Muchas gracias, estimados amigos. Cuando comenzamos, el 10 de julio del 2007, no pensábamos, ni remotamente, que llegaríamos a una cifra tan grata y estimulante como ésta. Ni siquiera teníamos la seguridad de que alguien nos leyera. Sin embargo, luego fuimos descubriendo que teníamos varios lectores, y que el número, poco a poco, se iba incrementando. Y ahora, en virtud del amable apoyo y atención de todos ustedes, seguimos estando aquí.
Somos conscientes de nuestras limitaciones y errores, y de que nuestro enfoque y optimismo a veces se prestan a interpretaciones que no corresponden. Gajes del oficio. Lo importante es que trabajamos honestamente, y que contamos con el ánimo y el deseo de seguir mejorando, y de ofrecer, apenas se pueda, más y mejor información, con un análisis cada vez más riguroso.
Por habernos acompañado durante todo este tiempo, haciéndonos sentir que nuestros escritos son siquiera medianamente interesantes:
Un millón de gracias.
Muchas gracias, estimados amigos. Cuando comenzamos, el 10 de julio del 2007, no pensábamos, ni remotamente, que llegaríamos a una cifra tan grata y estimulante como ésta. Ni siquiera teníamos la seguridad de que alguien nos leyera. Sin embargo, luego fuimos descubriendo que teníamos varios lectores, y que el número, poco a poco, se iba incrementando. Y ahora, en virtud del amable apoyo y atención de todos ustedes, seguimos estando aquí.
Somos conscientes de nuestras limitaciones y errores, y de que nuestro enfoque y optimismo a veces se prestan a interpretaciones que no corresponden. Gajes del oficio. Lo importante es que trabajamos honestamente, y que contamos con el ánimo y el deseo de seguir mejorando, y de ofrecer, apenas se pueda, más y mejor información, con un análisis cada vez más riguroso.
Por habernos acompañado durante todo este tiempo, haciéndonos sentir que nuestros escritos son siquiera medianamente interesantes:
Un millón de gracias.
lunes, 16 de agosto de 2010
PBI de Junio con Tasa China: 11.92%
Tal como se esperaba, a la luz de los resultados que se tenía de sectores específicos, el producto bruto interno (PBI) peruano creció en junio a la asiática tasa de 11.92%, alcanzando su mayor ritmo de expansión post crisis.
Con ello, la tasa acumulada en el primer semestre alcanza el 8.17% y la de los últimos doce meses el 4.84%. Así lo informó hoy, mediante un Informe Técnico, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
La cifra de junio se veía venir, teniendo en cuenta la recuperación de las demandas interna y externa (las exportaciones superaron los US$ 3 mil millones), el factor estadístico (el resultado de junio del 2009, el más negativo de todo ese año, jugaba a favor del dato actual) y que los reportes previos indicaban un excelente desempeño en la mayoría de sectores, destacando nítidamente entre éstos la Manufactura.
En efecto, este sector, el más importante en la conformación del PBI, y que se halla en fase de recuperación tras la aguda desaceleración que lo agobió durante un buen número de meses, tuvo en junio una expansión realmente espectacular, que superó el 21%. Destacó especialmente el desempeño de su subsector Fabril No Primario, que creció 24.40%, bastante más que el Fabril Primario (9.75%). De esta manera, la Manufactura, al estar creciendo mucho más que toda la economía, se viene convirtiendo en una de sus principales locomotoras. En lo que va del año, ya acumula un incremento productivo de 12.22%.
Sin embargo, el referido sector no fue el que más creció. Ese honor le correspondíó, tal como ya es tradicional, a la Construcción, cuyo ritmo de expansión en junio fue de nada menos que 22.70%. Las grandes obras de infraestructura que se viene ejecutando, entre ellas el Metro de Lima, ayudan a explicar tan brillante desempeño.
En junio, todos los sectores crecieron. También lo hicieron a gran ritmo los de Servicios Prestados a Empresas (12.27%), Financiero y Seguros (11.60%), Electricidad y Agua (10.94%, sin duda gracias al gran despegue industrial) y Comercio (10.74%).
La Minería también tuvo una importante alza (7.89%, principalmente debido al gran aporte de los hidrocarburos, entre ellos el gas, que comenzó a ser exportado), con lo cual su número acumulado en el año comenzó a ser positivo.
El Agro fue el sector de menor crecimiento en el mes en referencia, pese a lo cual su cifra (4.21%) no resulta nada desdeñable.
Estando así las cosas, con una economía que viene mostrando una soberbia recuperación, parece inevitable seguir reajustando hacia arriba los estimados para el cierre del año. Actualmente, habiendo dejado atrás el conservador 5.5%, ya se menciona una tasa de 6.5%, pero considerando que a la fecha ya se lleva una superior a 8%, lo más probable es que esa previsión se quede corta.
Con ello, la tasa acumulada en el primer semestre alcanza el 8.17% y la de los últimos doce meses el 4.84%. Así lo informó hoy, mediante un Informe Técnico, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
La cifra de junio se veía venir, teniendo en cuenta la recuperación de las demandas interna y externa (las exportaciones superaron los US$ 3 mil millones), el factor estadístico (el resultado de junio del 2009, el más negativo de todo ese año, jugaba a favor del dato actual) y que los reportes previos indicaban un excelente desempeño en la mayoría de sectores, destacando nítidamente entre éstos la Manufactura.
En efecto, este sector, el más importante en la conformación del PBI, y que se halla en fase de recuperación tras la aguda desaceleración que lo agobió durante un buen número de meses, tuvo en junio una expansión realmente espectacular, que superó el 21%. Destacó especialmente el desempeño de su subsector Fabril No Primario, que creció 24.40%, bastante más que el Fabril Primario (9.75%). De esta manera, la Manufactura, al estar creciendo mucho más que toda la economía, se viene convirtiendo en una de sus principales locomotoras. En lo que va del año, ya acumula un incremento productivo de 12.22%.
Sin embargo, el referido sector no fue el que más creció. Ese honor le correspondíó, tal como ya es tradicional, a la Construcción, cuyo ritmo de expansión en junio fue de nada menos que 22.70%. Las grandes obras de infraestructura que se viene ejecutando, entre ellas el Metro de Lima, ayudan a explicar tan brillante desempeño.
En junio, todos los sectores crecieron. También lo hicieron a gran ritmo los de Servicios Prestados a Empresas (12.27%), Financiero y Seguros (11.60%), Electricidad y Agua (10.94%, sin duda gracias al gran despegue industrial) y Comercio (10.74%).
La Minería también tuvo una importante alza (7.89%, principalmente debido al gran aporte de los hidrocarburos, entre ellos el gas, que comenzó a ser exportado), con lo cual su número acumulado en el año comenzó a ser positivo.
El Agro fue el sector de menor crecimiento en el mes en referencia, pese a lo cual su cifra (4.21%) no resulta nada desdeñable.
Estando así las cosas, con una economía que viene mostrando una soberbia recuperación, parece inevitable seguir reajustando hacia arriba los estimados para el cierre del año. Actualmente, habiendo dejado atrás el conservador 5.5%, ya se menciona una tasa de 6.5%, pero considerando que a la fecha ya se lleva una superior a 8%, lo más probable es que esa previsión se quede corta.
domingo, 15 de agosto de 2010
El Perú en el Mundo: Producción de Arsénico 2009
Indudablemente usted ha oído hablar del arsénico, y, gracias a numerosas películas del cine y la televisión, conoce que es un poderoso veneno. Lo que probablemente no conoce es que el Perú es uno de sus principales productores.
En efecto, tal como nos lo muestran los datos al año 2009 del United States Geological Survey (USGS), nuestro país es el cuarto productor mundial de este metaloide. Sólo es antecedido por China, Chile y Marruecos.
De las 53,500 toneladas producidas en el mundo el año pasado, el Perú aportó 1,500, principalmente en sus grandes minas de cobre, donde se le obtiene en la forma de sulfuros.
Si bien este mineral de color gris tiene pocos usos en su forma natural, convenientemente transformado tiene múltiples aplicaciones. Se le usa principalmente en la fabricación de preservantes para madera. Además, en la industria electrónica (en la elaboración de semiconductores y diodos), como aditivo en diversas aleaciones, como pigmento (colorante), como decolorante en la industria del vidrio, en la curtiembre y tratamiento de pieles, y en muchos otros campos. Además, se le usa, aunque cada vez menos, como insecticida y herbicida. Pese a ser muy tóxico, la industria farmacéutica, luego de neutralizar sus efectos nocivos, lo emplea para la elaboración de diversos compuestos benéficos para la salud humana.
La Encuesta de la Semana: Fujimori y García
En nuestra última encuesta semanal, la más masiva hasta la fecha, los lectores acaban de opinar que, en los últimos treinta años, los dos mejores gobernantes peruanos en materia económica han sido Alberto Fujimori y Alan García. Ambos obtuvieron el 36% de los votos.
En cuanto a Fujimori, cabe reiterar que el resultado se refiere exclusivamente al ámbito económico, y no al político, en el cual su gestión dejó muchísimo que desear. En lo que atañe a García, obviamente hablamos de su actual gobierno, considerado bastante bueno, y no de su catastrófico mandato de los años 80.
El ex presidente Alejandro Toledo también recibió un apreciable respaldo en esta encuesta, obteniendo nada menos que el 23% de los votos.
Pero quizá lo más significativo del sondeo es la abismal diferencia en la aprobación de los regímenes anteriores al año 1990 y los posteriores. Es casi unánime la opinión de que los anteriores no fueron los mejores, y de que el mencionado año, en el que se dejó de lado un modelo económico estatista, controlista y proteccionista, y se instauró uno de libre mercado, constituyó el punto de inflexión en el campo económico.
Vayamos ahora a la nueva encuesta, que se refiere a la ciudad de Lima. Si desea contestarla, ya sabe dónde hallarla.
En cuanto a Fujimori, cabe reiterar que el resultado se refiere exclusivamente al ámbito económico, y no al político, en el cual su gestión dejó muchísimo que desear. En lo que atañe a García, obviamente hablamos de su actual gobierno, considerado bastante bueno, y no de su catastrófico mandato de los años 80.
El ex presidente Alejandro Toledo también recibió un apreciable respaldo en esta encuesta, obteniendo nada menos que el 23% de los votos.
Pero quizá lo más significativo del sondeo es la abismal diferencia en la aprobación de los regímenes anteriores al año 1990 y los posteriores. Es casi unánime la opinión de que los anteriores no fueron los mejores, y de que el mencionado año, en el que se dejó de lado un modelo económico estatista, controlista y proteccionista, y se instauró uno de libre mercado, constituyó el punto de inflexión en el campo económico.
Vayamos ahora a la nueva encuesta, que se refiere a la ciudad de Lima. Si desea contestarla, ya sabe dónde hallarla.
El Perú en el Ranking Latinoamericano: Riesgo País (Agosto del 2010)
De la mano de una muy fuerte reactivación económica, tras la severa desaceleración registrada en el 2009, la mayor parte de los países de América Latina viene logrando una notoria disminución de sus niveles de riesgo.
Ello es lógico, teniendo en cuenta que el crecimiento es uno de los factores que más atenúan este problema, pues cuanto más alta es la expansión productiva, más aumentan los recursos fiscales, y con ello, la capacidad para pagar la deuda, que es, al final de cuentas, lo que está detrás de la medición del riesgo-país.
Los datos que aquí publicamos, provenientes del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), nos muestran los niveles de riesgo de las ocho principales economías latinoamericanas. Para ello se emplea el denominado EMBIG (Emerging Market Bond Index Global o Índice Global de Bonos de Mercados Emergentes), el cual toma en cuenta la diferencia de rendimiento entre los bonos en dólares emitidos por cada uno de los países emergentes y los del Tesoro de Estados Unidos (considerados los menos riesgosos del mundo).
Según se observa, Chile es, tal como desde hace mucho tiempo, el país menos riesgoso. Su responsable manejo fiscal, adecuados flujos externos y buen dinamismo económico lo llevan a ser muy bien evaluado en la comunidad financiera internacional, lo que se traduce en un bajo nivel de riesgo.
El Perú, afortunadamente, no está nada lejos, mostrando que también viene haciendo bien las cosas. Actualmente se ubica en el segundo lugar, nada menos que delante de México (un país tradicionalmente muy bien considerado en los círculos financieros internacionales, pero que en los últimos tiempos se vio severamente afectado por la crisis internacional) y Brasil (uno de los países del mundo que concita a la fecha, tanto por su gran tamaño como por su muy buen desempeño económico, la mayor atención internacional). Si bien el nivel de riesgo de nuestro país (153 puntos básicos o pbs) aún no retorna a su mínimo (inferior a 100 pbs), logrado antes de la crisis, se espera, a la luz de la clara tendencia actual, que ello no tarde demasiado. Cabe señalar, como dato complementario, que el riesgo peruano es notablemente inferior a los promedios latinoamericano (352 pbs) y de los países emergentes (296 pbs).
Colombia también registra a la fecha un menor nivel de riesgo que México y Brasil. Nuestro vecino nororiental desarrolla, al igual que el Perú, un programa económico de apertura y de libre mercado, y de gran disciplina fiscal, además de estar mejorando su tasa de crecimiento económico. Todo ello le está valiendo el reconocimiento internacional.
Argentina, no obstante estar viendo reducirse su nivel de riesgo, como producto de varias acciones gubernamentales que han sido bien ponderadas internacionalmente, aún genera dudas en cuanto a su capacidad de pago, manteniéndose entre los países más riesgosos.
Pero la situación de Ecuador y Venezuela es la menos halagüeña, pues sus elevados niveles de riesgo (1043 y 1070 pbs, respectivamente) implican que sus bonos tienen que pagar en promedio más de diez puntos sobre lo que pagan los del Tesoro de Estados Unidos. Tarde o temprano, los países necesitan recurrir al financiamiento internacional, y tener que hacerlo a un costo tan alto conlleva, sin duda, severas consecuencias en la economía.
Ello es lógico, teniendo en cuenta que el crecimiento es uno de los factores que más atenúan este problema, pues cuanto más alta es la expansión productiva, más aumentan los recursos fiscales, y con ello, la capacidad para pagar la deuda, que es, al final de cuentas, lo que está detrás de la medición del riesgo-país.
Los datos que aquí publicamos, provenientes del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), nos muestran los niveles de riesgo de las ocho principales economías latinoamericanas. Para ello se emplea el denominado EMBIG (Emerging Market Bond Index Global o Índice Global de Bonos de Mercados Emergentes), el cual toma en cuenta la diferencia de rendimiento entre los bonos en dólares emitidos por cada uno de los países emergentes y los del Tesoro de Estados Unidos (considerados los menos riesgosos del mundo).
Según se observa, Chile es, tal como desde hace mucho tiempo, el país menos riesgoso. Su responsable manejo fiscal, adecuados flujos externos y buen dinamismo económico lo llevan a ser muy bien evaluado en la comunidad financiera internacional, lo que se traduce en un bajo nivel de riesgo.
El Perú, afortunadamente, no está nada lejos, mostrando que también viene haciendo bien las cosas. Actualmente se ubica en el segundo lugar, nada menos que delante de México (un país tradicionalmente muy bien considerado en los círculos financieros internacionales, pero que en los últimos tiempos se vio severamente afectado por la crisis internacional) y Brasil (uno de los países del mundo que concita a la fecha, tanto por su gran tamaño como por su muy buen desempeño económico, la mayor atención internacional). Si bien el nivel de riesgo de nuestro país (153 puntos básicos o pbs) aún no retorna a su mínimo (inferior a 100 pbs), logrado antes de la crisis, se espera, a la luz de la clara tendencia actual, que ello no tarde demasiado. Cabe señalar, como dato complementario, que el riesgo peruano es notablemente inferior a los promedios latinoamericano (352 pbs) y de los países emergentes (296 pbs).
Colombia también registra a la fecha un menor nivel de riesgo que México y Brasil. Nuestro vecino nororiental desarrolla, al igual que el Perú, un programa económico de apertura y de libre mercado, y de gran disciplina fiscal, además de estar mejorando su tasa de crecimiento económico. Todo ello le está valiendo el reconocimiento internacional.
Argentina, no obstante estar viendo reducirse su nivel de riesgo, como producto de varias acciones gubernamentales que han sido bien ponderadas internacionalmente, aún genera dudas en cuanto a su capacidad de pago, manteniéndose entre los países más riesgosos.
Pero la situación de Ecuador y Venezuela es la menos halagüeña, pues sus elevados niveles de riesgo (1043 y 1070 pbs, respectivamente) implican que sus bonos tienen que pagar en promedio más de diez puntos sobre lo que pagan los del Tesoro de Estados Unidos. Tarde o temprano, los países necesitan recurrir al financiamiento internacional, y tener que hacerlo a un costo tan alto conlleva, sin duda, severas consecuencias en la economía.
viernes, 13 de agosto de 2010
Pobreza: Realidad Actual y Metas
En mayo, mediante su Informe Técnico Evolución de la Pobreza al 2009, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) nos hizo conocer los niveles de pobreza y extrema pobreza existentes en nuestro país. Gracias al documento se pudo ver que la primera se había reducido de 36.2% en el año 2008 a 34.8% en el 2009, y que la segunda lo había hecho de 12.6% a 11.5%.
Ello ocurrió pese a la crisis internacional, que en el último año golpeó la economía de nuestro país, desacelerándola fortísimamente, y provocando que el producto bruto interno per capita no se moviera. En efecto, la pobreza no sólo no avanzó, sino que retrocedió, lo que ha permitido mantener (ver gráfico) la tendencia bajista que muestra el indicador, que apenas en el 2004 se hallaba en 48.6%. Sin duda, una evolución bastante alentadora.
La Pobreza
Se puede hablar de diversos tipos de pobreza. El INEI se centra en la coyuntural o monetaria. Según esta definición, sufren Pobreza aquellas personas cuyo gasto per capita mensual, valorizado monetariamente, no supera el costo de la Canasta de Alimentos y No Alimentos, expresada como el umbral o Línea de Pobreza. Para el año 2009, dicho costo fue de 257 nuevos soles.
La evolución de la pobreza en el 2009 fue bastante dispar. La mayor reducción se produjo en el ámbito Urbano. Allí, donde el costo de la canasta fue de 286 nuevos soles, la tasa pasó de 23.5% en el 2008 a 21.1% en el 2009.
En cambio, en el ámbito Rural, donde la canasta costó 203 nuevos soles, la pobreza aumentó, de 59.8% a 60.3%.
Por regiones geográficas, hubo un buen resultado en la Sierra (donde disminuyó de 56.2% a 53.4%), y en la Costa (donde pasó de 21.3% a 19.1%). No ocurrió lo mismo en la Selva, donde, lamentablemente, se incrementó, y de forma notable, subiendo de 40.9% a 46.0%. En esta región influyeron negativamente los menores precios del café y el arroz.
La evolución por departamentos se puede ver en el siguiente gráfico. Allí se comprueba que se redujo considerablemente en Moquegua, Pasco, Cusco, Áncash, Huancavelica, Madre de Dios, Junín y Lima. Desafortunadamente, aumentó notablemente en dos departamentos selváticos: San Martín y Loreto.
Si por un lado es gratificante observar lo ocurrido en Huancavelica, el departamento más pobre del país, resulta muy lamentable lo ocurrido en San Martín y Loreto. Felizmente, dado que el problema de estos dos departamentos estuvo asociado a una coyuntural baja de precios de su producción agraria, se espera que sea rápidamente superado.
La Extrema Pobreza
Para el INEI, padecen pobreza extrema las personas cuyo gasto per capita mensual, valorizado monetariamente, no cubre el costo de la Canasta de Alimentos, definida ésta como una que contiene alimentos capaces de cubrir un mínimo de requerimientos de energía.
En el 2009, el costo fue de 144 nuevos soles.
La extrema pobreza rural es muchísimo mayor que la urbana. Afortunadamente, en dicho año el mal se redujo en los dos ámbitos. En el urbano (donde el costo de la canasta fue de 150 nuevos soles) pasó de 3.4% a 2.8%, en tanto que en el rural (donde la canasta costó 133 nuevos soles) lo hizo de 29.7% a 27.8%.
La región geográfica más destacada en este empeño fue la Sierra, donde el problema disminuyó en importantísimos 3.5 puntos (de 27.3% a 23.8%). En la Costa hubo una reducción mínima (de 2% a 1.8%), en tanto que en la Selva hubo un incremento de 2.4 puntos (de 14.5% a 16.9%).
Como se aprecia en el gráfico, ha habido una importante baja del indicador en los últimos años. Esperamos que la tendencia se prolongue y se intensifique.
Los Elementos Clave
El factor que más contribuye con la reducción de la pobreza es, sin duda, el crecimiento económico, que no sólo permite obtener empleo a quien no lo tenía (y acceder así al ingreso salarial del cual se carecía), sino también mejorar el nivel salarial de quien ya lo tenía. No de otra manera se explica que casi toda significativa reducción del mal coincida con la acelerada expansión productiva. Algunos analistas estiman que tres puntos de crecimiento del producto bruto interno permiten una reducción de aproximadamente un punto en la pobreza.
Sin embargo, en las zonas más deprimidas del país, caracterizadas por no estar adecuadamente integradas al mercado, el crecimiento económico no basta para lograr los efectos deseados. Allí, el gasto social se convierte en el arma fundamental, a través de la construcción de infraestructura económica y social, y de programas focalizados de ayuda, tales como Juntos y otros. Hay que hacer notar que también el gasto social depende del crecimiento económico, pues es éste el que permite al Estado y a los gobiernos regionales y municipales contar con los recursos pertinentes para llevar a cabo sus políticas de fomento. Afortunadamente, en los últimos años han coincidido en nuestro país el crecimiento económico acelerado y una política de gasto público bastante agresiva, que ha llevado a éste a incrementarse significativamente. Los resultados están a la vista. Pero eso no es suficiente: el Perú sigue siendo uno de los países latinoamericanos con un menor nivel de gasto social en comparación con su presupuesto nacional y su PBI.
Otro factor importante es el de la inflación. Una mediana elevación de los precios, particularmente de los alimentos, puede afectar muy gravemente a la población pobre y extremadamente pobre, como se comenzó a ver hace un par de años, con la elevación de los precios del trigo, el maíz, el aceite y otros insumos, situación que generó un gran malestar social y obligó al gobierno a tomar medidas urgentes.
Perspectivas
El favorable resultado del año 2009, así como el retorno del crecimiento productivo acelerado (el arma más poderosa contra este flagelo), han hecho revivir la fe acerca del objetivo inicialmente planteado de reducir la tasa de pobreza a 30% en el año 2011. Debido a la crisis, la cifra casi había sido descartada, pero ahora, con la economía creciendo a un probable 7% anual (y con lo que eso implicaría en cuanto a retroceso anual de la pobreza), ha vuelto a ser tomada en cuenta.
El optimismo ha llevado, inclusive, a que el presidente García plantee como objetivo nacional una tasa de pobreza de sólo 12% en el 2021, cuando el país celebre el bicentenario de su independencia. ¿Meta realizable o simple demagogia? Todo dependerá del crecimiento promedio que registre el PBI. Si logra superar el 6% a lo largo de los once años involucrados, ello implicará una reducción aproximada de dos puntos anuales en la pobreza. Así, al llegar al 2021, nuestro país podría haber eliminado unos 22 puntos del mal, y ubicarse, casi, casi, en el 12% establecido. Si bien no es fácil sostener un crecimiento de 6% durante once años, ello tampoco tiene nada de utópico. Por lo pronto, las Naciones Unidas han avalado indirectamente la propuesta, al señalar que en el 2015 el Perú podría, sin mayor dificultad, reducir la pobreza al 25%. Intentémoslo, pues. Si lo logramos, nos habremos puesto a tiro de cañón para lograr la gran meta del bicentenario.
Ello ocurrió pese a la crisis internacional, que en el último año golpeó la economía de nuestro país, desacelerándola fortísimamente, y provocando que el producto bruto interno per capita no se moviera. En efecto, la pobreza no sólo no avanzó, sino que retrocedió, lo que ha permitido mantener (ver gráfico) la tendencia bajista que muestra el indicador, que apenas en el 2004 se hallaba en 48.6%. Sin duda, una evolución bastante alentadora.
La Pobreza
Se puede hablar de diversos tipos de pobreza. El INEI se centra en la coyuntural o monetaria. Según esta definición, sufren Pobreza aquellas personas cuyo gasto per capita mensual, valorizado monetariamente, no supera el costo de la Canasta de Alimentos y No Alimentos, expresada como el umbral o Línea de Pobreza. Para el año 2009, dicho costo fue de 257 nuevos soles.
La evolución de la pobreza en el 2009 fue bastante dispar. La mayor reducción se produjo en el ámbito Urbano. Allí, donde el costo de la canasta fue de 286 nuevos soles, la tasa pasó de 23.5% en el 2008 a 21.1% en el 2009.
En cambio, en el ámbito Rural, donde la canasta costó 203 nuevos soles, la pobreza aumentó, de 59.8% a 60.3%.
Por regiones geográficas, hubo un buen resultado en la Sierra (donde disminuyó de 56.2% a 53.4%), y en la Costa (donde pasó de 21.3% a 19.1%). No ocurrió lo mismo en la Selva, donde, lamentablemente, se incrementó, y de forma notable, subiendo de 40.9% a 46.0%. En esta región influyeron negativamente los menores precios del café y el arroz.
La evolución por departamentos se puede ver en el siguiente gráfico. Allí se comprueba que se redujo considerablemente en Moquegua, Pasco, Cusco, Áncash, Huancavelica, Madre de Dios, Junín y Lima. Desafortunadamente, aumentó notablemente en dos departamentos selváticos: San Martín y Loreto.
Si por un lado es gratificante observar lo ocurrido en Huancavelica, el departamento más pobre del país, resulta muy lamentable lo ocurrido en San Martín y Loreto. Felizmente, dado que el problema de estos dos departamentos estuvo asociado a una coyuntural baja de precios de su producción agraria, se espera que sea rápidamente superado.
En el 2009, algunos departamentos avanzaron y otros retrocedieron
La Extrema Pobreza
Para el INEI, padecen pobreza extrema las personas cuyo gasto per capita mensual, valorizado monetariamente, no cubre el costo de la Canasta de Alimentos, definida ésta como una que contiene alimentos capaces de cubrir un mínimo de requerimientos de energía.
En el 2009, el costo fue de 144 nuevos soles.
La extrema pobreza rural es muchísimo mayor que la urbana. Afortunadamente, en dicho año el mal se redujo en los dos ámbitos. En el urbano (donde el costo de la canasta fue de 150 nuevos soles) pasó de 3.4% a 2.8%, en tanto que en el rural (donde la canasta costó 133 nuevos soles) lo hizo de 29.7% a 27.8%.
La región geográfica más destacada en este empeño fue la Sierra, donde el problema disminuyó en importantísimos 3.5 puntos (de 27.3% a 23.8%). En la Costa hubo una reducción mínima (de 2% a 1.8%), en tanto que en la Selva hubo un incremento de 2.4 puntos (de 14.5% a 16.9%).
Como se aprecia en el gráfico, ha habido una importante baja del indicador en los últimos años. Esperamos que la tendencia se prolongue y se intensifique.
Los Elementos Clave
El factor que más contribuye con la reducción de la pobreza es, sin duda, el crecimiento económico, que no sólo permite obtener empleo a quien no lo tenía (y acceder así al ingreso salarial del cual se carecía), sino también mejorar el nivel salarial de quien ya lo tenía. No de otra manera se explica que casi toda significativa reducción del mal coincida con la acelerada expansión productiva. Algunos analistas estiman que tres puntos de crecimiento del producto bruto interno permiten una reducción de aproximadamente un punto en la pobreza.
Sin embargo, en las zonas más deprimidas del país, caracterizadas por no estar adecuadamente integradas al mercado, el crecimiento económico no basta para lograr los efectos deseados. Allí, el gasto social se convierte en el arma fundamental, a través de la construcción de infraestructura económica y social, y de programas focalizados de ayuda, tales como Juntos y otros. Hay que hacer notar que también el gasto social depende del crecimiento económico, pues es éste el que permite al Estado y a los gobiernos regionales y municipales contar con los recursos pertinentes para llevar a cabo sus políticas de fomento. Afortunadamente, en los últimos años han coincidido en nuestro país el crecimiento económico acelerado y una política de gasto público bastante agresiva, que ha llevado a éste a incrementarse significativamente. Los resultados están a la vista. Pero eso no es suficiente: el Perú sigue siendo uno de los países latinoamericanos con un menor nivel de gasto social en comparación con su presupuesto nacional y su PBI.
Otro factor importante es el de la inflación. Una mediana elevación de los precios, particularmente de los alimentos, puede afectar muy gravemente a la población pobre y extremadamente pobre, como se comenzó a ver hace un par de años, con la elevación de los precios del trigo, el maíz, el aceite y otros insumos, situación que generó un gran malestar social y obligó al gobierno a tomar medidas urgentes.
Perspectivas
El favorable resultado del año 2009, así como el retorno del crecimiento productivo acelerado (el arma más poderosa contra este flagelo), han hecho revivir la fe acerca del objetivo inicialmente planteado de reducir la tasa de pobreza a 30% en el año 2011. Debido a la crisis, la cifra casi había sido descartada, pero ahora, con la economía creciendo a un probable 7% anual (y con lo que eso implicaría en cuanto a retroceso anual de la pobreza), ha vuelto a ser tomada en cuenta.
El optimismo ha llevado, inclusive, a que el presidente García plantee como objetivo nacional una tasa de pobreza de sólo 12% en el 2021, cuando el país celebre el bicentenario de su independencia. ¿Meta realizable o simple demagogia? Todo dependerá del crecimiento promedio que registre el PBI. Si logra superar el 6% a lo largo de los once años involucrados, ello implicará una reducción aproximada de dos puntos anuales en la pobreza. Así, al llegar al 2021, nuestro país podría haber eliminado unos 22 puntos del mal, y ubicarse, casi, casi, en el 12% establecido. Si bien no es fácil sostener un crecimiento de 6% durante once años, ello tampoco tiene nada de utópico. Por lo pronto, las Naciones Unidas han avalado indirectamente la propuesta, al señalar que en el 2015 el Perú podría, sin mayor dificultad, reducir la pobreza al 25%. Intentémoslo, pues. Si lo logramos, nos habremos puesto a tiro de cañón para lograr la gran meta del bicentenario.
jueves, 12 de agosto de 2010
Exportación de Gas: Algunos Hechos y Números
El tema del gas estuvo en los últimos días en el centro del escenario económico y político del país, con las protestas llevadas a cabo en la provincia de La Convención. Afortunadamente, se llegó a un acuerdo, con lo que la paz ha retornado a la zona y se puede mirar con mayor optimismo los diversos proyectos asociados al negocio del hidrocarburo. La ocasión es propicia para hacer una revisión a los diversos temas involucrados a éste.
1. Para empezar, el Perú tiene gas suficiente para abastecer todos los requerimientos de su mercado interno y para exportar. Así ha quedado demostrado con el más reciente estudio (de mayo del 2010) efectuado por la prestigiosa certificadora Netherland, Sewell and Associate, que determina que sólo en el Lote 88 (Camisea) existen reservas por 14.6 TCF (trillones de pies cúbicos, por su notación en inglés, que equivalen a billones de pies cúbicos en nuestra notación).
De ese total, 8.7 TCF son reservas probadas, 3.5 probables y 2.3 posibles. Los dos últimos términos se refieren a que, si bien el gas está allí, su extracción implica un mayor grado de dificultad que en el caso de las reservas probadas.
Por su parte, según la misma certificadora, en el Lote 56 (Pagoreni) existen 3.9 TCF (2.4 probadas, 1.2 probables y 0.3 posibles).
Ambos lotes están en manos del Consorcio Camisea, siendo su operador la empresa Pluspetrol.
Además, no hay que olvidar que en el Lote 57, operado por Repsol (prominente miembro del Consorcio y cabeza del negocio de exportación), ya se ha hallado 2 TCF, y que en el 58, a cargo de Petrobras, se ha detectado por lo menos 1.5 TCF.
Teniendo en cuenta el gran porcentaje de éxito registrado en las perforaciones, se considera altamente probable que haya mucho más gas en la zona. La prevista elevación de las reservas no sería de extrañar, como lo demuestran los casos de Bolivia y Turquía, donde, en contextos parecidos, las pequeñas reservas iniciales se convirtieron en grandes reservas, a medida que se perforaba nuevos pozos.
2. El gas que se viene exportando no proviene del Lote 88 (el que nos dejó la Shell sin costo alguno), sino del 56. Eso se comprueba con los datos de Perú Petro, que muestran, por una parte, una producción del Lote 88 creciendo moderadamente, frente a una producción del Lote 56 creciendo vertiginosamente a partir de junio (mes en cuya última semana comenzó la exportación), pero especialmente a partir de julio, cuando los envíos se hicieron más frecuentes.
Según lo acordado el año pasado con el Consorcio Camisea, durante los próximos cinco años no se exportará gas del Lote 88. Dado que en ese término de tiempo el Lote 56 no habrá agotado ni de lejos sus reservas (pues las actuales le permitirán exportar sin problemas durante los siguientes diez años), y que en el largo plazo deberá haber incrementado sustantivamente el volumen de éstas (como consecuencia lógica de los compromisos de inversión asumidos con el gobierno), en ningún momento tendrá necesidad de usar las del Lote 88, pues ya contará con reservas propias más que suficientes para cubrir los 4.2 TCF contemplados en el contrato de exportación. En todo caso, para zanjar definitivamente el tema, el gobierno planteará, en la renegociación, que esta situación, que nace de la propia realidad, quede plasmada en un documento, de tal manera de que ya no queden dudas al respecto.
3. Exportar a México no dejará desabastecido al Perú, como algunos pretenden hacer creer. El total de lo que se exportará a ese país durante los 18 años de vigencia del contrato sólo ascenderá, como acabamos de señalar, a 4.2 TCF, es decir, aproximadamente a la cuarta parte de lo que tiene hoy el Perú, y un porcentaje seguramente mucho menor cuando (como todos los indicios lo sugieren) las reservas se hayan duplicado o triplicado.
4. Es falso que el gas se exportará a US$ 0.53 el millón de BTU. Ese deprimido precio actual, vigente particularmente en el mercado norteamericano (más conocido como Henry Hub, que a la fecha se halla en US$ 4.30 por millón de BTU, unidad de medida del hidrocarburo) no se mantendrá mucho tiempo, y en los 18 años de vigencia del contrato, no hay duda de que será mucho mayor que el actual.
5. Cuando se firmó el contrato de exportación, en el 2006, el precio del millón de BTU superaba (ver gráfico siguiente) los US$ 7. En esas condiciones, el negocio de exportación era rentable, y se preveía que el Perú percibiera considerables ingresos, tanto por impuesto a la renta, como por regalía. No hubo idea ni voluntad de generarle pérdidas al país. En ese momento, a nadie se le pasó por la cabeza que el precio, despues de haber rondado los US$ 15 a fines del 2005, e inclusive haberse mantenido arriba de US$ 7 durante buena parte del mismo 2006, caería hasta casi US$ 2 en setiembre del 2009 y ni siquiera logre acercarse a los US$ 5 en la actualidad.
6. Esa grave caída del precio en el mercado internacional es la fuente principal del problema, pues lleva a la indeseable situación (no prevista en el contrato firmado por el anterior gobierno) de que la regalía pagada por la exportación resulta menor que la que se paga por la venta en el mercado nacional. De esa circunstancia, que es sólo coyuntural, se valen quienes quieren desprestigiar a toda costa el negocio de exportación. Cuando el precio retorne a niveles normales, como los ya registrados entre los años 2005 y 2008, la regalía por la exportación a México será mayor que la del consumo interno.
7. Felizmente, la indeseable situación descrita en el acápite anterior no se está concretando plenamente. Ocurre, tal como se puede ver en el informe de Perú Petro, que sólo el primer embarque se dirigió a México. Los tres que le siguieron, bastante más grandes, enrumbaron hacia España, y el último a Canadá. Dado que el mercado español se basa en la cotización del denominado National Balancing Point del mercado de Londres, viene pagando más de US$ 7 por millón de BTU, es decir, un precio bastante más alto que el Henry Hub. El precio de Canadá también es sumamente conveniente.
Según la entidad gubernamental, los cuatro envíos más recientes, el último de los cuales se efectuó hace tres días, están permitiendo obtener precios bastante mayores que los obtenidos en México.
8. La regalía que el Consorcio Camisea debe pagar por la exportación del gas es de 30% (del precio a boca de pozo) si el precio internacional es menor a US$ 5 por millón de BTU, y de 38% si el precio iguala o supera los US$ 5. Desde que se inició la exportación, el 22 de junio, el precio del Henry Hub aún no llega a US$ 5, por lo que, teóricamente, la exportación a México pagaría sólo 30%. Pero dado que la exportación a España y Canadá si se hace a precios superiores a US$ 5, ésta sí paga una regalía de 38%.
Veamos, en el cuadro siguiente, los datos de julio, mes en el cual el Lote 56 comenzó la gran exportación al país ibérico, que paga más de US$ 7 por millón de BTU. Eso significó (después de deducir los costos de transporte por ducto, licuefacción, transporte por buque y regasificación) un precio en boca de pozo de US$ 1.6818, y una regalía de US$ 0.64.
Eso quiere decir que los envíos más recientes han dejado ingresos, por ambos conceptos, que casi triplican los del primer envío. Es completamente falso, por lo tanto, que se esté exportando a sólo US$ 0.53 y obteniendo una regalía de apenas US$ 0.16. Eso sólo ocurrió con el bajo precio (US$ 0.60) del primer envío, pero no en los posteriores. Dado que se contempla más envíos a destinos distintos a México, eso permitirá ir capeando el problema de la regalía, en tanto que se normalice el precio del Henry Hub.
Lo anterior también significa que la regalía por el gas que se exporta (US$ 0.64) ya es mayor que la que se paga por el gas del Lote 88 (US$ 0.60), el único que tiene precio regulado (US$ 1.61) y que se destina al mercado interno. Este punto es fundamental.
9. No obstante, para evitar problemas futuros, y considerando que la idea de una regalía por exportación menor a la del consumo interno resulta bastante intolerable, al implicar un absurdo subsidio del Perú al negocio de exportación, el gobierno ha planteado al Consorcio Camisea una renegociación del contrato en ese aspecto específico, con el objeto de que, tal como lo señala el Decreto Supremo 039-EM, promulgado el 7 de julio, en ningún caso la regalía por exportación sea menor a la regalía promedio del mercado interno (es decir, al promedio de lo que paga como regalía el gas destinado a las empresas de generación eléctrica, industriales y de distribución, y de lo que pagará el destinado a las petroquímicas). Hace pocos días se iniciaron las conversaciones a tal efecto, y, considerando que el tema no es demasiado complicado, se espera que la negociación dure pocos meses.
10. Uno de los planteamientos del gobierno será que el gas sea exportado a los mercados donde se pague el mejor precio, como los de Europa, Asia y Canadá. En realidad, eso ya lo viene haciendo Repsol, al exportar, como hemos visto, a España y Canadá. La idea es tratar de evitar, al menos en el corto plazo, los bajos precios del Henry Hub. Un dato importante es que Chile viene comprando gas a nada menos que US$ 10 por millón de BTU. Sin duda, a Repsol le interesaría sobremanera atender ese mercado, pero el Perú se lo impide. Si se exportara a ese país, todos ganarían: la empresa, que incrementaría sus ingresos y utilidades, el Estado, que recaudaría mucho más por impuesto a la renta y regalías, y la región del Cusco, que captaría un monto sustantivamente mayor, tanto por canon como por regalías.
11. La negativa a brindar gas a diversos proyectos no ha sido por causa de la exportación, sino porque, debido al gran crecimiento de la demanda, la capacidad del ducto que lo transporta a la costa (450 millones de pies cúbicos diarios) devino insuficiente mucho antes de lo previsto. Por esta razón, Transportadora de Gas del Perú (TGP) lo viene ampliando, primero a 530 millones de pies cúbicos diarios, y luego, con la construcción de un nuevo ducto, a 900 millones. Así, cuando éste entre en operación, el año 2012, ya no habrá problemas para abastecer todos los requerimientos.
Lo malo es que el trazo propuesto para el ducto ha sido objetado por los protestantes, debido a que atravesará cuatro kilómetros de la reserva nacional de Megantoni. Sin embargo, TGP asegura, con el respaldo del ministro del Ambiente, que, por estar enterrado, el tubo no generará daño alguno. La empresa se niega a emplear la misma ruta del actual ducto, pues ello implicaría el riesgo de desabastecimiento, en caso de producirse algún daño.
Lo cierto es que la construcción de esta infraestructura no puede esperar, pues de ello dependerá el abastecimiento del país en el mediano plazo. Es de esperar que no se imponga la intransigencia de ninguna de las partes.
12. El gasoducto andino del sur está plenamente asegurado, y empleará el gas más barato: el del Lote 88. Por lo menos 1 TCF está asegurado para su uso.
13. La Convención tendrá su planta de fraccionamiento, una como la que existe en Pisco, aunque, obviamente, mucho más pequeña, pues, a diferencia de ésta, que atiende al gran mercado nacional y a la exportación, atenderá exclusivamente a esa zona. Allí se recibirá el líquido del gas proveniente de Camisea, y se le transformará en gas licuado de petróleo, el que se emplea para cocinar. De esa manera, este combustible reducirá notablemente su elevado precio en la provincia, motivado por el alto costo del transporte.
La planta, que se ubicará en la localidad de Kepashiato, en el distrito de Echarate, ya estaba prevista, pero para un momento posterior. Debido a los reclamos, el proyecto será adelantado. Su costo será de US$ 25 millones, que serán financiados en partes iguales por la municipalidad provincial, el gobierno regional y el gobierno central. Así quedará resuelto uno de los pedidos más recurrentes, y justificados, de la población de la referida provincia, pues resultaba insólito que la zona más próxima a Camisea no pudiera hacer uso, en condiciones razonables, de su propia riqueza natural. Por lo pronto, el precio del balón de gas acaba de ser reducido considerablemente por la distribuidora Repsol, emparejándose con el vigente en Lima.
Sin embargo, cabe anotar, acerca de este punto, que el Ministerio de Economía y Finanzas acaba de plantear que la planta sea construida por inversionistas privados, y no con fondos públicos. Sería ideal que esto ocurriera, para no distraer dineros que podrían orientarse a otros usos. Habrá que esperar más definiciones al respecto, incluyendo los aspectos de su tamaño, capacidad y demás características, tanto técnicas como económicas.
1. Para empezar, el Perú tiene gas suficiente para abastecer todos los requerimientos de su mercado interno y para exportar. Así ha quedado demostrado con el más reciente estudio (de mayo del 2010) efectuado por la prestigiosa certificadora Netherland, Sewell and Associate, que determina que sólo en el Lote 88 (Camisea) existen reservas por 14.6 TCF (trillones de pies cúbicos, por su notación en inglés, que equivalen a billones de pies cúbicos en nuestra notación).
De ese total, 8.7 TCF son reservas probadas, 3.5 probables y 2.3 posibles. Los dos últimos términos se refieren a que, si bien el gas está allí, su extracción implica un mayor grado de dificultad que en el caso de las reservas probadas.
Por su parte, según la misma certificadora, en el Lote 56 (Pagoreni) existen 3.9 TCF (2.4 probadas, 1.2 probables y 0.3 posibles).
Ambos lotes están en manos del Consorcio Camisea, siendo su operador la empresa Pluspetrol.
Los lotes 88 y 56. Se viene exportando del segundo, y no del primero. (Imagen: MINEM)
Además, no hay que olvidar que en el Lote 57, operado por Repsol (prominente miembro del Consorcio y cabeza del negocio de exportación), ya se ha hallado 2 TCF, y que en el 58, a cargo de Petrobras, se ha detectado por lo menos 1.5 TCF.
Teniendo en cuenta el gran porcentaje de éxito registrado en las perforaciones, se considera altamente probable que haya mucho más gas en la zona. La prevista elevación de las reservas no sería de extrañar, como lo demuestran los casos de Bolivia y Turquía, donde, en contextos parecidos, las pequeñas reservas iniciales se convirtieron en grandes reservas, a medida que se perforaba nuevos pozos.
2. El gas que se viene exportando no proviene del Lote 88 (el que nos dejó la Shell sin costo alguno), sino del 56. Eso se comprueba con los datos de Perú Petro, que muestran, por una parte, una producción del Lote 88 creciendo moderadamente, frente a una producción del Lote 56 creciendo vertiginosamente a partir de junio (mes en cuya última semana comenzó la exportación), pero especialmente a partir de julio, cuando los envíos se hicieron más frecuentes.
Según lo acordado el año pasado con el Consorcio Camisea, durante los próximos cinco años no se exportará gas del Lote 88. Dado que en ese término de tiempo el Lote 56 no habrá agotado ni de lejos sus reservas (pues las actuales le permitirán exportar sin problemas durante los siguientes diez años), y que en el largo plazo deberá haber incrementado sustantivamente el volumen de éstas (como consecuencia lógica de los compromisos de inversión asumidos con el gobierno), en ningún momento tendrá necesidad de usar las del Lote 88, pues ya contará con reservas propias más que suficientes para cubrir los 4.2 TCF contemplados en el contrato de exportación. En todo caso, para zanjar definitivamente el tema, el gobierno planteará, en la renegociación, que esta situación, que nace de la propia realidad, quede plasmada en un documento, de tal manera de que ya no queden dudas al respecto.
3. Exportar a México no dejará desabastecido al Perú, como algunos pretenden hacer creer. El total de lo que se exportará a ese país durante los 18 años de vigencia del contrato sólo ascenderá, como acabamos de señalar, a 4.2 TCF, es decir, aproximadamente a la cuarta parte de lo que tiene hoy el Perú, y un porcentaje seguramente mucho menor cuando (como todos los indicios lo sugieren) las reservas se hayan duplicado o triplicado.
4. Es falso que el gas se exportará a US$ 0.53 el millón de BTU. Ese deprimido precio actual, vigente particularmente en el mercado norteamericano (más conocido como Henry Hub, que a la fecha se halla en US$ 4.30 por millón de BTU, unidad de medida del hidrocarburo) no se mantendrá mucho tiempo, y en los 18 años de vigencia del contrato, no hay duda de que será mucho mayor que el actual.
5. Cuando se firmó el contrato de exportación, en el 2006, el precio del millón de BTU superaba (ver gráfico siguiente) los US$ 7. En esas condiciones, el negocio de exportación era rentable, y se preveía que el Perú percibiera considerables ingresos, tanto por impuesto a la renta, como por regalía. No hubo idea ni voluntad de generarle pérdidas al país. En ese momento, a nadie se le pasó por la cabeza que el precio, despues de haber rondado los US$ 15 a fines del 2005, e inclusive haberse mantenido arriba de US$ 7 durante buena parte del mismo 2006, caería hasta casi US$ 2 en setiembre del 2009 y ni siquiera logre acercarse a los US$ 5 en la actualidad.
6. Esa grave caída del precio en el mercado internacional es la fuente principal del problema, pues lleva a la indeseable situación (no prevista en el contrato firmado por el anterior gobierno) de que la regalía pagada por la exportación resulta menor que la que se paga por la venta en el mercado nacional. De esa circunstancia, que es sólo coyuntural, se valen quienes quieren desprestigiar a toda costa el negocio de exportación. Cuando el precio retorne a niveles normales, como los ya registrados entre los años 2005 y 2008, la regalía por la exportación a México será mayor que la del consumo interno.
7. Felizmente, la indeseable situación descrita en el acápite anterior no se está concretando plenamente. Ocurre, tal como se puede ver en el informe de Perú Petro, que sólo el primer embarque se dirigió a México. Los tres que le siguieron, bastante más grandes, enrumbaron hacia España, y el último a Canadá. Dado que el mercado español se basa en la cotización del denominado National Balancing Point del mercado de Londres, viene pagando más de US$ 7 por millón de BTU, es decir, un precio bastante más alto que el Henry Hub. El precio de Canadá también es sumamente conveniente.
Según la entidad gubernamental, los cuatro envíos más recientes, el último de los cuales se efectuó hace tres días, están permitiendo obtener precios bastante mayores que los obtenidos en México.
8. La regalía que el Consorcio Camisea debe pagar por la exportación del gas es de 30% (del precio a boca de pozo) si el precio internacional es menor a US$ 5 por millón de BTU, y de 38% si el precio iguala o supera los US$ 5. Desde que se inició la exportación, el 22 de junio, el precio del Henry Hub aún no llega a US$ 5, por lo que, teóricamente, la exportación a México pagaría sólo 30%. Pero dado que la exportación a España y Canadá si se hace a precios superiores a US$ 5, ésta sí paga una regalía de 38%.
Veamos, en el cuadro siguiente, los datos de julio, mes en el cual el Lote 56 comenzó la gran exportación al país ibérico, que paga más de US$ 7 por millón de BTU. Eso significó (después de deducir los costos de transporte por ducto, licuefacción, transporte por buque y regasificación) un precio en boca de pozo de US$ 1.6818, y una regalía de US$ 0.64.
Eso quiere decir que los envíos más recientes han dejado ingresos, por ambos conceptos, que casi triplican los del primer envío. Es completamente falso, por lo tanto, que se esté exportando a sólo US$ 0.53 y obteniendo una regalía de apenas US$ 0.16. Eso sólo ocurrió con el bajo precio (US$ 0.60) del primer envío, pero no en los posteriores. Dado que se contempla más envíos a destinos distintos a México, eso permitirá ir capeando el problema de la regalía, en tanto que se normalice el precio del Henry Hub.
Lo anterior también significa que la regalía por el gas que se exporta (US$ 0.64) ya es mayor que la que se paga por el gas del Lote 88 (US$ 0.60), el único que tiene precio regulado (US$ 1.61) y que se destina al mercado interno. Este punto es fundamental.
9. No obstante, para evitar problemas futuros, y considerando que la idea de una regalía por exportación menor a la del consumo interno resulta bastante intolerable, al implicar un absurdo subsidio del Perú al negocio de exportación, el gobierno ha planteado al Consorcio Camisea una renegociación del contrato en ese aspecto específico, con el objeto de que, tal como lo señala el Decreto Supremo 039-EM, promulgado el 7 de julio, en ningún caso la regalía por exportación sea menor a la regalía promedio del mercado interno (es decir, al promedio de lo que paga como regalía el gas destinado a las empresas de generación eléctrica, industriales y de distribución, y de lo que pagará el destinado a las petroquímicas). Hace pocos días se iniciaron las conversaciones a tal efecto, y, considerando que el tema no es demasiado complicado, se espera que la negociación dure pocos meses.
El Decreto Supremo publicado el 6 de julio en El Peruano
10. Uno de los planteamientos del gobierno será que el gas sea exportado a los mercados donde se pague el mejor precio, como los de Europa, Asia y Canadá. En realidad, eso ya lo viene haciendo Repsol, al exportar, como hemos visto, a España y Canadá. La idea es tratar de evitar, al menos en el corto plazo, los bajos precios del Henry Hub. Un dato importante es que Chile viene comprando gas a nada menos que US$ 10 por millón de BTU. Sin duda, a Repsol le interesaría sobremanera atender ese mercado, pero el Perú se lo impide. Si se exportara a ese país, todos ganarían: la empresa, que incrementaría sus ingresos y utilidades, el Estado, que recaudaría mucho más por impuesto a la renta y regalías, y la región del Cusco, que captaría un monto sustantivamente mayor, tanto por canon como por regalías.
11. La negativa a brindar gas a diversos proyectos no ha sido por causa de la exportación, sino porque, debido al gran crecimiento de la demanda, la capacidad del ducto que lo transporta a la costa (450 millones de pies cúbicos diarios) devino insuficiente mucho antes de lo previsto. Por esta razón, Transportadora de Gas del Perú (TGP) lo viene ampliando, primero a 530 millones de pies cúbicos diarios, y luego, con la construcción de un nuevo ducto, a 900 millones. Así, cuando éste entre en operación, el año 2012, ya no habrá problemas para abastecer todos los requerimientos.
Lo malo es que el trazo propuesto para el ducto ha sido objetado por los protestantes, debido a que atravesará cuatro kilómetros de la reserva nacional de Megantoni. Sin embargo, TGP asegura, con el respaldo del ministro del Ambiente, que, por estar enterrado, el tubo no generará daño alguno. La empresa se niega a emplear la misma ruta del actual ducto, pues ello implicaría el riesgo de desabastecimiento, en caso de producirse algún daño.
Lo cierto es que la construcción de esta infraestructura no puede esperar, pues de ello dependerá el abastecimiento del país en el mediano plazo. Es de esperar que no se imponga la intransigencia de ninguna de las partes.
12. El gasoducto andino del sur está plenamente asegurado, y empleará el gas más barato: el del Lote 88. Por lo menos 1 TCF está asegurado para su uso.
13. La Convención tendrá su planta de fraccionamiento, una como la que existe en Pisco, aunque, obviamente, mucho más pequeña, pues, a diferencia de ésta, que atiende al gran mercado nacional y a la exportación, atenderá exclusivamente a esa zona. Allí se recibirá el líquido del gas proveniente de Camisea, y se le transformará en gas licuado de petróleo, el que se emplea para cocinar. De esa manera, este combustible reducirá notablemente su elevado precio en la provincia, motivado por el alto costo del transporte.
La planta, que se ubicará en la localidad de Kepashiato, en el distrito de Echarate, ya estaba prevista, pero para un momento posterior. Debido a los reclamos, el proyecto será adelantado. Su costo será de US$ 25 millones, que serán financiados en partes iguales por la municipalidad provincial, el gobierno regional y el gobierno central. Así quedará resuelto uno de los pedidos más recurrentes, y justificados, de la población de la referida provincia, pues resultaba insólito que la zona más próxima a Camisea no pudiera hacer uso, en condiciones razonables, de su propia riqueza natural. Por lo pronto, el precio del balón de gas acaba de ser reducido considerablemente por la distribuidora Repsol, emparejándose con el vigente en Lima.
Sin embargo, cabe anotar, acerca de este punto, que el Ministerio de Economía y Finanzas acaba de plantear que la planta sea construida por inversionistas privados, y no con fondos públicos. Sería ideal que esto ocurriera, para no distraer dineros que podrían orientarse a otros usos. Habrá que esperar más definiciones al respecto, incluyendo los aspectos de su tamaño, capacidad y demás características, tanto técnicas como económicas.
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