El proceso se ha iniciado exponiendo el proyecto a inversionistas, consultores, representantes de entidades financieras y desarrolladores de proyectos hospitalarios. El 2 de agosto se iniciará la presentación de documentos para precalificar y el 2 de septiembre se tendrá la lista final de postores aptos. Luego, a fines de octubre se tendrá la versión final del contrato, con los aportes y sugerencias de las empresas interesadas (que a la fecha son nueve, todas con amplia experiencia internacional), y en diciembre se hará la adjudicación y entrega.
Esa operación privada implicará mantener en óptimas condiciones el hospital. El concesionario deberá ponerlo a punto antes de iniciar su operación y mantenimiento, rehabilitando sus activos en los primeros 18 meses del contrato. A tal objeto realizará las mejoras y refacciones generales requeridas en la infraestructura, repondrá los equipos que hayan cumplido su vida útil y arreglará aquellos deteriorados.
El operador deberá deberá tener experiencia en la gestión de los servicios generales propios de la atención asistencial, como los de alimentación, lavandería, limpieza, seguridad y vigilancia integral; en el mantenimiento de la edificación, las instalaciones y el equipamiento electromecánico, y en todo lo asociado a la infraestructura; y en la dotación y reposición oportuna del equipo clínico y no clínico.
Esas prestaciones en pro de la excelencia del servicio beneficiarán a más de 780 mil habitantes de la zona sur de Lima (Villa El Salvador, Lurín, Pachacamac, Pucusana y otros cinco balnearios. Y no implicarán ningún costo para los usuarios, pues este será asumido por el MINSA.
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